🌻[#18] Día de Luto.

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Una vez más, amanecía y los rayos del sol se asomaban por entre los barrotes de aquella prisión llamada Nanba. Pero no era un día cualquiera, la pesadez en el ambiente se sentía en más de una celda.
Las noticias corrían rápidamente por toda la prisión, gracias al locutor que milagrosamente en esta ocasión no gritaba como era costumbre.

  Aviso de ultimo minuto.
El reclusa número quince a fallecido, de acuerdo con la investigación de su desaparición fue encontrado después de 78 horas exactas.
El motivo de su muerte se debe a una inestabilidad emocional que lo llevo a la fatídica acción del suicidio.
No hay razones por las cuales el reclusa número quince llegara a tal acción.

Hajime se encontraba escribiendo, llevando y trayendo papelería. Jamás paso por su cabeza que aquel niño pudiese llegar a esa acción, tal vez fuese una molestia en su momento pero no le deseaba la muerte. Más que triste se sentía decepcionado, tal vez de sí mismo, tal vez de no haber logrado motivar como se imaginaba a Jyugo, algo dentro de él sentía un remordimiento... porque aceptemoslo, ni él era de piedra.

Hora de muerte: 5:37 am.
Lugar: Azotea del edificio 13, bloque A.

Causa:
🔴Depresión severa, causada por una inestabilidad emocional.
🔴Traumas severos en etapas pasada del reclusa.
🔴Falta de apoyo familiar y amistoso.
Descripción:
El reclusa salió de su celda sin ser captado por no más de una cámara a las 02:34 de la mañana. Se encontro un rastro de sangre que daba lugar en tres áreas especificas.
• Sala de apuestas, en el edificio trece.
Sala de Videojuegos, en el edificio trece.
Comedor del edificio trece.
Las pruebas dan por hecho de que el reclusa estuvo en aquellas áreas, pero el lugar de muerte fue en la azotea del bloque A, de acuerdo a la autopsia se encontraron múltiples heridas con una profundidad de 0,8 mm en los brazos del reclusa. Perdió una cantidad peligrosa de sangre que lo hizo perder el conocimiento cerca de un barandal.

En una celda específica se vivía una gran aura de tristeza.
Un enorme altar en memoria de Jyugo se establecía en la celda trece, tal vez el japonés era reservado y callado, pero nunca tuvo problema alguno en empatizar con otros reclusas, todos recordaban los buenos momentos vividos con él.  Aun que..

Solo tres personas se sentían realmente mal, más que un nudo en la garganta sentían que les faltaba el aire, sentían como todo a su alrededor era una agonizante escala de grises. Era más que un amigo, era más que un hermano, se querían y de eso no había duda, todos los recuerdos de las veces que escaparon juntos pasaban por sus cabezas, risas compartidas y momento de pelea. No era un mal chico, era el mejor que habían conocido, no se merecía todo aquello, lo peor de todo es que a pesar de decir que estaba bien ellos creyeron ciegamente en su palabra, ellos nunca fueron de ayuda, ellos no fueron lo suficiente para él, ellos no se merecían llamarse amigos de él, sus corazones estaban rotos, recibían tanto de él y ellos dieron tan poco, sabían que Jyugo llego a eso por culpa de ellos... Claro que lo sabían..

Lloraban amargamente, se maldecían por no poder hacer nada, estaban enojados con ellos mismos, eran los peores?.. Tal vez ya lo eran desde un principio.

Preso número 15.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora