Tu perfil fue aprobado.
¡Felicidades! Ya tienes visitas.
Con un tazón de palomitas de maíz acarameladas, Magnus silbo y deslizo su dedo por la pantalla táctil del móvil. Siguiendo las instrucciones del correo, accedió a su cuenta y soltó un gruñido cuando encontró solo cinco perfiles interesados.
Había esperado tres jodidos días. Era extremadamente guapo, no entendía el desperdicio de la página y lo muy estúpido del asunto.
Metiendo un puñado de palomitas a su boca, echó un vistazo a los perfiles de todos Sugar Daddy.
—Vaya imán de mariconazo que me cargo.
37 años, Europa. 45 años, Europa. 47 años, Asia. 54 años, América. 36 años, Reino unido.
—Ay, que puto asco. —Suspiro profundamente y cerró los ojos aún masticando.
Mentiría al decir que no sentía cierta repulsión por el asunto. No que fuera a follar o dejarse follar, es solo que nunca pensó que se involucraría en esa clase de negocios. Sin embargo, las ganancias podían llegar a ser muy buenas.
Los tíos no eran particularmente horribles, si no por el contrario. Ellos además tenían montones de dinero que podía caer en sus manos si sabía jugar bien con las cosas. Salir y tomar un café y obtener un viaje, follar y obtener un auto.
¿A quien quería engañar? Por supuesto que el sexo era parte del trato.
Aceptando la solicitud de cada uno, esperaría a que se pusieran en contacto por correo electrónico y según le había mencionado su ex, el podría darse el lujo de escoger a quien estuviese a la altura de lo que buscaba.
Básicamente se vendería al mejor postor, ni mas ni menos. Pero bueno, las cosas se hacían o no, y Magnus estaba dispuesto a tragar un poco de su orgullo y sacar provecho de su rostro bonito y sus buenas técnicas en la cama.
Si no vomitaba en el proceso, claro está.
ESTÁS LEYENDO
Be My Sugar Daddy
Teen FictionMalecAU! Lo peor que puede pasar, es que termines enamorado de tu Sugar Daddy