Hola!! a aquellas personitas que leen gracias, ojala pudieran dejar su opinión y si les gusta, compartir el fanfic. Intentaré escribir lo mejor que pueda y con las menos faltas ortograficas posibles.
Anabella
Detesto la actitud que ha tenido mi madre, pasó de ser una hermosa mujer comprensiva y amorosa a ser una frívola y materialista, dejó su trabajo y desde que llegamos no ha hecho más que pasearse en los clubs de lujo haciendo amistades falsas y vanas con las que puede competir por quien tiene el marido más exitoso, millonario o mejor amante. Me enferma, prefiero mantenerme alejada de todo eso, una vez que cumpla la mayoría de edad iré a Georgia y viviré con mi papá hasta que pueda pagarme por mi misma un departamento.
-Anabella habrá una fiesta de té deberías traer a alguno de tus amiguitos para conocerlo- Inmediatamente pensé en Yoongi pero deseché la idea, no estaba dispuesta a utilizar a un chico tan agradable para molestar a mi madre, al menos no de la manera que realmente quería.
-Me encantaría pero tengo que hacer un trabajo en equipo, llegaré tarde, disfruta tu fiesta- Desconocía a mi madre y me desconocía a mí, de lo alegre que fui nada quedaba, y nadie lo notaba, una parte de mi deseaba desaparecer para siempre y jamás volver a escuchar de ella y de Yoonhwa, había cambiado tanto, intentando ser un padre para mi y siendo el empresario famoso e influyente, nuestra llegada a Corea fue pasada en televisión y la presentación de nuestra familia había sido publicada en sitios web de socialité y periódicos.
-Anabella ¿no vas a darle un beso a tu madre?- Cuando tu padre es el cariñoso y te alejan de él lo que menos quieres es dar amor a la gente que te hiere.
-Voy tarde, nos vemos- salí corriendo aunque en realidad iba perfectamente a tiempo, había salido más temprano para probar lo que Yoongi había mencionado de lo cercana que era nuestra casa a la escuela, y en realidad tenía razón 35 minutos después de salir de casa había llegado a la escuela, aunque estaba abarrotado de personas llegando cinco minutos antes de la hora de clases.
-Bella –Gritó Yoongi en cuanto me vio. -¿Caminaste?- Preguntó al acercarme a él.
-No, vine en una escoba voladora pero tuve que estacionarla junto a las bicicletas- su sonrisa se ensanchó haciendo que mi estómago diera un vuelco.
-Increíble, te juzgue mal- dijo en un intento de disculpa sin disculparse.
-Ese es por qué nunca debes juzgar a nadie, genio- puse los ojos en blanco y fui a mi lugar a escuchar la clase, mis apuntes eran un desastre mi coreano escrito era lo más complicado así que todo estaba traducido al inglés o escrito como se escuchaba excepto por la clase de literatura, mi lectura era lenta y frustrante, Yoongi había cambiado el puesto con mi compañero de atrás y murmuraba palabras complicadas cuando tenía que leer en voz alta, decir que estaba sumamente agradecida es poco hacía llevadera mi agonía en Seúl.
-¿Qué harás hoy?- Preguntó en cuanto terminó la última clase.
-Regresar caminando, detenerme en algún parque hasta que pase la insufrible fiesta de té de mi madre- guardé mis últimos útiles y me giré a verlo, parecía nervioso y atormentado.
-Conozco un parque cercano puedo acompañarte si quieres, hasta que termine la insufrible fiesta- su sonrisa fue superficial, tan diferente a todas las demás.
-Bien, vamos- Caminamos uno al lado del otro, durante todas las clases me llamaba en voz alta como Bella, varios maestros habían optado por usarlo también después de que ignorara premeditadamente cuando me llamaban Ana.
-Es por ahí- señaló un parque viejo con columpios los juegos oxidados.
-Wow, esto es tan Georgia- corrí al viejo balancín y me senté, el oxidado juego ni siquiera se movio, haciéndome reír a carcajadas.
-Eres tan simple- criticó Yoongi pero también sonreía.
-Calla y ven tal vez juntos podamos hacer que baje-
-O que se rompa y nos encarcelen por daño a propiedad pública- murmuró quejándose pero ayudándome a empujar hacia abajo sin éxito alguno.
