Capítulo IV

1.6K 134 11
                                    



- ¡Mione! Con que aquí estabas – La voz de Hannah me distrae de mis locos pensamientos y me trae de vuelta a la realidad, fuera de los recuerdos que es mejor dejar enterrados –Te estábamos buscando.

- Si, nos diste un susto cuando no llegaste a comer anoche, te encontramos acostada cuando volvimos a buscarte, pero al despertar ya no estabas.

Dylan llega junto a Hannah y los dos chicos a los que jamás pregunté su nombre, a sentarse con bandejas y comida a la mesa en donde estaba. No dicen mucho ahora, pero...

- Ya que estaremos en este refugio a salvo, lo más lógico sería aprenderme sus nombres y quizás de donde vienen. Solo si quieren obviamente, y me disculpo por no preguntárselos antes.

- Está bien tranquila, tampoco nos conocemos mucho entre nosotros, con todo lo que sucedía no era muy conveniente hacer amistad.- Dylan quien se sentó a mi lado apoya su mano sobre la mía, en una señal de apoyo, creo. –Todos ya saben cómo me llamo, pero soy un... ¿Cómo le dicen ustedes?

- Muggle.

- Si eso, soy de Escocia, el pueblo en donde vivía estaba cerca del lugar en donde empezó esta guerra, así que huimos de ahí hace como un año después de que fue quemado. Ah sí, con mi hermano Jem.

El otro niño muggle que estuvo todo el tiempo junto a nosotros, ahora está sentado al lado de Dylan, me sonríe, pero sigue sin hablar y solo vuelve a comer, supongo que no es muy comunicativo.

- Genial, hola Jem, es un gusto al fin saber tu nombre, yo soy Hannah y soy hija de muggles, gente como ustedes, pero yo tengo magia, así que iba a una escuela especial con Hermione y Ben, es en donde se inició todo.

- Y tu Ben... ¿Por qué nunca escuché de ti si ibas a Hogwarts con nosotros?

- Porque soy de tercer año, no estuve en la guerra, nos mandaron a Londres a tiempo –Ben responde todo esto sin apenas mirarme, ayer noté que era un chico bastante desagradable, pero jamás pensé que había circulado en mi misma escuela por al menos dos años –Y supongo que los amigos del gran Potter no tienen tiempo de mirar a los demás cuando están preocupados de salvar el mundo.

- ¡Ben!

Hannah lo empuja y el solo la ignora, lo que dijo me molesta, mucho, pero no me esperaba menos de un chico que solo me ha tratado mal desde que lo conocí hace unos días, y si espera hacerme llorar o explotar, espera en vano, aguante los insultos de Malfoy durante años, esto no es nada.

- Está bien Hannah, no te preocupes, está claro de que no soy su persona favorita ¿De qué casa eras?

- Ravenclaw. –Su respuesta me sorprende, no esperaba toda es agresividad y sarcasmo de parte de una de las casas más inteligentes – Oh, ¿esperabas que solo los Slytherin te odiaran? Pues te equivocas, no todos creían en esa absurda guerra. Y quizás la hubiera apoyado si no hubiera perdido a toda mi familia que trato de luchar para esconder y defender a Potter, y perdió la vida en el proceso, solo para que ustedes generaran una guerra peor.

Todos en la mesa se quedan en silencio, y yo no soy capaz de responder nada, así que Ben solo sigue comiendo ignorando por completo mi presencia. No lo puedo culpar por odiarme, no cuando tiene razón, sacrificamos cientos de vidas para ganar una batalla y al final, perdimos la guerra, y cientos de vidas más se agregaron a la lista.

Perdí a mis dos mejores amigos, a todos mis seres queridos, a mi familia, por una absurda guerra que creí podíamos ganar, debo asumirlo de una vez, ese estúpido espíritu Gryffindor se me subió a la cabeza y me hizo creer que era capaz de hacerlo todo, que mientras el Trío Dorado se mantuviera junto, seríamos de derrotar a cualquiera, obviamente en ese tiempo también pensaba que Voldemort era lo peor que había pasado por el mundo mágico, ignoré por completo que las guerras nunca acaban, y menos cuando son provocadas por rencor, envidia y corazones rotos.

"Corazón Destrozado" - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora