El viento golpea fuerte mis brazos. Lamento no haberme puesto un abrigo, pero lamento aún más no traer una muda de ropa o un pantalón.
Saúl no habla, supongo que hablar mientras conduces una motocicleta tan pesada debe ser muy complicado.Desde donde estoy puedo ver sus manos grandes, y también veo a través del espejo retrovisor su casco cubriéndole el rostro. Pienso en un millón de cosas mientras veo pasar el mundo tan deprisa, en como reaccionará Mauro viéndome llegar con alguien, y en qué relación hay entre Mauro y Saúl. También en qué al saber que Mauro es mi exnovio, Saúl pueda alejarse.
No es algo que me quite el sueño, pues lo acabo de conocer, pero, es que en realidad es muy atractivo y simpático.De pronto, escucho la música muy tenuamente, estamos cerca.
-¡Ya casi llegamos!- dice al fin.
Yo no contesto nada, él quizá no deba saber sobre Mauro y yo.
Decenas de autos están parqueados durante toda la cuadra, y de la gran mayoría sé que sus dueños están en casa de Mauro.Giro mi rostro y veo la moto donde van Rod y Nat a cien metros.
Cuando llegamos Saúl ladea la moto y baja un pie al apagarla. Yo lo imito y me impulso para brincar fuera de ella. Saúl baja después y le doy el casco, cuando se quita el suyo me mira, y sonríe... así como un niño pequeño achinando sus ojos. Me causa alta ternura y me río.
-¿Debo sentirme ofendido?, ¿Te sonrío y tú te ríes?- dice fingiendo indignación con una mano sobre su pecho.
-¡No, no!-suelto otra carcajada.- Nada de eso, es sólo que me pareciste tierno.- guardo silencio y me caigo en cuenta que me delaté. Me gusta, mucho.
-Oh, ¿En serio?, vaya... me han dicho "agradable" o "divertido", pero jamás tierno.-sonríe.No noté en qué momento Nat llegó, y de pronto ya estaba a mi lado.
-¡Buena química, eh!-me codea.
-Ja, ja. -finjo reírme para liberar tensión- Ya basta, Natalia.- la miro con las mejillas rojas como cerezas.
-Tengo miedo-dice mirando a Saúl- Ya me dijo Natalia. -susurra, y luego se ríe.La odio, realmente la odio.
-¡Oye, bombón!, ¿Sacarás algo del asiento?- grita Rod.
-¡Sí, mi bolsa, por favor!- grita ella.
-¿Bombón?- me río- ¿Somos nosotros los de la química?-pregunto a Saúl, no podemos contener la risa.
-Tórtolos.-contesta Saúl y reímos de nuevo.
-Muy graciosos, eh.-levanta los hombros- pero, yo jamás he negado que tengamos química.-nos guiña y se dirige a donde se encuentra Rod.Hay un silencio incómodo entre nosotros. Sólo nos dirigimos miradas fugitivas sin decir nada, estoy demasiado nerviosa, quizá no debí venir.
-¿Y?... ¿Entramos?-me extiende su mano, y yo la tomo.
-Sí, claro.- titubeo un poco.Así vamos, tomados de la mano por el pasillo que conduce a la entrada de la casa de Mauro.
La música está demasiado fuerte, no tengo idea porque no está aquí la policia. Nat y Rod están detrás de nosotros platicando.-¡Miren quién llegó, el buen Hudson!- grita Mauro con un vaso de plástico rojo en la mano, no puedo creer que no me haya notado.
Debería correr y meterme sin que me vea.
-¡Mauro! ¿Cómo estás, viejo?- lo abraza- gracias por invitarme.
Cuando Mauro me ve detrás de Saúl, que ahora sé que su apellido es Hudson, se queda frío. Me mira y luego lo mira a él.-Oh, hola.-me dice seriamente.
-Hola.-contesto muerta de pánico.
-Mauro, te presento a Victoria.- se acerca Saúl con una sonrisa mientras me señala y pasa su brazo por encima de mis hombros.
-Sí, ya nos conocemos.-conozco esa mirada en sus ojos, es escalofriante.Estoy muda, no sé que hacer, Nat me toma el brazo desde atrás para hacerme saber que está para apoyarme ahora mismo.
-¿De verdad?, ¿Todos aquí se conocen menos yo?- ríe- quizá debería salir más a menu-es interrumpido por Mauro.
-Hudson, Victoria es mi exnovia.-todos están callados.
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Aquí está el amor.
Teen FictionDespués de una ruptura amorosa, Victoria luchará para encontrar el amor verdadero. En su camino habrán obstaculos que le dificulten salir adelante, entre ellos: la depresión, baja autoestima, cambios repentinos en su vida diaria y la propia soled...