1.-Escuela

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La alarma comenzó a sonar, indicando que era Lunes, y mi primer día de clases.

Mierda.

Tomé esa cosa y lo lanzé lejos, creo que rompí algo, miré y rompí un pequeño espejo.

-¿Qué te ocurre niñita?.-habló mi madrastra, una bruja para ser sincera.
Me levanté ignorandola, caminé hasta el baño, sentí como daba un portazo.

Me bañé con pereza, salí y elegí ropa cómoda y linda, me maquillé un poco.
Bajé las escaleras encontrandome con mi hermano.

-Hola feo.-dije revoloteando su cabello.
-¿A quién le dices feo?.-dijo haciendose la diva. Luego me lansó un cereal, iba a golpearlo hasta que apareció la bruja, perdón, mi madrastra.

-Modales.-dijo ella con su voz irritante.

Me senté en mi puesto y comimos lo más rápido que pudimos, lavamos nuestros dientes, tomamos nuestras cosas y corrimos hasta la puerta de salida.

-¿Te llevo?.-dijo mi Cameron.
-No, gracias.-dije.
-Bien, nos vemos en la escuela, cuidate.-dijo dándome un beso en la mejilla.

Me puse mis audífonos y comenzé a caminar, eran casi 20 minutos caminando, pero amaba caminar.

Estaba cruzando una calle y un auto casi, casi me atropella.
Miré al auto y era un chico, como de mi edad, bastante guapo, pero lo odié.

-Ten más cuidado!.-grité a todo pulmón.
Él me ignoró y aceleró, yo seguí mi camino.
Llegué a la escuela, me dirigí a mi casillero y miré la hora.

Creo que caminé rápido, quedaban 15 minutos para que iniciaran las clases.

Saqué mi guitarra y caminé hasta el patio.

El patio tenía bancas, árboles, un pequeño negocio y la cancha de fútbol.

Me senté en el pasto y comenzé a tocar canciones y a cantar.
Oí la campana y corrí hasta mi casillero, dejé la guitarra y volví a mi salón.

Me senté en el último asiento, ambos estaban vacios asi que estiré mis piernas ahí.

Una chica se me acercó, la ignoré.

-¿Está ocupado?.-dijo ella, luego vi como sus pies se iban lentamente.
Que mala soy. Bueno que se busque otro puesto.

-Hey! Castaña!.-grité ¿Qué fué eso?.
-Perdón, estaba con audífonos.-dije sonriendo inocentemente.
-No, gracias, me sentaré en otro lado.-dijo ella para luego retirarse, que pesada y arrogante.

Volví a mi posición inicial, el profesor saludó, noté que eran matemáticas.

Odio matemáticas.

Tocaron la puerta, el profesor se quedó hablando un rato y luego entró.

-Chicos, tienen nuevos compañeros.-dijo él.-Preséntense todos los nuevos.

-Soy Clary.-dijo una morena de ojos pardos, muy hermosa.

-Soy Jennie.-dijo, su voz, la reconosco, miré bien y era la chica arrogante de hace un rato.

-Soy Justin.-dijo un niño pecoso con frenos. Me causó ternura.

-Soy Lucas.-dijo una voz masculina, miré y no puede ser.

ERA EL CHICO QUE CASI ME ATROPELLA EN LA MAÑANA.

Tenía pelo oscuro, ojos marrones, tenía hombros anchos, se ejercitaba. Era tan perfecto.

Alto, Zara, la perfección no existe, traté de buscar defectos y los encontré.
Era el típico chico que era malo y drogadicto.

No te mientas Zara, era perfecto.
Sin duda, muy defectuoso.

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