-Ahh...sin duda odio esperar...-Dijo Naruto mientras se recargaba en una pared.
-¡Pero si solo llevas ahí un minuto!-Grito Ashura dentro de su mente, gracias a que habían conseguido una conexión.
Si, Naruto llevaba en la academia un minuto y ya estaba irritado, los efectos secundarios de convivir con el primer Uchiha. Aunque si se ponía a pensarlo convivir con todos sus compañeros de mente que nunca pagaron la renta le dejó otros más.
Kyuubi le había convertido en un travieso de primera, que tampoco es que no lo fuera ya, y lo volvió de temperamento irritable, mientras que Ashura le había dado una confianza demasiado alta que según Tou-san 2 iba a hacer que lo mataran un día de estos, y este último le dio una necesidad de leer en el momento más inoportuno que, si no fuera porque no es Jounnin y que lo que lee es informativo, parecería cierto ex-ANBU de malas excusas y de poca puntualidad.
—En algún lugar de Hi no Kuni...
Cierto peliplata leía su libro cuando sintió que alguien lo alago de una forma que para muchos habría sido una ofensa.
—De vuelta a la Academia ninja de Konohagakure no Sato.
-Y bueno...¿algún plan?-Preguntó el rubio.
-¿Plan?, ¿como para que?- Dijo Ashura confuso.
-Para divertirnos-Dijeron con malicia Naruto, Indra y Kyuubi, dejando con miedo a los otros dos, que ya sentían como la escuela se iba a convertir en escombros.
-¡Lo tengo!- Gritó Kyuubi- ¿Y si llenamos el lugar de "el" Uchiha y sus fana- que diga...tus amigas con polvos pica-pica?- Los otros dos participantes se miraron.
-¿Y si en lugar de eso le hacemos una broma al heredero Inuzuka?-Naruto miró a Indra-Dicen que es un idiota y un insinuado.
-Nah...¿que tal si enviamos un poco de agua al trabajo del maestro?-Se iban a preparar para hacer aquello cuando el maestro entró, aliviando a Ashura y a Hagoromo.
El hombre era de cabello castaño, estatura mediana y de piel morena, con una curiosa cicatriz cruzando por su cara. Naruto le reconoció, era uno de los tantos Shinobis que había espiado mientras entrenaban, aunque mientras que a otros les espiaba por sus técnicas o por sus hazañas, a este le recordaba por un motivo mucho más interesante.
El nombre de su ahora maestro es Iruka Umino, Chunnin que, por lo poco que sabia, había perdido a sus padres en el ataque del Kyuubi, puesto que ambos eran Shinobis.
Fue salvado por un Ninja desconocido para el, y desde que se volvió huérfano intentó llamar la atención de todo el mundo haciendo bromas, cuando pasaba por un mal momento el Sandaime estaria ahí para el. Tenía que admitirlo, era exactamente como el.
Al crecer, se volvió un Chunnin de buenos principios y consiguió el respeto y admiración que siempre quiso. Naruto en definitiva creía que valía la pena intentar ser amigos con el y hacerlo saber que el solo es un contenedor, pero a la mínima lo mataría.
-Oh, mira, alguien viene-Dijo el rubio interesado-Ah, "el" Uchiha-Continuó.
Era muy hábil, y su potencial era claro, tenía una actitud seria, con mirada de pocos amigos y nunca bajaba la guardia o dejaba de prestar atención a su alrededor. Su fachada a el no le engañaba, pero por ahora la dejaría ser.
Detrás de ella alguien más entró. Y al ver quien era su cara cambio de una expresión de curiosidad a una de asco-Kiba Inuzuka...el heredero de su clan.-Menciono Ashura con la misma mueca que Naruto.
-Es débil, el pensamiento no es lo suyo y no sabe distinguir entre una cita y una pelea, lo único bueno de el es esa habilidad suya para meterse en lugares donde no debería. Si llega a tener Sensei, y este le quita esa actitud de pervertido de primera y de remedo de mujeriego talvez sea un buen Ninja.-Dijo Indra.