『 prólogo 』

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Después de la ansiada boda y el ansiado heredero "Parks", Vega se encontraba en la mansión de la família, esperando con ansias que el artefacto muggle indique si estaba embarazada o no.

La casa estaba embriagada de nervios. Los Parks solo tenían un hijo, quien seria heredero de la fortuna, en este caso Frank. Y ella no podía evitar de andar de un lugar, mirando todo el tiempo el reloj de muñeca que llevaba.

Pasaron los minutos que indicaban en la caja, Vega abrió la puerta del baño y camino a paso lenta hasta este, agarro el aparato que tenía dos lineas rojas marcadas. Desesperada agarró la caja y releyo, no había nada que pueda hacer, nada que cambiar, solo aceptar la realidad, o tal vez escapar de una vez por todas de es infierna casa.

La muchacha pelinegra se dirigió a su habitacion y metio el evates en un cajón de su comoda, bajo las escaleras donde se encontraba su hijo de tan solo un año jugando como lo estaba haciendo antes de que subiera, tranquilo sin saber nada de lo que ocurría, apilaba sus cubos.

Agarró un pergamino y una pluma y comenzo a escribir con Frank en su regazo.

Querido Sirius:

¿Como estas? Acá las cosas siguen igual,o peor. No hay mucha información para la Orden esta semana,pero si para ti y los chicos. Tendras otrobsobrino/a, una hermosa noticia pero debo salir cuanto antes de aquí, si no ya sabras lo que pasará. Ayudame por favor.

Cuidate
Vega Black

Agarro la lechuza de la família Parks, ató la carta y le dijo que la llevará con Sirius, su mellizo.

—Vamos Frank, debes dormirte—dijo Vega acunando al niño, mientras se movía en el lugar, era tarde y el niño no mostraba rastros de quererse dormir

Por la Red Flu apareció la figura de Andrew Parks, haciendo que un escalofrío recorriera la piel de la muchacha que se aferró mas al niño y siguió acunandolo.

—Buenas Noches—dijo ella y solo recibió un movimiento de cabeza como saludo

—Deja al niño—ordeno fríamente

—Pero, todavía no está dormirdo—contesto con un hilo de voz

—No me interesa—le dijo dejando el abrigo en el sillón, replicaria pero no quería discutir y menos adelante su hijo

Vega, subió las escaleras con los ojos llorosos, no sabia que era lo que tenía que decirle o hacerle, vivía con miedo y con angustia, maldecia el día en que sus padre hicieron el contrato de compromiso que hizo que se separara del hombre que verdad amaba,la única compañía que tenía allí era la de su hermano Regulus, aunque no venía tan seguido.

Sus amigos y Sirius no podían venir a verla, menos siendo del otro bando. Pero ahora no le quedaba más opciones que salir de la oscura y fría mansión Parks, donde debía fingir amor y felicidad frente a los padres de su esposo o sus mismísimo padres, a quienes no les importaba en lo mas mínimo si su hija vivía bien o no, solo querian las riquezas y dinero que tenían.

A veces pensaba que lo habían hecho como venganza de que halla quedado en Gryffindor y, junto a su hermano, deshonrado al apellido Black.

Recosto al bebe en la cuna, pero este automáticamente se sentó levantando sus manitos hacia su madre.

—Lindo ya vuelvo—dijo su madre pero en el rostro del bebé se transformo un puchero—Nono, no llores—y buscó algo en la habitación que lo distrajera, agarró un osito y se lo dio—Toma quedate con él hasta que yo vuelva ¿Si?—y pareció entretenerse, ya que amaba a ese peluche—Steffy—dijo en susurro llamando a la elfina

Be Good ➸Harry Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora