Paper Plane

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Ella conoció a un chico sin igual, su rostro parecía algo familiar, en aquel sitio sombrío ella era su luz y para ella él era su felicidad, una niña en una prisión visitaba a su padre y a su vez a un cautivo, ella no podía comprender porque estaba preso, pues casi tenía su edad, su pecado, haber nacido, su penitencia, vivir sin libertad; como una gran valla los separaba, comenzó a lanzar aviones de papel, no podía tocarlo o estar cerca de él, pero le bastaba con leer lo que le escribía, aunque, a veces no pudiese leerlo bien pues estaba escrito con carbón y en ocasiones las letras desaparecían o se deformaban, no obstante, ella adoraba aquellas cartas de aquel amigo que sufría tras los muros de aquel sitio.

En éste mundo
alguna vez...
a un hermoso prisionero visité
y la única forma de poder hablar con él,
era por aviones de papel.

Sin embargo, ella comenzó a enfermar y ya no podía ir con tanta libertad a aquel lugar, así que en cuanto le era posible escapaba de su propio encierro pues aquel chico siempre le devolvía la felicidad y le mostraba que estaba viva, a la vez que ella era el único consuelo de aquel muchacho que poco a poco se iba enamorando de esa chica.


Cuando mi padre se va hasta su trabajo,
me escapo del hospital...
para estar contigo
y darte un momento especial.

Cada carta expresaba más y más cosas, el amor crecía de ambos lados, ella era feliz con aquella ilusión, aquella efímera felicidad.

Su padre había sospechado de aquello, pero fue en un día de lluvia en que pudo ver las cartas y furioso le prohibió verlo, más ella no haría caso, pues ya estaba enamorada del aquel muchacho.

Cada vez que me pongo a leer tus cartas,
es feliz mi corazón...
como esconderlo
si es tan grande nuestro amor...
y sigo escuchando a mi padre repetir
que lo nuestro no debería existir...
pero renunciar a ti eso JAMÁS.

Su enfermedad poco a poco avanzaba y sabía que algún día su vida llegaría a su fin, aún no había cura alguna para salvarla pero no le importaba con tal de pasar sus últimos minutos con él, aún, siendo detrás de aquella cerca que les impedía poder siquiera mirarse de cerca o al menos tocar sus manos.

Estar junto a ti
es lo único que quiero hacer,
pues que caso AMAR es prohibición,
esta habitación de a poco va aclarándose...
al revelar que nos espera mucho DOLOR.

Llegó el día en que casi no podía salir de cama, trataba y buscaba la forma de salir y encontrarse con él, quería darle una última carta de despedida, algo que él pudiese tener, sus fuerzas poco a poco decaían; quería verlo y tocarlo aunque sea una sola vez, pero sabía que era imposible, aquel sueño era irreal, pero, no quería darse por vencida, necesitaba verlo antes de poder partir, anhelando su encuentro con deseo.

Desesperada por lograr ir y estar contigo
noto que lejos estoy...
y perdida sin avanzar
sueño que hacia tu lado voy.

El dolor poco a poco la asediaba, su sonrisa se esfumaba, la muerte iba por ella, estaba agotada, su vista se nublaba y recordaba aquel último adiós... Lo vio tras aquella valla, trató de no llorar y lanzó aquel avión sonriendo tristemente, él leyó la carta y comenzó a derramar lágrimas mientras se acercaba a la cerca eléctrica, pero eso no le importaba, solo gritaba que no lo dejara, ella no pudo contenerse y comenzó a llorar, quería correr hacía él pero aquella cerca los separaba, aquella cerca les impedía amarse, no pudo más y se desmorono en el suelo pues sabía que esa sería la última vez que lo vería, esa sería la última vez que podría salir, pues poco a poco perdía las fuerzas y su vida se escapaba de sus manos.

Romeo and CinderellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora