Capítulo 6

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Se sentía extraño y no del buen modo, aún sin abrir los ojos ya temía.

Se aferró al lugar donde se encontraba sentado, sentía algo cruzar sobre su pecho desde su hombro a su cintura.

¿Estaba atado? ¿Lo habían atado?

Los ruidos que oía menos podrían agradarle, no los conocía y temía. Era mucho ruido y sobre todo el sentir como si se estuviera desplazando o más bien sobre algo que lo está haciendo.

Itachi se encontraba pensativo mientras conducía. No paraba de pensar en lo extraño que estaba siendo el día por lo cual no notó que el rubio ya había despertado pero temía abrir los ojos.

—¡No! ¡No! ¡¿Qué es esto?! —Gritó el rubio ni bien pudo reunir coraje y abrir los ojos — ¡Detenlo! ¡Detente! ¡¡¡¡Dije que pares!!!!

Se movía inquieto en su lugar, no conocía nada de ese mundo o lo que fuese pero lo que veía le aterraba.

Con sus manos buscaba la forma de salir del vehículo.

— Tranquilízate —pidió Itachi sin dejar de mirar el camino y colocando su brazo frente al rubio intentando detenerlo—, ya casi llegamos.

Solo que el rubio no parecía oírlo y menos tener la intención de detenerse e Itachi supo que debía buscar donde estacionar cuando el rubio comenzó a golpear la ventanilla.

—¡Para! ¡Te lastimarás! —Intentó tomarlo del brazo pero era difícil manejar y al mismo tiempo intentar hacer algo y más si se encontraba yendo por una muy transitada avenida— ¡Rayos!

Por poco choca con otro vehículo. Bocinazos e insultos se oyeron por un muy breve momento.

Debía salir de la avenida cuanto antes, se preocuparía después por el rubio. Igualmente no creía que supiese cómo abrir la puerta, igualmente esta estaba trabada y menos que sea capaz de romper el vidrio ya que era de un material resistente. A lo sumo lo máximo que llegaría a lograr sería astillarlo.

Claro que no se esperó que ni bien lograra aparcar y al voltear a ver al rubio este se encuentre aún golpeando el vidrio con la mano ahora herida dejando manchas rojas.

—Ya, cálmate , cálmate —pidió tomándolo de la mano deteniéndolo, sin embargo, el rubio parecía ido— Tranquilo.

—Suéltame —dijo serio e Itachi para evitar que el rubio se pusiera como loco otra vez le hizo caso—. Sácame esto —ordenó. Se sentía atrapado y odiaba ese sentir.

—¿No intentarás huir si lo hago? —preguntó sabiendo la respuesta.

—¡Que lo saques! —Gritó y golpeó la ventanilla a su lado dejando una marca de sangre.

—Bien, pero promete que te quedarás quieto.

El rubio asintió e Itachi lo liberó del cinturón de seguridad.

—¿Crees que soy tu prisionero acaso? —preguntó volteando a verlo— ¿Crees que me quedaré quieto esperando ver a dónde me llevas?

—Cálmate por las buenas —advirtió Itachi enojandose, quería ayudar al rubio pero este no cooperaba.

—¿Y encima me amenazas? —Itachi intentó hacer lo mismo que antes pero el rubio se lo impidió— No caigo dos veces en lo mismo —sonrió altivo e intentó golpear con su puño al pelinegro pero este logró atrapar su mano antes que llegue a su rostro. Solo que el rubio le lanzó otro puñetazo con su mano libre.

Fue el turno de Itachi para sonreír ya que ahora sostenía de las dos manos al rubio.

—No me has dicho tu nombre —le dijo sonriente solo que lo único que recibió fue un cabezazo que lo dejó aturdido.

El escurridizo rubio aprovechó para voltear y patear la ventanilla.

Una, dos, tres veces y esta cedió completamente.

—¡Espera! —Itachi salió del vehículo al ver que había logrado escapar.

Su corazón latió dolorosamente cuando vió al rubio correr hacia la autopista atravesándose en el camino de un camión el cual por la velocidad a la que estaba yendo más el peso de sí mismo no iba a poder detenerse a tiempo.

Solo que algo aún más extraño que ver a alguien ser expulsado por un árbol sucedió.

Apareció de la nada un sujeto quien se interpuso entre el camión y el rubio.

El camión se estrelló contra él abollándose la mayor parte delantera y cayendo.

Sin embargo, el sujeto no se movió ni un centímetro. Seguía intacto en el mismo lugar.

No sabía si alegrarse de que el rubio estaba bien o empezar a ir a un psicólogo por todo lo que había visto.








Notas:

Gracias por leer.

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Bye bye!

De principes y leyendas [ItaNaru] [Primera temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora