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Yoongi

Veía su necesidad por olvidar, y una parte de mí se negaba a que esto fuera solo un escape, ¿deseaba hacerle el amor? Por supuesto, pero no aceptaría estar con ella si ella no se sabía amada, y decirle esas palabras solo la confundirían incluso más, después de esta noche no nos volveríamos a ver, tomaríamos caminos diferentes, quería darle un recuerdo hermoso, quería hacer de esta una noche inolvidable para ambos, pero no podía aprovecharme de la situación, no podía aprovechar esa necesidad de olvidar cuando sentía tantas cosas por ella.

La besé nuevamente, comencé a dar pequeños besos por su cuello, besando las marcas indeseadas, succionando ligeramente para no lastimar más su piel, bajé por su pecho hasta llegar a su pezón y jugueteé con mi lengua el él, sus manos en mi cabeza acercándome más, movió sus caderas rozando mi miembro jadeando.

-Yoongi, por favor- suplicó, la levanté de mi regazo y con besos en su abdomen bajé el pantalón, besé su entrepierna haciéndola temblar. Succioné sobre sus bragas su clítoris y puso sus manos sobre mis hombros para mantener el equilibrio. Le indique que se sentara en el sofá y comencé a besar sus muslos, mi erección aumentando su tamaño en el pantalón hacía difícil mantener la posición, aun así me arrodillé frente a ella y abrí sus piernas, sus ojos me veían avergonzados pero con un brillo de deseo que me hacía difícil mantener la convicción de no unir nuestros cuerpos como deseaba.

Después de juguetear sobre sus bragas las retiré lentamente, la manera en la que cerró sus piernas me hizo darme cuenta de lo vulnerable que se sentía.

-¿Quieres que me detenga?- Pregunté, si en cualquier momento me lo pedía lo haría, no deseaba presionarla más de lo que había hecho. Negó con la cabeza y me acerqué nuevamente a su vagina, pasé mi lengua sobre su clítoris haciéndola alejarse de mi, sujeté su cadera y comencé a mover mi lengua sobre su clítoris en círculos, succioné y sus piernas presionaron mi cabeza, no era mi primera vez teniendo sexo, pero era diferente en esta ocasión, deseaba que ella se sintiera bien, que disfrutara, que olvidara todo el dolor al menos por este instante. Introduce un dedo mientras seguía jugueteando con su punto sensible, metí un dedo más y lo moví hasta tocar el punto exacto que la hizo gritar, succioné más rápido, moviendo los dedos para tocar varías veces ese mismo punto hasta que tuvo un orgasmo que dejó su cuerpo temblando, sin detenerme y aprovechando la sensibilidad me mantuve estimulando hasta que un segundo y tercer orgasmo la tenía gritando mi nombre.

Su cuerpo cansado y satisfecho quedó inmóvil sobre el sofá, me acerqué y me regaló una sonrisa perezosa.

-Esa fue una increíble primera vez, ven- intentó llegar a mi pantalón pero con ternura alejé su mano. -Ni siquiera puedes moverte, ven, vamos a dormir- La ayudé a recostarse a mi lado en el sofá y en pocos minutos ambos caímos en un profundo sueño.

La puerta sonó despertándome, mi sobresalto despertó a Ana viéndose aterrada. La puerta sonó nuevamente.

-Yoongi, es hora- la voz de Jimin se escuchó detrás de la puerta.

-Tranquila, es hora de irnos- le entregué ropa a Ana y se vistió confundida.

Se mantuvo en silencio todo el camino, no me veía, no veía a nadie.

-Es tiempo de despedirnos princesa- murmuré cuando llegamos hasta el punto en el que nos reuniríamos con su padre para entregarla, Jimin y su novio bajaron dándonos privacidad.

-Sé que todo fue complicado y que tal vez estés pensando que estoy mal, pero quiero que mantengamos contacto, yo... yo te amo y si tu te alejas...-

-Detente- dije interrumpiéndola. –No me amas, crees que me amas porque fui amable, porque estas confundiendo lo que vivimos, cuando pase el tiempo te darás cuenta que esos sentimientos se irán- su cabeza se mantenía en negativa, se acercó besándome forzó su lengua en mi boca y me negué a regresar el beso incluso si eso me mataba por dentro.

-Te amo, ¿cómo puedes decir que esto no es verdadero?-puso mi mano a la altura de su corazón latiendo aceleradamente.

-¿Cómo puedes decirme que es verdadero? ¿Que no es sólo un síndrome? ¿Cómo puedes asegurarme que no despertarás un día odiándome por todo lo que te hice pasa? Porque yo lo hago, odio desde el primer momento en el que se me ocurrió cruzar una palabra contigo porque no habría pasado por todo esto, no te habrías robado mi vida, o mi corazón, no puedo corresponder tus sentimientos, ¿creo que te amo? No, estoy seguro de que lo hago, me enamoré y no voy a correr el riesgo de que me veas como el monstruo que soy- su mirada llena de odio me hizo dudar, quería envolverla en mis brazos pero no me atrevía a acercarme, porque si la abrazaba, si pasaba solo un segundo más con ella no la dejaría ir.

-Te odio Min Yoongi, ojala nunca te hubiera conocido, ojala termines pudriéndote en la cárcel- bajó y corrió hacia donde su padre la esperaba abrazándolo y rompiendo en llanto, los vi alejarse en el auto.

-¿Te encuentras bien?- preguntó Jimin afligido, debió haber escuchado parte de la conversación. Me pasó un pañuelo y ni siquiera me había dado cuenta de que estaba llorando. –Vayámonos, tu avión te espera- y así partimos hacia el aeropuerto para reunirme con mi familia.

Escala de Grises (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora