Raoul se sentó a la mesa en silencio mientras escuchaba la conversación de sus padres. Comenzó a cenar con tranquilidad, sin interrumpir demasiado. Reprimía sus impulsos de llevarse la mano al bolsillo y revisar sus mensajes.
- Raoul. - la voz de su madre le sacó de sus pensamientos.
Los tres le miraban expectantes, así que supuso que le habían preguntado algo mientras él no prestaba atención.
- ¿Eh? - cuestionó - Lo siento, no estaba escuchando.
- No pasa nada, cariño. Te preguntábamos si cenas mañana aquí o vas a salir, porque nosotros nos vamos a pasar la noche a Córdoba, ¿recuerdas? Aún puedes venir si quieres...
Tragó mientras sopesaba sus opciones.
- No me apetece, mamá. Y sí, ceno aquí, pero podéis iros, no pasa nada. - sonrió y sus padres asintieron en silencio.
Minutos más tarde, su madre volvió a interrumpir sus pensamientos.
- Si quieres puedes pedir algo de cena e invitar a Agoney. - sugirió con una sonrisa sincera, consiguiendo que Raoul desviara la vista con incomodidad.
- Lo hemos dejado. - lo susurró tan bajo y tan rápido que les costó entenderlo.
- Cariño... pero si hasta hace nada estabais mejor que nunca.
- Lo sé.
Su móvil vibró en su bolsillo y no pudo frenar el movimiento de su mano. Respiró hondo y lo desbloqueó, encontrándose con un mensaje de Nerea. Volvió a guardar el teléfono con resignación.
Se levantó sonriendo ligeramente para no preocupar a su familia y se dirigió hacia la puerta, alegando que iba a grabar unos cuantos covers un rato.
- Tete. - Álvaro le frenó antes de salir agarrando su brazo - Si de verdad quieres arreglar las cosas, no esperes a que sea él quien te hable. No hagáis el idiota, anda.
Raoul asintió deshaciéndose del agarre y se encaminó hacia su habitación. Sacó su móvil del bolsillo y abrió la conversación de Nerea.
Nere: Habla con él, Raoul.
Nere: Estoy hablando con él y no quiere contarme nada, pero sé que no está bien.
Nere: No seáis idiotas, por favor.
Raoul: No sé que hacer, Nerea.
Raoul: ¿le llamo?
Antes de recibir la respuesta afirmativa de su amiga, ya estaba marcando su número de memoria.
Cada pitido conseguía desesperarle más que el anterior y comenzó a temblar mucho antes de que la voz del canario llegara a su oído.
- Hola.
- Ago... ¿Estás ocupado? - preguntó con temor.
- No, solo estaba viendo una serie.
- Si lo prefieres puedo llamar mañana... - sugirió el pequeño, tratando de no molestar.
ESTÁS LEYENDO
One-shots | Ragoney |
FanfictionLas escenas aleatorias que vienen a mi mente cuando menos me lo espero las escribo aquí e intento darles sentido. Espero que os gusten y os entretengan igual que yo lo hago escribiéndolas. ??