ACTIVITIES J.B. (New version)

Capítulo Cinco

"déjame ir a casa, estoy demasiado lejos de donde estás".

―Michael Bublé (Home)

      Danielle miraba la lluvia caer por ventana de su pequeño departamento en aquella calle cualquiera de la ciudad, mientras las gotas se escurrían por la ventana, haciendo que las plantas de la pequeña jardinera revolotearan por el agua que caía sobre ellas, y mientras refelxionaba sobre lo que había pasado esa tarde.
      Había estado a punto de echar a perder su carrera por una absurda pelea con su profesor.
      Tenía que reconocer que el profesor Bieber tenía razón, era una inmadura. Casi echaba a perder todo por una estúpida broma de mal gusto y eso era algo que no se perdonaría nunca.
      Se levantó del sofá cama, que estaba en la ventana y se dispuso a ponerse el pijama y preparar un poco de té, para poder concentrarse mientras trabajaba en su tésis, pues al día siguiente el profesor le revisaría para ver que cambios podía hacerle. Y como también tenía un poco de hambre sacó de la pequeña nevera un pedazo de lasaña que le había sobrado de la cena de ayer en Tito's*, un restaurante italiano muy popular entre los alumnos de la universidad, además de ecónomico, donde no pedían etiqueta y donde preparaban la mejor lasaña de todos los tiempos.
      Calentó el pedazo de la deliciosa lasaña en el horno de microondas y se sentó frente al ordenador para comenzar a trabajar.

      La clase de la profesora Sarelli era la más aburrida del mundo.
      La profesora Sarelli era una mujer bajita de cincuenta años de edad que daba clases de historia de la literatura. Su cabello rubio claro casi blanco de canas, contrastaba con su cálida personalidad y su delgado y esbelto cuerpo curvilíneo. Era una profesora muy popular entre los alumnos de la universidad, de las más entusiastas. Sin embargo sus clases eran de lo más aburridas cuando se lo proponía. Había días en los que se la pasaba hablando y hablando sobre algún tema que nada tenía que ver con historia de la literatura, lograbdo así que nadie tomara enserio su clase. Pero sus exámenes era de lo más difíciles.
      ―¿Saben? Hace un tiempo leí un artículo en internet en el que aseguraban que Shakepeare era gay, ¿pueden creerlo? ―Dijo la vieja Sarelli, como si aquel fuera un conocimiento que pocas personas tenían, aunque todo el departamento de lengua y literatura lo había leído, pues aquella "investigación" había sido hecha por alumnos de la universidad; No había sido más que una pérdida de tiempo, pues parecía más un copy and paste de un artículo de Buzzfeed* o de esa página en español llamada Cultura Colectiva*.
      Todos miraron raro a Sarelli hasta que el timbre de salida sonó y todos soltaron un suspiro de alivio al saber que a la señorita Sarelli no se le había ocurrido ponerles un exámen sorpresa sobre cosas que nunca habían visto en clase.
      Danielle soltó un suspiro de alivio y felicidad. Su siguiente clase era Literatura con el profesor Bieber. Y si bien el profesor no le caía muy bien su clase le encantaba.
      Salió del aula de Sarelli para dirigirse a la del profesor Bieber; al llegar a esta entró dándose cuenta de que el profesor no se encontraba ahí y viendo como todas las chicas sentadas en la primera fila se acomodaban el escote y las faldas para darle una buena vista al profesor.
      Reprimió el impulso de rodar los ojos y gritarles que eran unas tontas sin cerebro, pero también reprimió aquel sentimiento de celos que la invadió de repente.
      No. Ella no podría estar celosa de aquellas chicas, además no tenía por qué estarlo, el profesor Bieber no era nadie para ella, ni siquiera se caían bien.
      ―Buenos días, alumnos. Espero que todos hayan cumplido con sus deberes, porque tendrán que ponerlos justo en mi escritorio después de la clase. Espero ser lo suficientemente claro. ―habló el profesor Bieber.
      Martha Crawford se inclinó un poco más sobre su escritorio,dando así una generosa vista de sus pechos al profesor Bieber, quien no le prestó la más mínima atención.
      Danielle frunció el ceño, pero al ver que el profesor no le dirigía ni una mirada a la descerebrada chica, felicitó a Bieber internamente.