— Alto —le ordena una joven de cabellos rubios, Einar arquea una ceja — necesitas una cita para hablar con el presidente, dejame ver qué puedo hacer por ti.
— No necesito ninguna cita para hablar con Loki, así que no estorbes —responde irritado el muchacho, Loki era su mejor amigo y nadie lo iba a obligar a hacer semejante ridiculez — ¿no escuchas? Pedí que no estorbes, iré a hablar con Loki con o sin tu ridícula cita.
Pero la muchacha no accedió, no por ella sino por Loki, el joven presidente no admitía a nadie que no hubiera sacado previamente una cita con él; no podemos decir que el cargo se le subió a la cabeza, Loki ha sido de esta forma siempre. Fue así que él consiguió ser amigo del antiguo líder del grupo de populares del instituto y cuando el tipo se graduó, Loki tomó su lugar.
Ahora toma quince minutos cada día para atender a los estudiantes, cada uno tiene tres minutos, de modo que Loki se molesta si titubean o dudan. El resto del tiempo que él no debe estar en lecciones, está con sus amigos, camina meneando sus caderas, lleva el cabello suelto para que el viento lo haga volar de forma sexy, le encanta sonreír, guiñar, y ser coqueto con hombres y mujeres, es su naturaleza.
Pero Einar y la joven siguen discutiendo, y Loki que está atendiendo a un estudiante que pide mejoras en el menú de los viernes, se molesta por el escándalo; pregunta qué está sucediendo.— Hay alguien que quiere verte, pero no tiene cita —responde ella, y Loki le dice que le de una cita y le diga que se vaya — ya intenté eso, Loki — responde ella, y la voz de su amigo le reclama.
— ¿Einar? —pregunta, un "¿necesito cita para hablarle, majestad? Es lo que responde el muchacho — calla y ven aquí.
El futuro guardián de Asgard se sentó al lado de Loki, justo cuando ingresaba el capitán del equipo de baloncesto, Einar observa a Loki recostado en su silla, una pierna cruzada, el cabello acomodado de manera muy coqueta; sonríe para sí mismo, pero no dice nada.
— Tres minutos — dice Loki a manera de saludo. Los estudiantes ya saben que cuando él se encarga de sus deberes como presidente no intenta ser amable con nadie.
— Loki, queremos realizar un campeonato contra otros institutos — el presidente hace una seña y un joven que hacía de secretario, toma notas.
El capitán explica sus deseos en los cortos tres minutos, y Loki lo despide diciendo que se encargará de eso. El príncipe nunca engaña a nadie, si a él le parece una ridiculez lo que piden, entonces lo niega. Loki muchas veces ha sacado a alguien porque considera que lo hace perder el tiempo.
Einar solo está allí, le gusta -por alguna razón que Loki no comprende- quedarse junto al príncipe, sin interrumpir su trabajo como presidente. Solo lo observa, lo escucha y no dice nada; cuando Einar observa a alguien intentando hacerse el interesante con Loki, entonces acaricia los cabellos negros, acaricia el hombro, o lo llama "Lokitty", el príncipe solo permite que él lo llame de esa manera, y Einar lo restriega en cara de quien pretenda a su mejor amigo. A esto Loki nunca ha tomado importancia, pues ve a Thor detrás de tal comportamiento.
La joven que se encargaba de acomodar las citas, se asomó para avisar que habían terminado por ese día.— Einar, debemos ir a clase de química — dijo Loki, señalando su mochila con los ojos. El otro solo la recogió.
Ambos caminaban por los pasillos del instituto, debían llegar al laboratorio; Loki atraía muchas miradas, por su cuerpo bonito, su rostro, su sensualidad, o bien, miradas de envidia. En cierto momento Einar se ve caminando solo, voltea solo para encontrarse a Loki siendo rodeado de un grupo de lo que él considera "imbéciles". Pero el príncipe no luce intimidado o molesto, pues a él le encanta la atención.
— Lo siento, muchachos —dice Loki acomodándose el cabello, siempre coqueto — mi guardaespaldas no me dejará escapar de las lecciones — dice con un lindo puchero que solo consigue hacer que los tipos quieran saltarle encima, Loki lo sabe. Entonces ve a Einar acercarse, y lo señala — ahí viene.
El hijo de Heimdall se acerca solo para ver al grupo lamentarse muy de cerca a Loki, entonces es cuando un intrépido intenta acariciar los cabellos del príncipe, que Einar aparta la mano de un golpe. Hay una batalla de miradas que divierte al presidente.
— Lokitty, llegaremos tarde al laboratorio — dice el muchacho tomándolo de la cintura y haciéndolo caminar; Loki se divierte con las reacciones y mira hacia atrás para guiñarle al grupito que se espera hasta que ambos desaparezcan, todo para observar el trasero del príncipe.
