Y allí estaban ellos, dos jóvenes comunes y corrientes conversando en pleno puente a mitad de la noche como si nada, lo cual Ángel agradeció mucho dado que ese era el momento para hacerlo.
Así que le dijo:
-Diana, mira tengo algo que decirte, es muy importante- dijo mientras tartamudeaba un poco de los nervios.
-¿qué sucede? Le pregunto Diana
-Veras, sé que llevamos tiempo de conocernos, y eres de mis mejores amigas...
-La mejor querrás decir- dijo ella en tono burlón.
-Exacto, y sabes que cuentas conmigo para lo que quieras, siempre te apoyo y tienes todo mi cariño.
-Ángel creo que ya sé a dónde va todo esto- le dijo mientras se jugaba el pelo.
-¿Enserio?- dijo Ángel.
-Sí, y déjame decirte que...
Pero en ese momento un sonido extraño interrumpió a Diana, un sonido que provenía de lo alto de los árboles, provenía de todos lados que ya los había confundido y a la vez los tenía asustados.
-Ángel, ¿qué es eso?- dijo Diana
-No lo sé, viene de todos lados, pero a la vez es como si no viniera de ningún lado- dijo Ángel, sujetándole la mano a Diana como seña de protección.
En eso se dieron cuenta que el sonido venia directo desde un arbusto que se encontraba a escasos metros de ellos, y pudieron divisar a lo lejos unos ojos brillantes, eran de color rojo fuerte, Ángel pudo divisar que esos ojos los estaba observando directamente, lo que le dio una mala espina.
Estaba a punto de voltearse y llevarse a Diana corriendo pero ya era muy tarde, cuando vio ya tenían a la criatura corriendo hacia ellos por lo que Ángel lo primero que hizo fue colocarse delante de Diana y así alejarla del peligro... pero fue en vano, dado que lo primero que hizo fue jalarle las piernas a los dos y tirarlos al suelo, Ángel y Diana empezaron a batallar con todas sus fuerzas para poder liberarse de las garras de la bestia pero no sirvió de nada, porque cuando menos sintieron a Diana le hizo un corte en la pierna derecha lo suficientemente profunda que casi toca su hueso, y a Ángel le fue peor: le mordió justamente en el costado derecho del torso, y cuando pensaron que sería su fin justo Ángel logro alcanzar una rama para pegarle en el rostro a la bestia y así los soltara, y nada más se liberaron se levantaron y empezaron a correr cuesta arriba, Ángel se quedó atrás para verificar que la bestia no los hubiera seguido, sujetándose de un costado dado la mordida que recibió.
Luego de verificar que ya no los perseguía, se volteo hacia Diana y la vio llorando, sujetándose la pierna justo donde la bestia le cortó; Ángel se acercó a ella y arrancó un pedazo de su camisa cortada para tapar la herida de Diana, no sin antes lavarle la herida, para su fortuna tenían un nacimiento de agua justo a pocos metros, pasado un rato Diana le dijo:
-¿Qué crees que haya sido eso?
-No lo sé, la sombra de los arboles no me dejo ver bien, lo único que pude verle fueron los ojos- le dijo Ángel, mientras le terminaba de lavar la herida y cubrírsela con la camisa.
-Si igual yo, eran un rojo fuerte y brillante, se parecían mucho a...
-¿A qué?- Dijo Ángel muy curioso.
- No nada- dijo Diana algo apenada.
-Anda dime, cualquier cosa no puede ser peor que lo que acabamos de pasar- le contesto con una pequeña risa.
-Parecían ojos de un... hombre lobo, un Alpha para ser más específica.
Y al parecer de la misma forma lo había pensado Ángel, dado que cuando Diana lo dijo él no mostro mayor sorpresa alguna.
-Bueno, talvés lo que dices sea cierto, talvés no, pero mientras lo averiguamos será mejor que sigamos como si nada ¿puedes caminar normal? - le preguntó Ángel a la vez que la ayudaba a levantarse de donde estaba sentada.
-No, no puedo, me duele mucho- dijo Diana mientras intentaba mantenerse de pie.
-Bueno, en ese caso vamos, te llevaré cargada a tu casa dado que todos se han ido ya- dijo Ángel mientras miraba la forma de cómo se llevaría cargada a Diana: si en su espalda o en sus brazos.
Al final se la llevó cargada en su espalda y la fue a dejar a su casa con la excusa para sus padres de que habían ido a caminar y no tuvieron noción del tiempo; luego de dejarla en su cuarto, sobre su cama, se arrodillo junto a ella, le tomo la mano y le dijo:
-Mira Diana, lo que nos pasó hoy que quede entre nosotros, no quiero que le digas a tus padres nada, con relación a lo de tu pierna y mi torso, diremos que nos resbalamos y nos fuimos colina abajo; mañana vendré por ti para ir a la escuela e investigaremos más a fondo lo que paso, ¿está bien?- dijo Ángel, al mismo tiempo que le daba un beso en la frente y se iba.
-Ángel, ¿Qué era lo que me querías decir en el bosque?- le dijo Diana intrigada, sentándose en la cama.
-Ya no importa, mejor descansa, fue una noche difícil.
-Amm okay, pero no esperes que para mañana se me habrá olvidado, es más, te estaré molestando hasta que me lo digas- dijo ella de forma burlona, pero ya con signos de sueño.
Entonces Ángel solo le respondió con una sonrisa y un "feliz noche", y luego no hizo más que solo apagar la luz de la habitación y retirarse, ya con la puerta cerrada solo pego el rostro y susurró: "lo que te iba a decir allá era que: te amo Diana, te amo como nunca nadie lo hará" y se retiró.
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Gemelos de Luna Llena
Science FictionÁngel y Diana, son una pareja de mejores amigos fanáticos de una serie titulada Teen Wolf, deseando más que nada poder vivir lo que viven en esa serie. Pero se darán cuenta que no es tan fácil como parece.