Loki sabía lo que la pronta boda de Thor significaba, no era solo una reina para Asgard, no es solo el hecho de que nacerá alguien más para quitarle todas sus esperanzas de ser rey algún día, era que nunca podría tener a Thor como acostumbraba. El tiempo del rey no sería exclusivo para él, no dormirían juntos de nuevo, no tendría más besos cariñosos durante una noche en la que no pudiera dormir; todo sería distinto, y él no quiere que pase. Sin embargo lo acepta, entiende que su hermano es mayor y necesita tener una esposa y formar una familia, él sabe que Thor no merece quedarse solo, sin una compañera, únicamente por cumplir los caprichos de un niño celoso. Él lo sabe, y aún así es tan difícil.
No ha podido dejar de pensar en eso, han habido ocasiones en las cuales estando en la privacidad de su dormitorio, Einar le ha secado un par de lágrimas y lo ha abrazado con fuerza; ahora mismo no sabe qué haría sin los brazos y los besos cargados de amor que le entrega su novio. Y el guerrero que siempre presta atención a los detalles que ofrece Loki, ha notado este nuevo temor que le ha nacido, por sentirse olvidado, vacío, solo de nuevo; Loki no quiere volver a ser segunda opción para alguien, pues con el pasar de los años él ha podido recordar poco a poco su anterior vida, sabe lo mucho que sufrió por sentirse poca cosa para Odin y no quiere sentirse de igual manera con Thor. Su Thor que le ha dado tanto, que lo recogió cuando solo era un niño indefenso y le dio más amor del que jamás hubiera soñado recibir, su hermano que lo educó con ternura y le celebró cada pequeño triunfo, lo regañó cuando fue necesario, y llenó de besos repletos de ternura su rostro, su única familia, el mismo que lo cargó en brazos cariñosos hasta que se lograba dormir, quien le dio impulso para conseguir nuevos amigos, su hermano que lo aceptaba con sus preferencias, Thor que era lo más importante para él.
Era obvio entonces que a veces unas lágrimas traicioneras se escaparan de sus ojos, porque tiene miedo de ser desplazado. Loki no teme a la felicidad que pueda encontrar Thor con una mujer, ya que ahora mismo él es feliz teniendo a Einar; Loki teme a su antigua realidad, teme encontrarse de nuevo solo, no quiere despertar un día y sentir que solo es un visitante.
De tal modo los días desde la noticia de la boda pasan, hasta que Loki se encuentra aterrizando en Asgard. Ya no le espera Thor solo, esta vez Sif está con él; Sif que se convertiría en su esposa el siguiente día.
— Loki — saluda ella con una reverencia, y él le devuelve amable el saludo. Espera sin querer tocar tierra.
— ¿Qué tal el viaje, amorcito? — lo saluda el rey con varios besos en su mejilla, y por la forma en que Loki aprisionó su cuello, él comprende dos cosas: debe cargarlo al igual que siempre y está más cariñoso de lo que es costumbre.
Sin poner objeciones Thor lo carga y el príncipe se aferra al mayor con fuerza, Sif que camina a un lado de Thor no dice nada al respecto, tampoco le molesta; y Einar camina al otro costado de igual manera, en silencio.
Cuando finalmente llegan al castillo, Thor les hace saber que ha planeado una noche de películas y le dice a Loki que puede llamar a Einar para invitarlo. Sin embargo Loki niega, y cuando Thor empieza a creer que ha peleado con el guerrero, Loki lo aparta de Sif para poder hablarle suave, como contando un secreto.
— Podrías decirle a Sif que se vaya, es que quiero que solo estemos los dos.
— Pero, cariño — habla el rey — preparé esta noche para pasarla bien, los cuatro.
— No quiero — la rotundidad atrapó sus palabras y Thor se sorprendió — esta es nuestra última noche juntos, ¿no lo entiendes?
Por supuesto que lo entendía, y mentiría si dijera que no temió que su niño tuviera miedos por eso. No quería que Loki creyera que él lo olvidaría, no quería que se sintiera como en el pasado. Porque definitivamente el pasado fue enterrado para ellos, y él haría lo que fuera para no volverlo a repetir.
Besó con cariño la frente y acarició con ternura una mejilla, después sin decirle más se fue a donde Sif y le habló sobre algo que Loki no pudo escuchar. Ambos salieron del castillo dejando al príncipe solo, y después de quince minutos Thor estaba de vuelta.
— Fui a dejar a Sif a su casa, amorcito — le informó — ¿noche de películas? — le preguntó con una sonrisa, y Loki le afirmó una más grande y radiante.
