Trick or Treat

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Advertencia: Leer bajo su propio riesgo.

Hinata Hyuga, antropóloga de renombre viajaba por las carreteras de Japón, el sonido del viento ululaba por entre los vidrios a medio subir, mientras se dirigía a su destino, una universidad que requería su conocimiento ante un gran hallazgo.

Comenzó a llover y la vista se nublaba, sin embargo ella seguía, debía llegar a su destino, cuando, cerca del famoso bosque de los suicidios su odisea comenzaría, el motor comenzaba a ahogarse, tomó su celular pero no había señal y su batería estaba baja, algo extraño porque juraría que la había cargado completamente con su cargador solar; había algo extraño en ese lugar, algo siniestro que la tentaba a entrar, bajó del coche para ver si podía hacer algo pero el agua caía sobre su blanca piel y ella no sabía nada de autos.

Frustrada y sin saber donde se encontraba exactamente, tomó una linterna y alumbró el camino tratando de buscar ayuda, ignorando el letrero con advertencias el cual parecía que alguien hubiese ocultado.

A la lejanía vio una casa la cual supuso sería su salvación, camino a paso firme hacía ella, pero, mientras más caminaba más parecía que ésta se apartaba, cuando volteo la carretera pareciese haberse esfumado, miró a su alrededor y todo pareció tan extraño, era como si nunca hubiese pasado pasado por ahí, trató de volver sobre sus pasos pero a la lejanía de nuevo contempló la casa, es como si solo diera vueltas en círculos, pero en ningún momento perdió la calma, ella sabía que no debía hacerlo.

Se esconde, se esconde
en la profunda niebla
una voz que hace enloquecer.
No dudes, no dudes
y en las entrañas de este
Interminable bosque adéntrate.
De prisa, de prisa
si no te apuras te arrepentirás
de perder la ocasión,
no dudes, no dudes
acércate sin miedo
que se acerca ya la diversión.

Se relajó un poco y encontrando una cueva trató de mantenerse a salvo de la lluvia ahí, sin saber que una criatura misteriosa seguía cada uno de sus pasos; volvió a observar el celular pero nada, entonces un agradable aroma lleno sus fosas nasales y poco a poco empezó a sentir sueño, ese bosque tenía algo maligno e inquietante pero ella no sabía qué, era algo que la instaba a sentir una inmensa tristeza y sucumbir en un sueño mortal sin siquiera imaginarlo.

De pronto, ella no sabía si dormía o soñaba, pues sentía bajo ella una cama muy suave y aquel aroma tan embriagante, trató de levantarse pero se sentía peso muerto, se vio la ropa y parecía estar seca así que supuso que soñaba, volvió a intentar levantarse y esta vez avanzó tratando de hallar una salida, todo estaba oscuro, pero mientras más avanzaba el aroma la envolvía más y más y algo sentía que rozaba su piel sin poder distinguir en oscuridad; su pecho se sentía algo extraño, sentía que se asfixiaba pero no podía sentir nada raro en ella, siguió avanzando solo para llegar de nuevo a la cama, avalando aún más su teoría de que era un sueño y, volvió a acostarse esperando despertar.

Una fragancia acanelada
te comenzara a invadir
y el fingir estar en soledad
tu miel en hiel transformará,
la amargura debes olvidar
y con dulzura delirar
los muros de este sueño sin final
te cuidarán si duermes.
La ilusión hipnótica
tarde o temprano te ahogara
pero no es algo divertido
si ojos vendados no estas,
donde camines ten cuidado
por que mis manos te van a rozar
hasta lograr que ya pronuncies
que tu cuerpo me darás.

Romeo and CinderellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora