Parte 8

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Llego la mañana del día siguiente y Ángel nada más ver el sol salir se levantó de golpe sin hacer ruido, se arregló y bajó a comer algo, para luego levantar a su amiga la cual estaba en un sueño tan profundo que los ruidos hechos por Ángel no la despertaron.

-Oye Diana despierta ya es hora, tenemos que irnos.- susurró el chico en su oído.

-¿Qué, enserio? ¿Qué hora es?- Dijo la chica aún adormitada y abrazando la cobija que le habían dado.

-Son las 5:00 am Diana ¡ya levántate!- Dijo Ángel muy pegado a la oreja de la chica.

-¡Esta bien, esta bien ahora voy!- Diana se levantó de golpe y se arregló.

Estaba a punto de desvestirse y ponerse su ropa casual cuando Ángel le pasó ropa deportiva, un pants y una sudadera, Diana extrañada lo recibió con mucha curiosidad.

-Por favor ponte eso- dijo el chico mientras se salia de la habitación para que ella se cambiara tranquila.

-Espera ¿y esto para qué es?- dijo de forma apresurada evitando que Ángel saliera totalmente.

-Iremos al bosque, debes saber que estuve haciendo ayer todo el día. 

Y salió de la habitación viendo que nadie se levantara y los molestara. 

Mientras tanto Diana estaba sentada en la cama de Ángel cambiándose, pensando en todo lo que estaba pasando, en lo misterioso que Ángel estaba con todo este asunto, en todo lo que le pasó el día de ayer:
Mientras estaba en el baño de su casa, el único lugar seguro pues sus padres estaban peleando por razones desconocidas, ella escuchaba una conversación muy poco convencional, sus vecinos que vivían a una cuadra estaban discutiendo sobre que iban a cenar, y ella lo estaba escuchando  como si estuvieran en la habitación de al lado, y además notó que sus reflejos se habían amplificado al punto que logró detener una mosca la cual le pasó en frente mientras almorzaba en su casa. Sin duda ella estaba desconcertada e intrigada por los "cambios" que sufrían; si esa es la forma en como podría describir todo lo que le ocurría.

Terminó de cambiarse, dobló su ropa y la dejó sobre la almohada, luego de cepillarse y lavarse el rostro salió silenciosamente de la habitación, donde encontró a Ángel en la pared de al lado esperándola.

-¿Estas lista? 

-¿Lista para qué?- Preguntó la chica toda intrigada y pensando si a Ángel no le estaba afectando el sueño.

-Iremos al bosque pero antes, correremos un poco.

Salieron de la casa sin hacer el más mínimo ruido, y siguieron así hasta llegar a la calle principal que separaba el lugar donde estaba la casa de Ángel y la carretera, quedando justo frente a la entrada al bosque.

-Muy bien, a la cuenta de tres correremos adentrándonos al bosque y por nada en el mundo hay que detenernos, solo hasta que lleguemos al lugar donde te podré explicar todo a detalle, claro si tu llegas antes y te veo te diré donde debes detenerte.

-¿Estas seguro de esto Ángel?- dijo la chica un poco asustada, pues sabía que la ruta que tomarían era un algo difícil de cruzar a menos que se tuviera cierto equipo especial. 

Estaban a punto de entrar por un pequeño risco, seguido de un río que si bien no era tan profundo y tan ancho, era muy peligroso pues el agua se mantenía en constante movimiento con mucha rapidez, y seguido una pequeña cuesta y muchos arboles que aunque se miren muy estables y que llevan mucho tiempo allí, están al punto que un solo empujón y se va todo para abajo. Luego de analizar todo lo que les podría pasar y ver a una muy larga distancia todo eso, Diana se asustó y paralizó completamente.

-Ángel no estoy segura de esto, tengo miedo.

El chico tomó su mano y la vio diciendo:

-No te preocupes, iremos juntos.

Y se adentraron en el bosque.

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⏰ Última actualización: Feb 02 ⏰

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Gemelos de Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora