|| 𝟚𝟘 𝕕𝕣𝕒𝕓𝕓𝕝𝕖𝕤 𝕝𝕦𝕨𝕠𝕠 ||

XIV : [ SIXTH ]

♦ Romance, angst. 

♦ Jungwoo tiene un sexto sentido.

♦ 492 palabras

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Para el mundo en general, tener un sexto sentido es solo una cuestión de suerte. En otras palabras, tener un sexto sentido es falso. Y tiene sentido, sobre todo cuando menos de un 10% logra "adivinar" algo correctamente.

Pero Jungwoo lo tenía y no era algo que quisiera probar a la gente por fama o dinero, si era totalmente sincero, no quería tenerlo.

La primera vez que lo sintió como un sueño vívido fue el día que murió su perro. Él sabía que iba a suceder, no era simplemente algo en el corazón, sino toda una experiencia como un video en su mente repitiéndose diez veces. Se lo contó a su madre entre asustado y curioso, tenía solo doce años y sentía el corazón latiendo como si hubiese corrido una maratón, y cuando vieron al perro en la pista moribundo su expresión fue tan... aterradora que Jungwoo decidió no volver a hablar de eso.

Fue el inicio de un todo, los videos en su cabeza empezaron a aparecer con más frecuencia y Jungwoo solo quería que pararan. Caras de personas que nunca había visto en su vida y mientras más veía, más sentía, como si fuera la otra persona. Lo asustaba, a veces se levantaba en plena madrugada con la mirada perdida intentando procesar todo lo que había visto.

Era demasiado.

Y se salió de control, en el trabajo, sabía qué sucedería con sus compañeros de trabajo por la noche, presentía quién estaba más cerca a casarse, sufrir un robo o incluso morir. Desarrolló una leve ansiedad, llegando a temblar en ocasiones, sobre todo cuando las imágenes pasaban rápidamente por su cabeza.

— ¡Hola!, ¿sabes cuál es la oficina de administración?

Jungwoo alzó la cabeza y miró al hombre que lo saludó.

— A- a la izquierda, ve derecho.- seguro había parecido asustado o algo parecido porque el otro lo vio preocupado.

— ¿Estás bien?- Jungwoo asintió y deseó que se fuera de una vez. No quería verlo, se quedaría grabado en sus pensamientos y empezaría a ver su futuro y-

— Si quieres te puedo llevar al doctor.

Y nada. Jungwoo no podía ver nada del otro. Un libro blanco, así era, y no sabía si eso debía asustarlo o hacerlo sentir cómodo. Después de tantos años, Jungwoo sintió paz.

— No es necesario.

El chico no pareció convencido pero siguió adelante. Y volvió. Lucas, así se presentó luego de ir por tercera vez al lugar, se volvió parte de la empresa.

Se volvieron amigos, se volvieron amantes, se volvieron novios, se volvieron como la luna y las estrellas, caminando lado a lado a donde los llevara el mundo. Jungwoo sentía que respiraba y Lucas sentía que había encontrado el amor para siempre.

Sin un sexto sentido entre ellos, todo parecía estar bien, sin ver el futuro de Lucas, parecía perfecto. O al menos eso pensó Jungwoo después de hacer el amor con él.

Ese día su novio, su paz, su estrella decidió dejar de brillar.