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No había pasado ni un maldito día que Taehyung ya se encontraba besando otra vez a Jungkook, pero esta vez las cosas subieron de tono para ahora encontrarse sentado sobre los fuertes muslos del mayor, apretando entre sus dedos la tela de la camisa contraria, acorralando con sus propias piernas a Jeon contra su cuerpo, creando una leve fricción entre sus miembros.

Para que se den una idea, Taehyung perdió todo rastro de vergüenza cuando la poderosa erección del mayor estaba asomada entre sus pantalones, frente a sus ojos. Ni hablar de su conciencia, estaba hecha un lío, sabía tan bien que no debía besarlo o ir a actos mayores por su novio, por Yoongi, pero diablos, las pálidas manos dejaban una sensación tan agradable en su piel, sus ojos eran tan oscuros y tan marcado en todos lados. Tan prohibido, pero tan caliente.

Por otro lado, Jungkook se sentía tan prendido, no por ser un hombre y que se le pare con lo primero atractivo que vea, no, estaba tan encendido que le daba miedo, hace mucho tiempo que no sentía aquello, su pecho tan hinchado y deseado de más, desde lo más profundo de su cuerpo – por no decir corazón – quería sacarle el poco rastro de inocencia que le quedaba a aquel ángel puro que besaba tan malditamente bien aunque con un toque de torpeza.

Volviendo a la realidad, dónde nuestros queridos, pero confundidos protagonistas se están besando con tanta pasión, resaltando aquel tango sensual que danzaban sus lenguas. Taehyung sufrió de un escalofrío cuando las manos desconocidas se escabulleron bajo su ropa para tocar con demasiada dedicación su piel. Jungkook estaba tan sorprendido por como aquella piel leve tostada era tan perdidamente tersa.

El menor se acercó sólo un poco más, llevando con total lentitud sus manos hasta el cuello pálido, donde ejerció un poco de fuerza para que sus bocas queden todavía más próximas, sorpresa y gemido se llevó cuando Jungkook succionó sin vergüenza su lengua y apretó sus nalgas. Sabía lo que hacía, dejándose llevar a actos mayores, pero para ello estaba ahí, para perder su virginidad y adquirir sólo un poco de experiencia, era la idea desde el comienzo.

La boca del castaño dejó de conectarse con la inocente de Taehyung, para dirigirla al limpio cuello y pasar su lengua con lentitud, cada milímetro de músculo en el rubio se estremeció, dando una muy buena señal al mayor, quien sonreía con suficiencia y seguía manoseando sus nalgas, obligándolo a que se restriegue contra su bulto.

Cada lamida, respiración cálida o tacto en su cuello lo estaba dejando débil, perdía lentamente el razonamiento y la poca dignidad, las ganas de agarrar del cuello a Jungkook y obligarlo a desvirgarlo se aproximaban. Entre sus pensamientos, un embiste en falso liberó un suave gemido, tan placentero y angelical, inocente pero sensual, excitante y nuevo.

first time ; kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora