San Marcos.

Numeros misteriosos.

Llego el fin de semana, por los pasillos lo que mas se comentaba era la llegada de varios grupos de investigación y seguridad al pueblo, todos contratados por Dayana y sus representantes, intente alejarme de ella, de Rach, de todos... no quería pensar en nadie por ahora, estaba muy enfocado en mis estudios y en mí mismo, cuando llegue a casa luego de clases, recibí una llamada de unos amigos, habían organizado una fiesta en la casa vecina de uno de ellos y me dijeron que vaya, no tenía muchos ánimos, temía toparme con alguien que me arruinase el día, luego de mucha insistencia acepte, tome mi chompa y salí rápidamente para no perderme nada. Cuando llegue me recibieron con mucho alcohol, sabia que terminaría ebrio, pero creo que no me vendría mal, hace tiempos que no tomaba y con todo lo que ha pasado me ayudaría un poco, cuando ya entre en calor choque levemente con una figura familiar.

-Pero miren... Jack Jhonsons va a fiestas – Dijo carolina mientras se giraba a verme clavándome sus achinados ojos negros.

-Soy una caja de sorpresas mi querida amiga – respondí mientras agarraba una copa de alcohol.

- ¿y viniste solo?, alguien como tu no debería pasar estos momentos sin una buena compañía – dijo acercándose un poco hacia mi.

-La verdad, mis amigos me trajeron y pues la compañía que me gustaría no esta.
-Oh... ¿Hablas por Rach verdad?

-Si... creo que ya sabes lo que paso

-Si... ella mismo me lo contó ayer... pero mira, no es momento de ponerse mal, deja esa cerveza aun lado y ven

Carolina me tomo de la mano con mucha sutileza, no sabía a donde me llevaría, simplemente la seguí, mientras mi cuerpo estaba ahí, mi mente solo recordaba los dulces labios rojos de Ari... Cuando la bese por primera vez bajo la palmera... cuando por primera vez nos entregamos el uno al otro... De repente volví a la fiesta. Estaba sentado junto a muchos amigos de carolina, íbamos a jugar a algo llamado 7 minutos. Pregunte que era ese juego y me platicaron que era algo como el juego de la botella, solo que en vez de un beso, los que queden seleccionados irán a un cuarto y estarán 7 minutos solos para que hagan lo que quieran, la verdad me parecía un juego demasiado estúpido, si ya la botella era tonto, 7 minutos, en un cuarto, imagínense si salía con un hombre...

El juego empezó, al inicio dos chicas salieron seleccionadas e incluso se pasaron mas de los 7 minutos, luego de varias vueltas, llego mi momento, la botella giro, giro y giro, quería demasiado que cayese en mí mismo para ir solo, pero a veces la suerte no me favorece mucho que digamos, y lamentablemente cayo con quien creí que caería, Carolina. Mostré una sonrisa pícara para no incomodar a nadie, entramos y programe el temporizador para que nos avise cuando ya fuesen los 7 minutos, intentamos mantenernos juntos para que no pareciera algo obligado. Para romper el hielo, comenzamos a conversar.

-...Entonces... ¿Cómo te ha ido?... – pregunte mientras cruzaba mis brazos y miraba sus ojos.

- Bien... la verdad me he acostumbrado muy bien al instituto y a San Marcos, aparte me he encontrado ocupada intentando averiguar que paso con Dayana Romero y su inusual aparición – contesto mientras se acercaba mas y mas hacia mi.

-¿Acaso tenemos una detective en el lugar? – bromee un poco para que la situación deje de estar incomoda.

- jaja Un poco si... me parece muy raro todo esto, apareció de la nada, según los reportes la deuda de su padre se saldó cuando lo mataron... no habría razón de ellos para volver a atacarla... a no ser que ella esconda algún ex novio celopata o algo por el estilo el cual no puede superarla

- La verdad yo creo que hay que creerle, y estar felices porque está bien, fue una persona muy querida en su tiempo aquí.

- ¿De verdad?, porque según escuche era criticada demasiado por su continuo bullyng hacia muchas chicas.