-Me haré responsable de todo, de algo debe servir la fortuna de mi asquerosamente rico padrastro- dije irónicamente recordando sus hirientes palabras.
-Lamento eso, pero debes aceptar que es una realidad tu estatus social- me senté en un columpio dándole la espalda.
-Te lo dije, nada de eso es mío, preferiría no tener un solo centavo si estuviera en Georgia con mi padre, y si pudiera de borrar de mi memoria la mujer en la que se convirtió mi madre, no teníamos mucho en América, pero nunca nos faltó nada, es cierto que mis padres trabajaban los dos, creo que simplemente no era esta mujer porque no podía serlo y eso duele incluso más- Yoongi se sentó en el columpio de al lado sin balancearse.
-Tu vida ha sido difícil de otras maneras, pero al final del día eres tan infeliz como cualquier otra persona- murmuró más para sí mismo.
-No soy un alien- puse los en blanco y me balanceé con tal fuerza que la cadena que sujetaba el columpio cedió tirándome en la arena, golpeándome con la cabeza. Un ataque de risa hizo imposible que me levantara y Yoongi se acercó tendiéndome la mano.
-Eres imposible, te suceden las cosas más bizarras- tomé su mano y me levantó manteniéndome cerca de él. Repentinamente algo me haló con fuerza hacia atrás alejándome del agarre que tenía en Yoongi, tapando mi boca con un paño, vi a alguien golpear a Yoongi antes de que lo que sea que hubiera en el paño hiciera efecto llevándome a la oscuridad.
Me desperté con un dolor agudo en la garganta y la nariz, los músculos de mis brazos estaban agarrotados probablemente por mantener la misma posición durante mucho tiempo, dolía y justo en las muñecas un ardor se expandía a todo alrededor cada vez que forcejeaba.
-Es hora de cenar- una voz ronca pero familiar llegó a mi lado, puso una charola en algún lugar cerca de mí, el olor a pollo era muy fuerte y mi estómago se revolvió haciéndome dar arcadas. –Quitaré esto si prometes no gritar ¿de acuerdo?- asentí lentamente, sintiendo sus manos desabrochar el paño en mi boca con delicadeza y sin tocarme. –Te daré sopa, ¿intenta comer un poco sí?- negué con la cabeza y escuché su suspiro.
-¿esto es realmente lo que creo que es no?-pregunté con voz ronca por la irritación de mi garganta.
-¿Un secuestro?- dijo, moví la cabeza asintiendo y suspiró nuevamente. –Solo coopera y no te lastimarán, no quieres hacerte daño, sólo el dinero- decidí utilizar mi tiempo para investigar pequeñas pistas.
-Hablas como si no formaras parte de esto y aquí estás alimentándome- suspiró nuevamente, con exasperación en esta ocasión.
-Y no me dejas hacer un buen trabajo- respondió impaciente, una sonrisa irónica apareció en mi cara y tras unos minutos el gruñido de mi estómago me hizo rendirme y comer.
-¿Me dirás dónde estoy?- pregunté por molestar.
-Por supuesto, justo después de decirte mi nombre y conectarte a la línea de la estación de policías- dijo sarcásticamente acercando algo de pollo a mi boca.
-Como si mi padrastro fuera a pagar algo- murmuré.
-Lo entendería perfectamente, quien querría tenerte molestando con tantas preguntas- sonreí a pesar de que una parte de mi realmente lo creía. –Pagará, y estarás en casa pronto- murmuró apenas perceptiblemente, como si hubiera notado mi sonrisa dolida.
-¿Puedes hacer esta estadía tan mala que ir a casa suene como la mejor opción?- las lágrimas se arremolinaron en mis ojos y reprimí un sollozo. Su mano acarició mi cabeza y respiré profundo para tranquilizarme, tras terminar la comida me quedé en silencio y busqué una manera de recostarme sin lastimarme más. No sé cuánto tiempo después logre conciliar el sueño.
ESTÁS LEYENDO
Escala de Grises (+18)
Fanfiction¿Estas lista para conocer la Historia de Anabella? Ella es una chica que intenta ser luz y alegría para quienes la rodean, pero las personas no son luz u oscuridad, acompaña a esta chica a conocerse a sí misma, mientras lucha por su vida tras ser s...