Preso número 15.

🌻[#16] Querer

🍓 Mini  historia que contará el final de éste libro tan kk

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Era un día cualquiera para todos, nada fuera de lo común.. Todos dormían plácidamente en sus celdas.

Todos excepto el reclusa número quince, esa noche no salió a la azotea, no pego ni un solo ojo en toda la noche. No era culpa del insomnio, mucho menos de los extraños ronquidos de los que consideraba sus amigos. Era un pensamiento, un hecho, algo que carcomía su ser desde hace una semana entera; su peso había disminuido exageradamente, sus ojeras estaban peor, ni hablar de su estado emocional que juraba, ya estaba por los suelos.

Una idea que había leído hace más de un mes, algo muy drástico.

⌚4:10 am

Rápida y sigilosamente salió de la celda con un folleto en mano; paso como una sombra por toda la cárcel hasta llegar a la azotea dónde todo lo malo comenzó.

- hola.. Jyugo- una voz atemorizante y aguda resonó por toda la azotea, un escalofrío recorrió su cuerpo - dime.. ¿Qué es lo que tienes ahí? - de un momento a otro el azabache ya no tenía el folleto.

- devuelve me eso!- dirigió su mirada al barandal del edificio donde ahora estaba el rubio.

- Auto lesión, autoestima baja y lo que merezco..? Mmm..- el rubio leía rápidamente el folleto y comprendió lo que Jyugo hacia con eso, una sonrisa macabra mostrando sus afilados dientes y sus ojos verdes se posaba pesadamente en él - oe Jyugo.. En verdad piensas hacer esto?-

- A ti que te importa..- fruncio su mirada y dio un suspiro pesado al ver que el contrario seguía esperando a que hablará, lo haría, ¿qué más da decirle a él? - tenía ganas de leer , Ok?- una risa sínica de parte de Elf, sabía que no era estúpido pero lo intento - Me siento del asco, ya no quiero seguir así... Eso es todo..- no sabía como pero se encontraba sentado en el barandal con el rubio quien paso su brazo por los hombros del azabache.

- A mi no me importa lo que tú hagas Jyugo, pero mi deber no es que te mates, no sé que es lo que te suceda actualmente pero te exijo saberlo- un mal sabor de boca era lo que tenía Jyugo, cómo es que aquel que juró hacerle la vida pedazos estaba ahí queriendo saber lo que le pasaba? Era extraño, demasiado...

- Tramas algo.. No soy idiota- le voltio a mirar .

- al menos lo intente.. No? - sonrió - Jyugo, a pesar de ser sólo uno más de los experimentos de mi jefe, hay algo que me llamo la atención de ti-

Lo miro confundido, esto era incómodo, extraño y raro. Pero esperó a que Elf siguiera hablando.

- Eres alguien muy cerrado, pero a su vez un libro abierto, no sé si éstas todos los días deprimido o así es tú jodido rostro- dio una carcajada a lo cual el japones lo miro con mala cara pero prosiguió - Fácilmente puedes decir de mi existir a tu maldito supervisor o a tus amigos pero prefieres guardarlo, fácilmente puedes llorar y decir lo que te hace sentir mal pero no lo haces..- miraba al cielo y después a Jyugo - se lo que harás y creeme que no te detendré, no me importan tus problemas emocionales pero eso es lo que me llama la atención.. -

El japonés sólo escuchaba atentamente todo, como escupía palabras hirientes pero a su vez queriendo decir que quería saberlo todo, daban vueltas y eso lo confundía.

- No me importa tu vida, pero das tanta curiosidad que en verdad quisiera escuchar qué es lo que esa mente tuya piensa ... Qué es lo que quieres?..-

¿Querer?,  él en realidad quiso algo en su vida?,   ¿En verdad deseaba aquello? .. No, lo necesitaba, lo merecía.

Se tomó su tiempo, lo pensó desde hace una semana, lo medito a pesar de hundirse y tocar fondo, ya no tenia ni una pizca de motivación, no había nada en su ser que quisiese retractarse. Por primera vez, tomaba una decisión en su vida.. Quizá la primera y ultima vez.

- Simplemente... Quiero morir, es todo..-