XIV

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Dedicado a ampaab
¡graciassss!

Ya no había marcha atrás.

Es lo que muchos dicen cuando metieron la pata ¿no?

Desde que regresaron no tenía cara para mirar al guardián.

Tonta. Tonta.

Eso es lo que pasaba cuando pasa mucho tiempo con una persona. Solo fue un beso... Uno que la hizo derretirse.

Si no contamos los de... El Lobo.

Ahí otra cosa con que atormentarse. Dudaba de muchas cosas, aún más del destino.

No pasaban ni más de dos minutos sin poder recordar lo que ocurrió en el nido, su cabeza a estas altura debía estar hecha un desastre de tanto revolverse el cabello.

—Miss Ojeras parece que no durmió bien.

—Y también parece que no fue a la peluqueria.

—Creo que estoy en problemas.

—Es una buena razón para verte así. Parce que no los tuvieras nunca.

Si claro, tengo una vida muy relajada lejos de las preocupaciones – ironizó en su mente.

—Entonces...

La miraron expectantes, intercambio una mirada entre ellos y su comida. Finalmente se cubrió la cara.

—Bese a alguien.

Silencio.

—¿Y? – dijeron sincronizados

Quito sus manos y los miro con el sueño fruncido.

¡¿Y?! Eso es lo único que hiba a decir.

—Sinceramente no creo que seas tu el problema...

—El problema es a la persona que besé.

—¿Tan feo era? – bromeó Ronald.

—¡¡RON!! – riñeron las dos muchachas.

—No me griten, puede que no debiste haberlo hecho pero si ya lo hiciste ¿Cuales son las consecuencias que tienes?

—Pues...

—No las hay. Lo único que te preocupa es si le gusto ¿no?

—No, no – negó agitando la cabeza sonrojada – es solo que... Es extraño que... Me sienta ¿bien?

—Te gusta.

—Claro que no. Es muy gentil y todo pero...

—Solo sigues negándolo. Pero si quieres estar segura preguntaselo a el.

(...)

¿A el? – suspiro caminando por la calle. Era una completa locura ¿Qué deberia preguntarle?

El nunca me vería diferente.

Y con ese último pensamiento se sumergió en una nube negativa.

Con pasos rápidos, se adentro al local, habían chicas que comenzaban a preparar las mesas, miro su reloj, ya casi era hora de abrir.

Se dirigio hacia los vestidores, y lo que vio no le gustó para nada.

(...)

Intento estirarse un poco más la falda hacia abajo, el vestido era demasiado... Corto.

Hecho un suspiro al aire esperando a acostumbrarse a todo esto lo más rápido posible. Tomo con elegancia las bandejas llenas de tragos, por solo un segundo se preguntó porque todos los de ahí les gustaba estas bebidas.
Ni siquiera olían bien.

Poco a poco los la bandeja se fue vaciando.

Realmente se sentía incomoda, con todas esas miradas, especialmente de hombres, sobre ella.

Cuando regresaba hacia la barra miro a través de la ventana. Un par de ojos viéndola con intensidad, en serio tendría graves problemas.

En cuanto vio que Lian entraba al local salió disparada hacia los baños.

Estuvo un rato encerrada ahí hasta que escucho algo.

Acaso no te dije que no era necesario.

Sal de mi cabeza.

Rayos. Había olvidado el vínculo.

No puedo pasar toda mi vida haciendo lo que creen que es mejor para mi. Creí que tu lo entenderias.

No hubo respuesta.

Salió de su escondite. Y volvió a trabajar.

El sabía todo lo que había pasado, quería saber, quería aprender de sus propios errores.

No quería volver a ser...

No quería regresar...

Pero ¿por qué se sentía mal?

Aunque ella no quiso admitirlo en ese momento...

Quería ser feliz a costilla de la infelicidad de otros.

Estoy vivooooo.

Y si. No los he visto desde hace más de 2 meses creooo.

¡¡Pero he vuelto!!

Y ahora... ¿Que es lo que no nos hemos enterado aún?
Porque si.  Hay más oscuro pasado.

Perdonen las faltas ortográficas

Estado: Ser una bolita🔴 o no ser una bolita 🔵 esa es la cuestión.

La princesa del Alpha [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora