Five Feelings || Tododeku

Alegría.

Narrador: Midoriya Izuku
Hora: 2:00 PM

[ . . . ]

"Debo dejarle la carta en su mesa, debo dejarle la carta en su mesa, debo dejarle la carta en su mesa, debo dejarle la carta en su mesa"
Eso era lo que pensaba antes de que la campana de salida sonara.

Realmente me sentía nervioso, bueno, ¿en esta situación quién no?

Todoroki siempre se ha sentado al lado mío, en la otra fila. Apenas se volteé antes de que agarre su maleta y se vaya, trataré de colocar la carta en su pupitre. Y así se virará para coger su maleta, mirará la carta y saldré corriendo. Gran plan, ¿verdad?

Estaba sentado en mi puesto, temblando, sentía que el alma se me iba, pero no podía rendirme. No después de todo lo que pasé en estos cinco benditos días.

Voltéate.

Voltéate.

Voltéate.

¡No se volteó!

—¡Todoroki-kun, espera! —Me apoyé en mi mesa y grité antes de que agarrase su mochila. Éste me quedó mirando sorprendido de aquella acción tan desesperada que hice haciéndome caer en cuenta que aún habían algunos compañeros de nuestra clase.

Kaminari y Kirishima me miraron raro.
Kacchan me miró enojado.
Uraraka e Iida me miraron confundidos.

Rayos, esto no fue lo que planeé.

—¿Sí, Midoriya? —Alcancé a escuchar lo que dijo Todoroki a pesar de la gran vergüenza que acabé de tener.

—¿Q-Quisieras esperar a que todos se vayan? Necesito darte algo importante. —Respondí casi susurrando, esperanzado a que los demás sigan su propio rumbo de ir a casa.

Pensándolo bien, ¿para qué darle la carta si ya todo el plan de entregársela en discreto no salió como esperaba? Puedo decirle que lo espero en cinco minutos allá, y entre esos minutos, prepararme mentalmente.

—Midoriya —Brinqué del susto, su voz me hizo que deje de pensar o arreglar el plan.— Ahora que todos se fueron, ¿qué querías darme?

— Más bien darte... No. Quisiera hablar contigo sobre algo muy importante —El de pelo bicolor me miraba atentamente.— Hablemos en la parte trasera de la Academia, en el árbol de Cerezo, por favor.

Cuando acabé de decirle sobre la invitación, tomé mi maleta y me dirigí a la salida de la clase de forma lenta, al dejar de ser visto por Todoroki salí corriendo a toda velocidad.

—¡Bien! Primer paso hecho, ahora falta la segunda y la más difícil. —Dije con dificultad mientras corría lo más rápido que podía.

Llegué al punto de encuentro y dejé mi maleta en el césped. Cansado y agotado, sudando frío por lo que iba a venir. Entre suspiros intentaba recordar cada palabra que tenía planeado decirle. Todo era perfección en mi cabeza, nada puede salir mal. Nada irá mal.

Veía a Todoroki llegar caminando hasta aquí, cada paso que daba, sentía cada vez que la sangre se me iba al suelo más y más.

En cualquier momento me iba a desmayar de la mega ansiedad que tenía.

En el momento más inesperado lo vi frente a mí, ya había llegado.

—¿Y bien? ¿De qué quieres hablar? Si es algún problema familiar, te ayudaré animándote en lo que pueda. —Joder, sentía mi corazón acelerándose, si dejaras de ser así en estos momentos...

—Bueno... No exactamente. Lo que pasa es que... Es algo difícil de decir, es algo que hasta yo no me lo podía imaginar, pensar que algún día de estos pasaría y tuviera que hacer esto. —Éste solo me miraba confundido, pero atento a lo que decía. Juraba que miraba a sus ojos y sentía que me iba al otro lado del mundo.— Ehh, y-yo... Hace ya mucho tiempo que llevo cargado con un sentimiento que lo quiero dejar salir y...