Capítulo 9

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Dr.R
Fecha: 14 de Marzo del 2002
Hora: 6.46.30
Me han informado que ayer en la mañana apareció uno de los familiares del chico de la habitación 46. Según me contó la señora de la administración su madre no sabía de él desde hace 2 años y después del incidente del 9/11 empezó a buscarle por temor a que algo le pasase ese día ¡Bueno señora¡ ¡Vaya y le ha tomado tiempo encontrarle! Me dirijo a la habitación y veo la ficha de información. Solo hay 1 paciente en esta habitación. Supongo que la señora Martha ha sido trasladad de sala. Lastimosamente Michael Drew falleció hace unos días.

Paciente 1
Sexo: Masculino.
Edad: 22 años.
Nombre: River O'Doherty.

Voy caminado hacia el chico.
—¡Vaya!—digo mirando a River—tienes un bonito nombre.

Mientras leo el informe de River, veo cómo abre sus ojos. Y me mira. Me dirijo de inmediato a buscar al doctor a cargo del chico. Mientras hago eso, choco con una enfermera y le grito mientras me disculpo diciéndole que uno de los pacientes ha despertado.

Hora: 15.46.30
El Doctor Max me ha dicho que en casos como los de River, sucede que tienen lapsus cortos de lucidez. Este fue uno. Pero ha vuelto a cerrar sus ojos. Dice que la próxima vez no me alarme tanto. Me ha dado algunas indicaciones en caso que vuelva a suceder. Me siento como una tonta pero es normal. Soy una niña si me comparo con los demás aquí. Siempre estudié en casa y tuve calificaciones casi perfectas al hacer los exámenes de ingreso a la Universidad. Me gradué más joven que el resto así que puedo considerarme una niña en esta área. Me dirijo a mi oficina de nuevo y cierro la puerta. Enciendo un rato la radio y empieza a sonar una canción. La canción trata sobre la muerte de un niño y como eso no afecto al mundo debido a que este sigue sin más su curso. Minutos después una de las enfermaras se acerca a mi oficina y toca la puerta, me indica que tengo una llamada en espera. Al contestar me sorprendo:
—El tipo ha soltado la sopa. Aquí es donde el caos toma su forma.

Secuestramos al tipo hace ya tiempo. Todos terminan hablando tarde o temprano. Me excuso con el Doctor de turno. Le digo que no me siento bien. Tomo la mochila que tengo en mi locker. Salgo lo más rápido que puedo del hospital, una vez en la calle paro un taxi y le doy una ruta. Tras varios minutos llegamos. Le pago y me dirijo hacia un edificio un poco descuidado, abro la puerta, camino unos cuantos pasos y tomo el traje negro que hay en mi bolso. Me cambio. Siempre lo llevo conmigo desde hace 3 semanas. Me cambio por completo ahora soy alguien irreconocible. Tomo mi ropa y la guardo de nuevo. Acomodo mi mochila detrás de un escritorio algo viejo y lo cubro con una tabla suelta. Salgo por la puerta trasera del sitio. Unos veinte minutos después llego a mi destino. Al entrar todos me miran y digo la frase típica con mi voz fingida:
—Aquí es donde el caos toma su forma—todos asienten.
—El tipo ha soltado la sopa y ha dicho lo que necesitábamos oír. Hay 3 más involucrados pero nos tomará algo de tiempo encontrarles.El único modo de tumbar las Torres Gemelas era con una explosión interna controlada y este tipo nos dijo quiénes fueron los perpetradores de tal barbarie. La temperatura del fuego no fue tan elevada como para derretir las estructuras hasta el punto de romperlas. Se necesitan 660 grados centígrados para provocar un derrumbe como el que sucedió el 11 de septiembre de 2001.
—Entonces ¿Qué haremos con él?—pregunta una chica de cabello plateado.
—Le daremos una cuchara de su propia medicina—responde el líder.

Dos toman al tipo y lo hacen hincarse. Este ruega por su vida pero a nadie le interesa excepto a mí. Me siento nerviosa. Tengo miedo de lo que le harán. Entra un hombre sosteniendo una cubeta de metal. No logro ver su contenido.
—Queremos justicia y la vamos a obtener. Queremos que todos sepan que nos deben temer y que mejor que dando el ejemplo con este individuo despreciable. Aquí es donde el caos toma su forma.

Vacían la cubeta encima del tipo, de ella salen montones de alacranes. Me asusto mucho así como él. Algunos nos apartamos. El tipo grita. Esta muy asustado. Estos bichos entran en su ropa y este intenta quitárselos mientras sigue gritando. Unos cuantos alacranes se acercan a nosotros.
—Pero ¿estás loco?—grita un hombre detrás mío—¿Nos quieres matar? No puedes soltar a todos estos bichos aquí.
—Tranquilo, amigo—dice el líder con sus penetrares ojos grises—son Bothriurus bonaerensis, no letales. Solo te pican y duele. Pero no mueres por eso.

Miro al suelo y tomo uno con sumo cuidado. Tiene razón es un Bothriurus bonaerensis, presenta un único aguijón, pinzas redondeadas y cortas, dorso de coloración entre rojizo a negro. Lo pongo de nuevo en el suelo.
—Ahora—señala al tipo— vamos a dejarte ir pero quiero que sepas algo. Si vuelves a meter la pata, estos escorpiones no van a ser tan amigables—el tipo asienta—irás donde tus amigos y les dirás que se cuiden porque los vamos a eliminar uno a uno. Tú solo fuiste un medio para un fin. Pero aún así en tus manos está la sangre de miles de personas.

Uno de los guardaespaldas le da un golpe en la nuca y el tipo cae. Lo han noqueado.
—Será dejado donde lo encontramos pero antes—me mira a mí—Señorita, necesitamos de sus servicios médicos de todos, usted es la única capacitada para ayudarnos a esta labor.

Entra una chica de ojos cafés y cabello caoba con un par de artículos de sala de cirugía. Siento miedo.
—Usted le dará a este hombre un regalo que nunca olvidará. Le cortará los dedos de sus pies. Lo haríamos con mucho gusto pero no queremos que él se desangre, lo queremos vivo. Al menos hasta que entregue el mensaje.

Estoy asustada. No puedo hacer eso. Va en contra de mi ética como doctora. Los miro.
—Sino lo hace será una cómplice más y sabemos lo que le sucede a los cómplices ¿verdad?

¡Oh no! ¿En qué me he metido?

¡Recuerden!
Voten y comenten :)
-Fairymushroom

Dr.R [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora