Al final del camino. (Bunny) [Fanfic South Park]

#1: Rosas Blancas

Una de las cualidades de Leopold Stotch era la puntualidad, desde pequeño le había sido inculcado que llegar temprano era sinónimo de ser una persona responsable y él cumplía aquella regla al pie de la letra, todos los días llegaba a la hora a la preparatoria, sin fallar. Por eso no sabía que era lo que le había sucedido, había llegado agitado a la entrada, luego de prácticamente haber corrido un maratón desde su casa a la escuela. Por haber despertado tarde en la mañana perdió el bus. Lo peor de todo era el frío que había en el ambiente, uno que te calaba en los huesos y te hacía temblar aunque su cuerpo estaba tan caliente por el mini maratón que se había pegado, que desde la mitad del trayecto había dejado de sentirlo.

Había una cosa que no había podido entender tampoco, y era el inexplicable e intenso dolor que se había alojado en su pecho solo con ver la silueta de McCormick por el pasillo. No era de extrañar que Kenny llegara tarde o que estuviera saltándose una clase, porque si bien era algo que Kenneth no solía hacer a menudo había ciertas ocasiones puntuales en que si lo había hecho, Butters lo sabía porque una vez por la insistencia de él lo había seguido. Kenny buscaba algo en su casillero, y lo más probable era que fuera una de sus revistas pornográficas, las cuales estaban muy maltratadas, con algunas hojas rotas y manchadas con un líquido de dudosa procedencia. Una vez encontró su tan preciado objeto se percató de la presencia de Leo al otro lado del pasillo y de inmediato se giró, posando sus ojos azules en Butters, estos demostraban extrañeza y algo de curiosidad.

Leo jadeó cuando la mirada de Kenny fue a parar a su persona, el contacto visual nunca fue su fuerte y le era inevitable el ponerse nervioso y temblar como un jalea, aún más si la persona que lo miraba era él. La verdad era que uno de los secretos mejor guardados de Leopold eran sus sentimientos por Kenny McCormick, los cuales se había comenzado a desarrollar desde hace un tiempo, después de su ruptura amorosa con Charlotte siendo más precisos, aunque no los aceptaba, los motivos sobraban. Desde entonces cada vez que miraba a Kenny su corazón latía con fuerza, sintiendo que se saldría por su garganta, la sangre se subía a sus mejillas y sus labios se mantenían curvados, dando su mejor y más estúpida sonrisa, típico de una colegiala enamorada, aunque Butters no era precisamente una colegiala pero si un romántico empedernido.

Ahora era tan distinto, un ardor que comenzó en su pecho y se extendió con una abrumadora rapidez por su garganta. Pensó que sería algo momentáneo pero se equivocó rotundamente al notar que a pesar de que los segundos pasaba su dolor no se iba. Tal como le había sucedido la noche anterior, cuando había leído aquel mensaje.

Sus labios se abrieron al ver cómo Kenneth se acercaba con una sonrisa divertida con una mano en el bolsillo de su anorak naranja y la sobrante sosteniendo la revista. Tenía las palabras amontonadas en su garganta, el miedo viajaba por sus venas como si de veneno se tratase logrado que sus músculos se entumecieran. Esa sensación de pánico, dolor y un calor sofocante en su pecho, su parte consciente le decía que si huía esa sensación se marcharía pero su cuerpo parecía no responder y eso desesperaba aún más a Stotch.

-Hey, Leo -Dijo Kenneth con un tono de lo más relajado, quedando a unos cuantos centímetros de Butters.

-H-hola, Kenny... -Su tono bajo y forzado hizo que algo dentro de Kenny se alertara.

-¿Por qué tan tarde? -Preguntó McCormick con interés alzando un ceja.

-N-nada i-i-importante la verdad, solo me quedé d-dormido... E-eso... -Rió nervioso- Ya sa-sabes, lo normal...

-Oh, entiendo... Aunque eso no es normal en ti.

-E-existe una p-p-primera vez para t-todo... Supongo...

Butters desvió la mirada y apretó tanto los dientes hasta hacerlo rechinar. Se encorvó, sintiéndose incapaz de resistir el dolor, pero de todas manera intentándolo, de una manera que realmente dejaba mucho que desear. El aire comenzó a faltarle a medida que el dolor incrementaba. Hasta respirar dolía.