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-¿por aquí hay niñas, para jugar? –pregunto Jo arrodillándose en la cama.
-si la casa de al lado hay una niña... –Dijo Harry sonriéndole y esta se fue.
-¡JO! ¡ESPERA!–Grite pero no me hizo caso. Suspire mientras me masajeaba el hombro.
-¿quieres que te masajee? –pregunto acercándose.
-no gracias, yo puedo hacerlo. –dije apretando mis dedos en mi hombro.
Harry.
<<Era tan linda verla colorada, la hace aún más tierna. Que mier*da ¿porque pienso en ella de esa forma?>>
-no seas terca y déjame ayudarte. –dije dándome la vuelta. –quítate el suéter. –ella suspiro pesadamente y se lo quito tirándolo a la cama. Tenía una musculosa así que corrí las tiras de esta hasta un poco más debajo de sus hombros. Coloque mis manos cerca de su cuello y comencé a masajearle, su piel era suave como la de un bebe, y estaba calentita.
-tienes las manos frías... –se quejó.
-solo por unos segundos... –dije cerca de su oído. Seguí masajeando su hermosa espalda. Ella ladeo la cabeza, subí mi mano hasta su cuello y pase las yemas de mis dedos delicadamente acariciándolo, enseguida su piel se erizo y no pude evitar acercarme y rosar mis labios con su cuello. Ella se sobre salto y se volteo.
-¿Qué-que estabas haciendo? –pregunto nerviosa.
-Solo te masajeaba... –me encogí de hombros. <<Mier.da>>
-Ahh, Bueno, -dijo no muy convencida. –iré a buscar a Jo. –Dijo antes de tomar su suéter y salir casi corriendo de aquí.
Me senté en la cama suspirando pesadamente y recordando su rico perfume... mire a un costado y tome su libro, lo abrí y me puse a ver sus dibujos realmente era buena. Los que más se repetían eran de una chica; riendo, llorando, haciendo caras, saltando, andando en skate... realmente era buena. Ni yo se dibujar tan bien. Mis dibujos parecen hecho por nenitos de cinco años. Tome el cuaderno de Jo y me sorprendí, Jo dibuja igual que ella. Me quede mirando uno de sus dibujos, era de un chico y una chica, ambos con ropa de invierno y apunto de besarse. <<Es muy bello>> pensé.
Llego la noche y yo no sabía cómo hacer para decirle a _____que me iba y volvería a la madrugada, caminaba de acá para allá hasta que se me ocurrió llamar a Niall, él siempre sabe qué hacer.
-¿Nialler? –dije cuando contesto.
-Sí, Harold, ¿qué pasa hermano? –dijo aclarando su vos.
-¡Ya te dije que no me gusta que me llamen Harold! –Rodé mis ojos y suspire.- solo quería saber si puedes ayudarme...
-¿Con qué? –pregunto.
-No tengo cara para decirle a _____ que saldré esta noche, por eso quiero que me ayudes.
-Bien, aremos una cosa, yo te ayudo a salir por la ventana y me hago pasar por vos hasta que vuelvas.
-okey -sonreí.
-Pero... –dijo e hizo una pausa- me debes un buen desayuno.
-Claro, cuando vuelva déjame dormir un poco y luego te preparo uno.
-Ok.
Colgué con Niall y me metí al baño, me duche y me seque, me vestí con un pantalón de chandal gris y una remera azul lisa, con unas zapatillas negras. Baje y ahí estaban ellas dos riendo mientras miraban tv.
-¿todavía no llego la comida? –pregunte y ambas negaron con sus cabezas. El timbre sonó y fui a abrir, era el delivery. Le page y tome la bolsa.
-¡¡Llego la comida!! –grite y ellas dijeron “¡Sí!” al mismo tiempo.
______ se levantó del sofá y fue a la cocina a buscar vasos y algo para tomar. Jo me ayudo a abrir la caja de las pizzas.
-¿Eligieron alguna película para ver? –pregunte sentándome a esperar a _______.
-Sí, esta –dijo dándome la cajita era “La Sirenita.” Le sonreí y coloque la película y justo _______ llego con los vasos y una botella de Coca-Cola. Ella se sentó al lado de Jo. Dejándola en medio. Puse play y comenzamos a comer. La película iba por la mitad y Jo se había quedado dormida encima de _________.
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-¿Quieres que la lleve a su cama? –pregunto interrumpiéndome la película.
-como tu quieras, -dije sin mucha importancia él se levantó y se llevó a Jo en brazos.
Al rato vino y se sentó a mi lado. Iba por la parte donde en cangrejito sebastian le decía al padre de Ariel que ella había desaparecido. Él coloco su brazo en mi hombro, yo lo mire entrecerrando los ojos y el me sonrió.
-No molestes y quita el brazo-dije mirando la película.
-¿Y si no, Que aras? –dijo desafiante y lo mire.
-Dime quieres conservar tus testículos... –levante una ceja y él me miro sonriente.
-¿Te atreves a quitármelos? –dijo acercándose a mí. Su acercamiento hacia que me sintiera inferior a el. Sin pensarlo dos veces le tire el poco de gaseosa que tenía en mi vaso.
-¡Que mier*da te sucede! –grito enojado levantándose.
-Yo te dije que no me molestaras... –deje el vaso en la mesa ratona y me levante. –buenas noches. –pase por su lado y subí las escaleras.
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¡¡Dios mío!! Se imaginan él y tu sentados en un sofá comodísimo, el rodeándote con su brazo a pocos centímetros de tu cara. *baba*
¡¡Cuarto capítulo!! No se olviden de votar y comentar. ƸӜƷ