El legendario tamer sekiryuutei

Entre las sombras

¡Tenemos que hacer nuestro movimiento ya!- dijo una voz masculina y profunda con tono colérico en las profundidades de una oscura cueva- ¡Y ese maldito nos tiene aquí encerrados, no entiendo porque simplemente no vamos y destruimos todo!

Ya cálmate querido no ves que no conocemos nada en este asqueroso mundo, además estos ingenuos piensan que somos sus aliados, no sabes cuanto me divertiré cuando pueda matarlos yo misma- dijo ahora una voz femenina y elegante la cual curiosamente mostraba a diferencia de la otra un deje de ¿excitación? en su  voz

Más te vale, que te calles de una maldita vez idiota, NO ME INTERESA SI QUIERES DESTRUIRLO TODO O NO...-gritó aquel ser con una voz masculina, para luego hacer una pausa mientras cambiaba su expresión iracunda por una que reflejaba deleite  y emoción-... Yo solo quiero pelar con alguien fuerte y tu¿ qué opinas?

zzzz...zzzz...zzzz- roncaba una de las criaturas allí presentes.

Y yo para que pregunto, si el imbécil de allá siempre esta durmiendo- se quejo de nuevo la presencia.

Ahora solo cállense y esperen a que él humano ese nos avise y atacaremos- dijo una voz masculina con calma en su voz no obstante apenas acabó de decir eso su expresión facial se transformó de una neutral a una sádica-.. y después lo destruiremos a el también.

Con dichas palabras el resto de los presentes con la excepción obvia del que se hallaba durmiendo, empezaron a reír de con fuerza y un toque de locura, sumiendo aquella lejana cueva donde se encontraban en un pesada y sobre todo peligrosa atmósfera.

De regreso en Kuoh

Tantos los Maous, como el ex-líder de Grigori y la hija casa Phenix se encontraban atónitos, su impresión no daba para más, el silencio se hizo presente mientras que los que habían auxiliado a los séquitos de las herederas de las casas Gremory y Sitri, digerían lo que acaba de salir de la boca de la pelirroja, aquellas simples palabras habían sido más que suficiente para hacerlos entrar en un estado muy cercano al shock.

La primera en reponerse de tales palabras fue la cuarta hija de la casa Phoenix, quien tragó hondo su propia saliva y permaneció callada durante un minuto, ordenando palabra por palabra hasta que finalmente habló.

¿Q...qué acaba de decir Rias-sama?- pregunto la rubia con asombro y perplejidad en su voz 

Fue justo como dijo Rías-san, Ravel-san quienes destruyeron a esas cosas fueron Ise-kun y los que parecían ser miembros de su séquito pero hay algo que no me puedo sacar de la cabeza..- dijo Rosswise con un tono cansado y hasta cierto punto adolorido en su voz

¿Puedes decirnos, qué es Ross?- Pregunto el ex-líder de Grigory con curiosidad

El y su séquito también estaban acompañados por varias de esas cosas pero no querían hacerles daño, es más una de ella dijo que uno de esos digimons era su compañera- Concluyó la peli-platino con mucho cansancio, las quemaduras de aquella batalla y el shock producido por el castaño le habían pasado factura, lo cual trajo como consecuencia que la valquiria cayera inconsciente de forma súbita después de esas palabras, siendo atendida rápidamente por la rubia Gremory   quien tenía plasmada en el rostro una expresión de preocupación legitima, ese día había sido un amargo recordatorio de dos cosas que le dolían en el alma. La primera era ser débil e impotente para plantar cara en una batalla y la segunda era la que más la quemaba en el alma, era que Issei, su Ise-san ya no la quería cerca, que la había salvado a ella y al resto de los que estuvieron en la batalla no porque le importaran sino porque estaba interesado en poder acabar con esos extraños monstruos o por lo menos así era con el grupo de la reina de la destrucción.