Little Big Universe [KrisTao/TaoRis]

3.

Tao abrió los ojos y se estiró antes de soltar un gran bostezo. Se frotó el rostro al divisar una gran cantidad de hilo color rojo esparcido por toda la habitación que comenzaba en su dedo meñique, cubría la mitad de la cama, caía al suelo formando espirales y seguía detrás de la puerta.

— Kris Wu, ¿qué carajo estás haciendo ahora?— preguntó y se levantó de la cama, para poder perseguir el hilo y ver qué rayos encontraría cuando llegara al final del mismo.

El hilo continuaba por todo el pasillo, caía por las escaleras y rodeaba la sala, parecía que no había final para la "gran aventura del extraño hilo que cubría la casa entera" y sin embargo decidió entrar a la cocina.

El hilo seguía tirado en el suelo, hasta que por fin descubrió el fin del mismo. Al ver a Kris de pie frente a la estufa, luchando para que el pan se tostara y no se quemara como de costumbre, con esa sonrisa estúpida tan empalagosa, cantando cualquier cosa no importante y con la punta del hilo rojo atado a su dedo meñique.

Tao se miró el dedo y después volvió a mirar a Kris.

— The morning rain clouds up my window and I can't see at all and even if I could it'd all be grey. Put your picture on my wall it reminds me, that it's not so bad, it's not so bad— Kris dejó de cantar para mirar a Tao unos minutos—. "Stan", gran canción, violenta y todo pero sigue siendo una gran canción... No debería de ser tan cruel para pensar en ti mientras la escucho o la canto, pero es justo en esa parte, en la que no puedo evitar tenerte en mis pensamientos... "Put your picture on my wall it reminds me, that it's not so bad, it's not so bad"... Es que, a pesar de que mi mundo esté destruido, tú me haces pensar que no todo es tan malo como parece.

— ¿Qué es todo esto?— Tao estaba totalmente en shock, hablaba por inercia.

— Es sólo un fracasado intentando no arruinarte el desayuno.

— ¿Qué es... Todo esto?

— Ah, ¿te refieres a esto?— alzó la mano y sacudió el dedo, haciendo que el hilo se sacudiera.

— Sí, sí, ¿qué es?

— Veo que tienes una pésima memoria, y para que veas que la mía es tres veces peor que la tuya pero intento recordar todo lo que tenga que ver con nosotros— Kris se aclaró la garganta e hizo el intento de imitar la voz de Tao—: "Joder, Kris, dime por favor que tú terminas mi hilo rojo del destino".

— Yo... Sí, lo recuerdo— confesó, apenado.

— Bueno, sé que ese día no pude prometerte nada porque no sé si nuestros hilos rojos se conectan... Pero, a pesar de todo, quiero ser esa persona especial que está conectada contigo, independientemente de si está escrito en el destino o no, voy a borrar todo lo que se dijo de nosotros para hacernos coincidir... Yo soy, a partir de este instante, tu hilo rojo del destino.

Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Tao, entonces Kris dejó el pan y fue hasta su "princesa" para darle un fuerte y cálido abrazo.

— Estoy aquí, estoy aquí, todo va a estar bien, ¿sí?

— Joder, Kris, no me sueltes.

— No lo haré, jamás.