Proof of life

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La estación que más amaba y temía Hinata Hyuga era el invierno, hermosa con su manto blanco pero dura y cruel con una chica delicada como ella, su hermano siempre estaba a su lado y cada invierno temía por su frágil hermanita, estaban solos en el mundo y ella era lo único que le quedaba, pero sabía que no podría hacer nada si ella tenía que marcharse, anhelando no ver ese día pronto.

El invierno se asomaba y con éste el temor de Neji surgía, poco a poco empezaba a enfriar y él sabía lo que venía.

El suave susurrar
del viento invernal
me comienza a estremecer
cuando empieza a soplar.

El vaho al exhalar daba cuenta de que aquella estación llegaba, a la vez que ella sonreía y trataba de poner feliz a su hermano, sabiendo de antemano su preocupación, tomaba sus manos y trataba de hacerlo danzar cuando los primeros copos de nieve de la temporada empezaban a caer.

Tu aliento gélido
se empieza a dibujar
cada vez más blanco
al exhalar.

Pero ese invierno era más cruel de lo normal, helado y sombrío; ella se ganaba la vida tocando el piano y cantando junto a él y en una presentación sin previo aviso ella cayó, el frío era más de lo que podía soportar dando una muestra de su fragilidad...

Cayó en cama mientras él la cuidaba, sabía que solo le quedaba esperar a que la primavera llegase y con ello un ambiente más amigable, lo cual la mantenía con esperanzas, pero Neji tenía miedo, miedo de que ese fuese su último invierno a su lado, pero ella tenía la esperanza de volver a librar ese inconveniente como siempre lo había hecho, no se rendiría y resurgíria de nuevo tal y como un fénix.

Es la estación del año
en que me empiezo
a marchitar
y esperar la primavera
me da ánimos
mientras mi vida
se mantiene
en una espiral
soy como un capullo en flor
anhelando florecer.

Mientras los días pasaban ella enfermaba más y más, desesperando a su hermano, pero ella mantenía la esperanza y no la perdería, él por su parte ya no sabía que más hacer, ella se iba y él no podía hacer nada, los doctores iban y venían, dando pocas esperanzas aunque ella se mantenía firme en que podría lograrlo, era lo único que mantenía cuerdo a Neji a la vez que se hundía en pena.

Ella buscaba ser la luz de Neji y convencerlo de que todo estaba bien, incluso tocaba con él en casa y cantaba a su lado dándole fuerza, si ella moría al menos deseaba que él viviese por ambos y eso trataba de dejárselo claro con sus acciones.

Mi destino es desolador
eso yo lo sé muy bien,
pero me aferro a mi existencia,
tengo tanto por vivir,
sólo espero dejar huella,
una prueba de mi vida,
sólo quiero demostrar
que tengo aún...
tanto por dar.

Pero un día ella ya no pudo levantarse de su cama más y aunque él trataba de cantar para ella algo feliz, no podía, solo verla le dolía tanto y, cuando tocaba en el piano y creía que ella no oía, siempre tocaba melodías tristes y lloraba, aunque antes nunca lo había visto llorar ni mostrar sus sentimientos tan abiertamente, no sabiendo cuantas veces lo había hecho antes sin que ella se diese cuenta.

Te suplico
no cantar una triste canción,
lo que menos necesito
es deprimirme más,
mientras siga a tu lado yo...
sólo quiero sonreír
y cantar una canción
que me ayude a ser feliz.

Ella cada vez enfermaba más y más, deseaba decirle a su hermano cuanto lo amaba pero sabía que era egoísta de su parte y en su estado lo tomaría a despedida, ella lo amaba más que a un hermano, se había enamorado pero era algo prohibido, no sabía si él sentía algo así por ella y realmente no quería decírselo y que él se sintiese presionado a corresponder, además en su estado ella sabía que no soportaría mucho y no sería justo atormentarlo de esa manera, callando aquello que guardaba en su corazón y sabiendo que tal vez nunca vería la luz.

El tiempo ya pasó
y pude entender
que mis sentimientos
nunca los conocerás,
me siento incapaz
de expresar esta emoción,
aún así mi corazón
estará unido a ti.

Tenía miedo, perdía la consciencia, él estaba a su lado pero ella tenía miedo aún así, sabía que la muerte venía a buscarla, quería escuchar su voz pero poco a poco se apartaba, no podía verlo ni escucharlo, el frío la consumía y solo podía verlo en su mente, su hermosa sonrisa solo dedicada a ella, su gran melena castaña, sus hermosos ojos, todo él; le dolía dejarlo pero no podía hacer nada, poco a poco se esfumaba todo rastro de dolor y lucidez, estaba muriendo...

Todo se ha oscurecido...
Ya no escucho tu sonido...
Tengo miedo...
y siento frío...
Quiero oír tu voz...

Todo se comienza a esfumar,
la conciencia empiezo a perder
pero tu sonrisa me la llevaré
junto a mí.

Él trataba que ella lo escuchará, cantaba para ella mientras apretaba su mano, no la dejaría, estaría con ella, sus lágrimas resbalaban pero trataba de que aquello no se reflejara en su voz, no quería que se fuera, la amaba mucho y no la dejaría marchar, no así.

Por favor,
sigue cantando una canción feliz,
aunque te sientas triste
y lleno de dolor.

Trataba de apretar su mano pero la fuerza le fallaba, lo amaba y aún en la muerte permanecería a su lado, jamás lo dejaría, jamás lo abandonaría, él era su todo, el amor de su vida.

Te juro que estaré ahí,
para siempre junto a ti
dejaré mi corazón...

Para estar juntos los dos.

La calidez de su cuerpo junto a ella era lo único que podía sentir, lo sentía tan cerca y aunque ella poco a poco perdía sus sentidos se aferraba a él, se aferraba a aquel calor, a aquella sensación, no se dejaría morir tan fácil, no lo quería así, mientras aquella calidez le demostraba cuanto él la amaba.

No me siento sola
pues te tengo junto a mí
y aunque ya no te puedo ver
y no te puedo oír,
siento aún
tus manos cálidas
que me estrechan con amor.
Tus latidos pueden expresar:
"Para siempre te amaré".

Quería cantar para él, demostrar todo su amor y su cariño y sabiendo lo cerca de su final, uso todo lo que podía para cantar una última canción, una que le dijese cuanto lo amaba; poco a poco un suave sonido salió de su voz, venía desde el alma solo para él, para decirle todo lo que callaba, para decirle cuanto le importaba, hasta que de su boca el sonido se extinguió y ella falleció en sus manos y, siguiendo su canción él prosiguió mientras lloraba y ella se marchaba eternamente, no sin antes pronunciar un:-te amo-.

Te suplico no cantar
una triste canción.

Mientras siga a tu lado
yo sólo quiero sonreír
y cantar una canción
que me ayude a ser feliz.
Antes del momento de partir,
para ti voy a cantar.
Sobre todo tengo que decirte...
Gracias, mi amor.

Fuente: musica.com

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