― Conor vete. No tenemos nada de qué hablar. Y Zayn quédate quieto.
Ambos hicieron lo que le pedí y en cuanto Conor se fue solté a Zayn.
― Ni se te ocurra dirigirme la palabra.
― Emma, lo hice por ti.
― ¿Por mí? ― dije sin poder creerlo.
― Sí.
― Él no me estaba haciendo daño. Solo me estaba ayudando.
― Te quería besar.
― ¿Y porque te molesto tanto entonces?
― Porque solo yo puedo tocar esos labios.
Aquellas palabras me dejaron paralizada y con un discurso en la punta de la lengua. En menos de un minuto Zayn me había arrastrado al lugar más solitario y escondido de toda la biblioteca. Era un rincón lleno de cojines y estantes por todos lados. Nadie podía vernos ahí.
Me apoyo suavemente contra una encimera, y lo que tanto había estado pensando volvió a ocurrir. Sus labios se posaron en los míos con pasión, posesivos. Como si solo él tuviera derecho a hacerlo. Dejándome claro que aquellos besos para él no habían sido más que intranscendentales ''besos de amigos''.
Sus manos vagaban por todo mi cuerpo, haciéndome sentir más viva que nunca. Como si toda mi vida hubiese estado esperando por él. Pase mis manos por su cuello y lo atraje más a mí. Me abrazo por la cintura y poco a poco el beso fue perdiendo intensidad.
Sus labios se separaron y apoyo su rostro en mi cuello. Cuando creí que se separaría un camino de besos se hicieron paso desde mi cuello hasta mis labios otra vez. Cada roce de labios, cada caricia de sus manos me hacían perder el control.
Mis manos vagaron bajo su camiseta. Hice que se la quitara por sobre su cabeza. La deje a un lado. Sentir su piel contra mis manos era aun mejor de lo que alguna vez creí. Zayn me tomo entre sus brazos y me recostó sobre la pila de almohadones que ahí había. Otra vez su cuerpo estaba sobre mí. Su mano acaricio la piel desnuda bajo mi camiseta.
Mis manos se aferraron a sus hombros. Alce mi rostro y bese sus labios. Explorando aquella boca que por años había sido un misterio. Uno que quise develar sin pensar en las consecuencias. Mi mano vago a lo largo de su columna, disfrutando aquel tacto lo más posible. Lo sentí temblar, como si aquello le afectara tanto como a mí. Bese la piel de su cuello, y su pecho. Sin dejar ningún lugar sin explorar. De un momento a otro la realidad nos golpeo al oír el timbre que indicaba el final de la jornada.
¿Como habíamos perdido el control así? Y peor aún ¿en la biblioteca?.
Zayn se levanto de un salto, busco su camiseta y se la puso. Me alzo y me abrazo contra su pecho. Mis piernas temblaban y no creí mantenerme mucho más en pie. ¿Cómo había ocurrido aquello? Beso mi frente y apoyo su mano en mi espalda. Comenzamos a caminar hacia su auto. Me abrió la puerta como todo un caballero, y luego de cerrarla se subió y se sentó en silencio.
― Te llevo a casa ― musitó.
― Vine en mi propio auto.
― Dame las llaves, vendré a buscarlo luego y te lo llevaré a tu casa.
― No es necesario.
― Créeme que lo es.
Se puso en marcha y se detuvo unas casas más lejos de la mía. ¿Qué pasaba? Lo único que quería era encerrarme en la soledad de mi cuarto.
― No has dicho ninguna palabra. ¿Qué querías hablar? ― pregunté.
― No precisamente hablar ― musitó él y se inclino sobre mi asiento. Beso mis labios y luego se separo. Dejándome más desconcertada si eso era posible. ― Emma, he tratado de alejarme de ti durante estas dos semanas y es imposible. Te necesito. ― sus manos desabrocharon el cinturón y luego se posaron en mi cintura. Unió sus labios a los míos y aquellas pequeñas llamas se fueron encendiendo de nuevo. Zayn me incito a acercarme aún más a él y termine sentada en su regazo. Fue una gran maniobra debido a lo pequeño que su auto era. Deportivos. Malditos deportivos.
Sus manos dibujaban círculos en mi espalda, una caricia relajante y excitante a la vez, mis manos estaban encadenadas a su cuello mientras lo acercaba más a mí. Las cosas otras vez se estaban saliendo de control, y sus labios ya no era lo único que necesitaba de él.
Me separe y baje del auto. Zayn hizo lo mismo y tomo mi brazo.
― Creo que ahora sí que tenemos que hablar.
― Totalmente de acuerdo. ― murmuré.
No permitiría que eso se nos fuera de las manos. Esto estaba mal. Pésimo. Tenía que decirle en aquel mismo momento que solo era mi amigo, que ni besos ni abrazos ni nada de lo que acabábamos de hacer entraba en nuestros planes. Se apoyo contra el capo de su auto y me atrajo hacia él. Sus manos se aferraron a mi cintura y me impidieron alejarme. Sus labios otra vez se apoderaron de los míos, a plena luz del día a vista de todos. ¿Quería que todos supieran que...? ¿Qué tendrían que saber?
Lo aparté.
― No. Esto está mal. Pésimo. No podemos repetirlo.
― Emma...
― Suéltame.
― No podemos negarnos más esto.
― ¿Negarnos qué?
― Que ambos nos deseamos.
― No podemos ir más lejos Zayn. Somos amigos.
― ¿Y? ― preguntó como si nada.
― Como que ¿y?. Esto terminara por distanciarnos y yo no quiero eso. Te adoro como a nada! ¿Qué pasara cuando esto no dé para más? No quiero que mezclemos las cosas. No quiero que nuestra amistad acabe.
― Tú también sabes que te adoro, hemos sido amigos desde hace dos años. Me conoces como a nadie. ¿Algo como esto podría distanciarnos? No lo creo. Podemos mantener la amistad, pero sin negar lo que tanto queremos.
― No lo sé, yo...
Sus labios buscaron los míos dulcemente, sin poder evitarlo lo correspondí. Aquellos labios cada vez se volvían un vicio, una adicción para mí.
― Piénsalo y dime la respuesta esta noche. Podemos ser simplemente amigos o amigos y algo más― me beso por última vez. Con más intensidad que nunca. Con una promesa de por medio.
Se aparto suavemente, susurro un adiós contra mis labios y luego subió a su coche y desapareció por la calle.
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White lies // Zayn Malik
Fanfiction[Escrita: 2011] ¿Qué pasa cuando perder a la persona que amas no duele tanto como creías? ¿Que pasa cuando sentimientos enterrados vuelven a renacer? ¿Y que pasa cuando esos sentimientos tienen el poder de hacer olvidarte quien eres? Emma, no sabe...