"Corazón Destrozado" - Dramione

Prólogo

No sé cómo llegué hasta aquí, aún me cuesta entender como todos nuestros planes se derrumbaron ante nuestros ojos, a pesar de que improvisamos todo en la guerra, creí que ganaríamos, pensé que todo había acabado cuando Voldemort cayó. Cuando él llegó rodeado de mortifagos, con Hagrid llevando a Harry muerto en sus brazos, después de todo lo que habíamos perdido, aún entonces, creí que podríamos ganar. Y como para animar más mi estúpida fe, Harry se levantó y luchó contra Voldemort, Neville cortó a Nagini en dos y solo dos varitas en alto parecían definirlo todo, era como un partido de futbol, todo el estadio se paralizó ante la jugada final, y se suponía que cuando el hechizo le llegara a esa asquerosa serpiente, todo se acabaría. Solo uno viviría, no se suponía que se llevaría a Harry con él, que sería de doble impacto, ni que Bellatrix se zafaría de los ataques de Molly Weasley para enloquecer al ver a su gran obsesión en cenizas. Se suponía que todo acabaría ahí.

Pero no fue así.

No puedo definir el minuto exacto en que todo se desmoronó.

Cuando Harry cayó al suelo, corrí a verlo junto a Ron, lloré sobre su cuerpo ignorando por completo la nueva batalla que se había generado, o quizás ya estaba por completo entregada a la muerte. Todo fue muy difuso. Recuerdo a Bellatrix acercándose a las cenizas de Voldemort con los ojos desbocados, lanzaba hechizos y maleficios sin tapujos ni control, los mortifagos huían, y como si eso pudiera acercar nuestro triunfo, no hizo más que ponernos del mismo lado.

No sé cómo lo hizo, pero uno de esos maleficios lanzados al cielo tuvo tal poder, que todos caímos al piso. Todo se llenó de nubes negras y en cosa de segundos comenzaron a salir inferís, dementores y acromantulas desde las raíces de la tierra, para acabar con todo lo que viviera. Bellatrix se acercó a nosotros aún llena de ira incontrolable, continúo maldiciendo a todos los que se cruzaban, y mientras Ron corría el cuerpo de Harry a un lugar seguro, yo traté de repeler cada maldición imperdonable que me lanzaba. Pero ella no se detenía, vi como su ira caía sobre la poca familia que le quedaba, vi al matrimonio Malfoy y miles de otros mortifagos caer al suelo sin vida. Todos trataban de detenerla y perdían la vida en el proceso: McGonagall, Molly, Kingsley, La Profesora Sprout e incluso Filch, todo en vano.

El mundo se caía en pedazos, la gente que amaba moría a mí alrededor. Fue la primera vez que vi la realidad, estábamos acabados, habíamos perdido la guerra.

Solté mi varita y caí junto a los demás, esperando por la maldición que daría fin a todo.

Unos brazos me rodean y veo sus ojos justo antes de sentir el tirón típico de la desaparición.

- No te perderé a ti también Granger.