Luego de una mañana un poco agitada por fin llegue a casa con Jo, mientras ella se iba a nuestro cuarto le prepare un desayuno ligero y nos sentamos juntas a ver tv en el pequeño living.
-Hola mis niñas... -dijo mi padre entrando con su porta folios en mano.
-¡Hola papi! –dijimos al unísono. Camino hacia nosotras y nos besó en la cabeza.
– ¿Cómo te fue en el trabajo? –le pregunte llevándome a la boca una cucharadita de mermelada de moras.
-Bien, -sonrió- ¿_____ puedes prepararme un café? –pregunto subiendo las escaleras.
-Claro –dije sin más me levante del sofá y fui a la cocina a preparar su café.
-Hija... -dijo entrando a la cocina- tengo que hablar contigo... -dijo en susurro.
-¿sucede algo? –pregunte preocupada. Él se sentó en una silla y yo en la otra.
-Hija tengo que viajar... -dijo en voz baja sonriendo.
-¿Qué? –pregunte con el mismo tono de voz que uso.
-Sí, mi jefe Dess Styles quiere que lo acompañe con su mujer a Canadá para unas conferencias...-dijo sonriente.
-¡¡eso es genial!! –dije alegre, hace varios años trabaja para las empresas Styles y nunca lo toman en cuenta para esas cosas...
-lo es, -miro el suelo- ¿estas feliz por mí? –pregunto levantando su vista.
-claro que si –dije y me levante para abrazarlo.
-me hace muy feliz escuchar eso... -dijo besándome en la cabeza- y la mejor parte es que no se quedaran solas... -lo mire detenidamente.
-por favor la nana Franchesca no... -dije negando con mi cabeza.
No me gusta que nos cuide, nos hace lavarnos las manos a cada cinco minutos, no nos deja ensuciarnos y quiere que todo esté en orden y en silencio. Es muy aburrido.
-por desgracia ella no las puede cuidar... pero el hijo de mi jefe si... -dijo sonriente.
-¿cómo dices que dijiste? –pregunte atónita. [Se acuerdanHannah Montana :’) que buenos tiempos... bueno como sea sigamos.]
-que el hijo de mi jefe las cuidara a las dos... -dijo lento y pausado.
-¿estás hablando enserio? ¿El niño Styles nos cuidara? –Pregunte incrédula- no es más que un egoísta, presumido y mujeriego... -dije enojada.
-porque dices eso, tu no lo conoces... -dijo tranquilo.
-todo el mundo lo conoce, todo el tiempo hablan de él y de sus “conquistas” -dije haciendo comillas.
-hija no juzgues un libro por su portada –soltó después de unos minutos de silencio.
-bien... -dije de mala gana. El tomo su café y beso mi cabeza.
-ya verás que se llevaran de maravilla... -dijo saliendo de la cocina.
-lo dudo... -dije en susurro. Mientras me cruzaba de brazos.
-¿dijiste algo hija? –pregunto asomándose.
-no nada –sonreí inocente.