Primeras caricias.

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Mercedes se encuentra en casa de Bárbara, todavía está nerviosa por lo de Sofía.
-¿Bárbara que vamos hacer si la Sofia quiere hablar?
- Ay Mercedes no sacamos nada pensando en mañana, no importa lo que hagamos, siempre va haber un mañana, Mira Sofia es una Quiroga es cierto, pero no creo que... nos quiera hacer daño.. a nosotras no.
- ¡No!
- Yo creo que fue un arrebato, un acto desesperado, solo eso ¿bueno? -Mercedes asiente con la cabeza
-Solo eso
- Ya... - Mercedes no quita su mirada sobre Bárbara.
Bárbara para calmarla, la acaricia y la besa, Mercedes le devuelve el beso, Bárbara se acerca un poquito mas «¿Y si avanzo un poquito?» -piensa Bárbara.
Mercedes cierra lo ojos, esperando un beso mas.
La mano de Bárbara baja sobre las piernas de Mercedes, agarra la falda y empieza acariciarla, mientras espera algún sobresalto.
Mercedes nota la mano y se estremece, abre sus ojos al instante mirando tímidamente todo sin saber como reaccionar. «¿Que debo hacer? ¿Se siente bien, no puede estar mal?» - cierra sus ojos, se sonroja a la vez que se le escapa una sonrisa -Barbara lee muy bien la situación, no quita la mano y sigue avanzando mientras besa su cuello, sujeta su barbilla para indicarle que quiere un beso y a ella entera. « » Mercedes pone sus labios sobre los suyos, va besando la mejilla de Bárbara, todo se pone muy dulce, muy seductor -Se escucha que llaman a la puerta.
Bárbara sobresalta y se aparta y mira a Mercedes.
Mercedes se tapa la boca «¿Quien puede ser?», piensa mientras la devuelve la mirada.
-¿Nicanor? pensaba que tenia cosas que hacer
- Si -se levantan del sofá a la vez
-Bueno, eso dijo, bueno pero Nicanor no tocaría la puerta, si el tiene llaves de la casa -Siguen llamando a la puerta.
-Voy -dice Bárbara mientras se acomoda el cabello, y va directa a la entrada
Mercedes bebe un poco de engindado, esta nerviosa por todo lo que esta pasando, y esperando que no sea nadie.
-Don Ernesto - anuncia Bárbara, para que Mercedes lo escuche
Buenas tardes Bárbara.
Mercedes rápidamente echa un vistazo al sofá, por si hay algún almohadón descolocado y que no se percate, de lo que estaba ocurriendo.
-Adelante
-Permiso gracias yo.. necesito hablar con su marido -mientras entran a la sala
Mercedes, se pasa la mano por la boca por si pueda a ver algún resto de labial extra, escucha que se acercan.
-Mechita mi amor, ¿Que hace usted acá?
-Papá -le mira fijamente, sin saber que decir, acto seguido mira a Bárbara
-Yo a esta hora le hacia en el colegio mijita- mira su reloj
-Si, si estábamos con con...- mira las copas y a Bárbara «Barbarita ayúdame»
-Estábamos tomando un engindado, para celebrar el final de los examenes- mira acto seguido a Mercedes, para que le siga el juego.
-Sí sí sí, es que entregamos las notas de fin de año papa, entonces claro con Bárbara queríamos celebrar ... - mira de nuevo las copas.
-¿Usted esta bien?
-¿Por que?
- Por que le encuentro que esta tan roja, mi amor - acaricia su rostro
-Roja - le devuelve la mirada a Bárbara
«He sido yo, la que le ha puesto así»
-¿Se siente bien?
-Sí, si papá, no estoy roja -se toca la cara mientras pide ayuda con su mirada a Bárbara
«Como no va a estar así, si no llega a venir, me la estaría merendado Don Ernesto» Bárbara se acerca a Mercedes.
-El enguindado papá, se me sube a la cabeza inmediatamente usted sabe cómo es, bueno es su enguindado de la hotelería..
Bárbara sabe perfectamente que Mercedes no sabe mentir y actúa rápido.
-Quiere por casualidad Don Ernesto quedarse almorzar con nosotras, porque justo nos disponíamos hacerlo ahora
Mercedes observa la conversación, su cabeza no para «No no no, di que no,» - pero es incapaz de decir nada.
-No, te lo agradezco solamente venia... necesitaba tener una palabra con tu marido pero... me doy cuenta que no esta - las mira, un poco confuso «¿Que traman estas dos?»
-No... esta haciendo unos trámites, de hecho dijo que iba a ser un día muy ocupado... hoy- Mercedes asiente y mira lo que dice Bárbara
-Bueno en este caso las dejo disfrutar del enguindado y que sigan con sus cosas
-Le insisto no quiere tomar una copia de su enguindado.
«Que rapidez tiene para distraer a mi papá, esos labios... no puedo creer que hayan rozado los míos »
-No, no le agradezco mijita tengo que volver a la hosteleria, tengo cosas que hacer
Se ríe un poco tímidamente - Es que papa a Bárbara le encanta su enguindado
-Si, es que es un manjar de verdad, y eso que no soy buena para los licores fuertes, pero.. disimula, mientras Mercedes se le escapa otra risa nerviosa y la mira y la roza la mano
- Bueno me alegro que te guste tanto mi enguindado mijita - Ríe forzadamente mientras observa a su hija «No me gusta esta amistad tan intensa»
-Bueno no se, no llegue muy tarde no se olvide, que mañana nos tenemos que cambiar a la casa de los Valdivieso
Bárbara la mira enseguida «¿Se muda y donde?» Mercedes le devuelve la mirada
Ahh si papá, no se me va olvidar imagínese «Ya te contare» piensa mientras habla y la mira
-Bueno pero va a estar todo bien papá ¿ya? -Se acerca a él
-Usted no se preocupe relájese yo le voy a ayudar a ordenar empacar y oiga deje de decir, la casa de los Valdivieso, si pue ahora es la casa de los Möller.
Bárbara sigue mirándolos
-A si va a ser mi amor,  Bárbara permiso.
-Yo le acompaño papá - dirigiéndose a la salida
- Bueno - se lleva la mano al cuello y ve como le guía hacia la salida, mira de espaldas a Mercedes «Es preciosa, tiene unas piernas, necesito tocarla de nuevo»
-Hasta luego, nos vemos en la noche.
-Adiós mi amor, no llegues muy tarde - se cierra la puerta.

Mercedes, vuelve a la sala y ve como la sigue mirando , «No ha notado nada» se sonroja mas de lo que estaba y mira al suelo, Bárbara sigue mirándola.. moja sus labios - Mercedes le devuelve la mirada mientras todo su cuerpo tiembla, he intenta disimular, toda la situación con su padre le ha puesto nerviosa, y lo que estaban haciendo antes de que él llegara.

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Contra viento y mareaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora