Lo que te hace especial

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La pequeña Elsa G, estaba haciendo una carta para su madre, dibujaba un enorme arcoiris al rededor de lo que parecía ser Sunset Arms y a sus abuelos y hermanos junto a ella fuera de la casa....

—¿Qué haces Elsa?— preguntó Eleonor al verla tan concentrada
—Una carta para mamá, hoy en la escuela vimos que para comunicarnos con la gente que está lejos le podíamos escribir cartas— dijo la pequeña
—Oh bien — le sonrió ella
—¿Quieres hacer una?— le preguntó ilusionada la niña a su hermana
—¡Claro!— exclamó Eleonor, animada

Las niñas siguieron con su tarea y Miles se les unió curioso

—¿Qué están haciendo niñas?— preguntó
—Una carta para mamá, ¿Quieres hacer una?— preguntó Elsa G
—De acuerdo

Cuando los niños terminaron de hacer la carta corrieron a buscar a sus abuelos para que les ayudaran a llevarlas al correo, el corazón de Arnold se partió al darse cuenta de lo que habían hecho los niños, sí tan solo supiera la dirección para enviarla.

—Bien niños, yo las llevaré, ustedes cuiden de la abuela, está tomando una siesta— les pidió y los niños asintieron 

Al cabo de un rato, Arnold regresó a la casa y escuchó la voz de Helga, ya estaba despierta....

—¡Y entonces su madre salvó a un pequeño conejo de ser devorado por una enorme víbora!— les contaba la mujer
—¡Wow! Cuéntanos el de cuando mamá se unió al circo— pidió Miles

Arnold sonrió al recordar como su abuelo hacia lo que su esposa estaba haciendo en esos momentos, alimentar la imaginación de los pequeños con historias fantásticas de su madre...

54 años antes...

Arnold llegó a su casa mortificado, no encontró a Helga por ningún lado, pero cuando observó el abrigo que le había visto a la chica colgado en el perchero, soltó todo el aire que no sabía que estaba conteniendo.

Al llegar a su habitación, notó que las luces estaban apagadas, pero pudo observar a la rubia sentada con las rodillas tocando su pecho y las mejillas llenas de lágrimas

—Helga dejame explicarte que fue lo que pasó, yo sé que lo que viste parecía otra cosa, pero créeme que en lo único que pensaba en ese momento era en tí— dijo el chico, rápidamente
—Ya sé lo que pasó, de seguro Lila te pidió que la llevaras a algún lugar y tú como eres tan buen samaritano decidiste ayudarla— dijo ella, con desgano
—Lila fue por las flores para su madre, hoy era su aniversario de fallecimiento— le explicó el chico, poniéndose a su altura — Créeme que yo salí muy temprano para venir a casa, me moría por probar tus panqueques
— Arnold el problema no es que la hayas ayudado, el problema siempre será que no piensas en mis sentimientos, es decir, yo a ti te pongo primero ante todo lo demás y tú pones todo lo demás ante mí— le explicó la chica y Arnold sintió dolor en su corazón
— Lo siento, la verdad es que yo siempre pongo a todos antes que yo y como tú eres parte de mi, quizá no me di cuenta de eso. Helga, no tienes idea de cuánto me importas — le dijo el chico honestamente, haciendo llorar a Helga
— Oh Arnold....
—Helga, yo también escribí algo para ti el otro día, dejame leerlo— le dijo el chico y ella asintió emocionada— Se titula "Lo que te hace especial" " Helga, quizá no sea tan bueno como tú en la poesía, pero quiero que sepas que eres el ser más especial que conozco, eres la más fuerte y valiente, no le tienes miedo a nada, eres inteligente y muy bonita, eres graciosa y bondadosa, tu corazón está hecho de oro, no tienes idea de lo agradecido que estoy porque alguien como tú se haya fijado en mi, me complementas, gracias por llenar mi vida de situaciones maravillosas"

Helga no podía creer que había escuchado aquello, su más grande sueño se había cumplido, ¡Arnold le había recitado un pensamiento!

Mi InspiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora