Tocando el cielo III

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Un rato después.

Bárbara se despierta al escuchar a Mercedes respirar profundamente y agitarse un poco,

la mira, sabe que es un buen sueño su rostro lo refleja, le coloca un mechón revuelto y duda si darle un beso, no quiere despertarla - Por que eres tan hermosa - se acerca nota su respiración, junta con suavidad sus labios y los deja un segundo, espera a ver si se despierta pero solo hace ruidos muy suaves - Te ves tan tierna ¿Que estarás soñando? - le toca el rostro y desliza su mano por su escote, se acerca su oido y le susurra.

-¿Mercedes? - su mano sigue deslizándose por su falda - Mercedes es tarde ya ... - coge la falda e introduce su mano en sus muslos mientras espera alguna reacción o que abra los ojos.

-Umm...- sigue saliendo de su trance, se mueve al notar su mano pero sigue sin abrir los ojos.

-¿Mi amor?- cuando llega a su ropa interior la acaricia levemente sobre la tela, le da un beso en la mejilla - Amor ya despierta, si no te tendré que despertar a mi manera... - mueve esta vez con un movimiento mas fuerte y ella responde con un gemido, al escucharla se muerde el labio esperando que abra los ojos.

-Bár... - abre lo ojos y ve esos ojos color café mirándola, siente su mano estimulándola sobre su ropa interior - Me he quedado dormida... solo un segundo - vuelve a cerrar lo ojos al sentir como ese placer empieza a formarse.

-Ha sido mas que un segundo - se acerca a su rostro besa el lunar que tiene encima del labio -¿Estás despierta ya amor?

-Eso creo... o esto es un sueño - la sujeta la cabeza y la guía a sus labios, abre la boca y la deja entrar, Bárbara se coloca mejor la besa e introduce la mano dentro para sentirla mejor.

-Has dormido un buen rato, no te querría despertar pero no he podido resistirme, ¿ya estás despierta amor?

-Si ¿ahora que? - abre completamente los ojos y la mira.

-Terminar lo que inicié ¿No? - retira la mano de su centro se lleva dos dedos a su boca los chupa y vuelve a introducirlos, juega con todo su centro.

- Me parece... una buena...  idea... -abre más las piernas y vuelve a besarla, introduce su lengua y saborea cada centímetro de su boca.

-Estás tan mojada, que me quitas la poca cordura que tengo.

Baja la ropa interior hasta los muslos enseguida la mueve para poder dejarlas caer a los tobillos, sube la falda mientras deja besos en su cuello, su clavícula, la sujeta con fuerza las caderas, pasa su lengua por el comienzo de su escote, no quiere demorarse mucho en bajar.

Mercedes sigue con los ojos cerrados sintiendo cada caricia cada roce en su cuerpo, nota como Bárbara se acomoda mejor sobre ella y auto seguido abre sus ojos para verla sumergida en ese deseo que ambas están, lleva sus manos a su cintura subiendo hasta  sus pechos sobre la ropa y aprieta con fuerza, Bárbara gime al sentir ese agarre, vuelve a su boca e introduce su lengua con brusquedad, se separa completamente dejando a Mercedes con ganas de seguir besándola, se arrodilla en el piso se quita los tacones para estar cómoda, cuando esta descalza le quita también los zapatos y la ropa interior que quedo a medias, no puede y se acerca a sus piernas, huele su piel da cortos besos hasta llegar a sus muslos,  llega a la falda y con un movimiento la acomoda para tener visible todo su anatomía, deja besos en el interior de sus muslos, sus ingles, se sube a su cuerpo y vuelve a besarla.

-Te quiero tanto Mercedes- se acerca a su boca para seguir besándola.

-Y yo mi amor- la besa con mas profundidad.

-Te deseo tanto que no creo que sea normal -dice entre beso y beso, siente la lengua de ella y la succiona con fuerza haciendo que Mercedes jade.

Sus manos vuelven a su cintura bajando hasta sus caderas se queda un segundo pensando si quitarla la falda pero al sentir a Mercedes abrazarla con las piernas para tenerla contra ella, queriendo rozarse, pierde la poca paciencia que tiene, muerde su labio con suavidad vuelve a repetir con más fuerza, haciendo que gima más fuerte, no puede esperar más la suelta del labio, va bajando por su cuello, la desabrocha la blusa sin apartar sus labios besa sus pechos aun escondidos en su sostén.

Contra viento y mareaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora