Romeo and Cinderella

Boss Death

Cada persona lucha una guerra interior, bien o mal, nunca se sabe quien ganará, solo aquel que se alimente día a día podrá triunfar.

En un reino lleno de oscuridad, dos hermanos vieron la luz por primera vez el mismo año, el mismo mes, el mismo día, ambos poseían la bendición del cielo, a ambos les esperaba un gran destino, pero, en todo bien hay mal y en todo mal hay algo de bien, esa es la ley del Ying Yang y ambos eran como eso, un equilibrio perfecto.

Aquel monstruo en mi interior
me esperaba con una sonrisa,
"ya era hora",
dice como si realmente le importará.

Pasó el tiempo y ambos se convirtieron en jóvenes, él era todo un guerrero nato, ella era una maga consagrada, ambos iban de pueblo en pueblo tejiendo leyendas, sin embargo, nunca habían encontrado un lugar al cual pertenecer, pues solo acabar con sus enemigos su lugar en aquellos sitios era comprometido llevándolos a vagar por el mundo buscando un sitio al cual volver y donde poder vivir en paz.

Ni aquel reino en desgracia
ni la princesa encerrada,
me logran motivar ya más.

Muchas veces habían pensado huir de su destino pero éste los volvía a llamar, sin poder dejarlo, obligándolos a volver a la acción, enemigo tras enemigo, grande o pequeño, no importaba pues a  ninguno le daban tregua, no obstante, su peor enemigo eran ellos mismos, ya que el monstruo más grande yacía dentro de cada uno.

Tu ser entero destruiré
empleando todo mi poder
y daré fin a esta gran falacia
de una vez
por que sé que al llegar la paz
cuando dejen de celebrar
les voy a estorbar
nose trata de eso ser un héroe,
ya no,
ya no puedo regresar.

Ella cada vez se convencía más y más de que quería dejar la lucha, él simplemente buscaba traer paz y hacer un mundo  donde ella pudiese pertenecer, no importaba a quien necesitaba vencer ni cuánta sangre derramar con tal de que ella viviese en paz.

No importará quien perezca al final,
no importa quien sobreviva al final.

Al paso de los años no solo habían sido héroes sino también villanos, la justicia que ellos llevaban para otros, era simplemente una ilusión acusándolos de hacer todo por su propio beneficio y también acusándolos de ser culpables de muchas cosas mientras que otros los veían como salvadores, pero así era ese camino, para unos eran libertadores para otros simple basura, así era su camino, ese era su destino y tal vez nunca podrían librarse de él.

Se que el bien y el mal son
caras de la misma moneda,
tan solo hacen
lo que les haga sentir mejor.

Su propia paz se había vuelto cenizas, las personas creían que era su deber acabar con aquellos que alteraban su estilo de vida, olvidándose en primera instancia que ellos eran humanos, que eran también sus hermanos y sobretodo que había personas que podían hacer aquel trabajo también, dando por hecho que era su obligación.

Si existe un enemigo,
se mantendrán unidos,
confiando en que alguien
los salvará.

Habían olvidado que ellos también podrían ser sus verdugos y en cualquier momento podrían acabar con todo lo que conocían, sin embargo, la bondad de la chica no le permitía hacer eso a su hermano.