❝Nunca vi tanta oscuridad y luz a la vez, como la hay en ella. Espero que sepa controlarlo, si nó, será difícil para todos lidiar con aquello❞
Un giro inesperado da su vida, intercambiando toda su felecidad por oscuridad. Una dura y fría verdad camb...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◦ ❖ ◦
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
18. "Fuego"
Había algo, algo que no dejaba dormir al pelinegro. Una opresión en el pecho no podía hacer que se relaje. No había nada de lo que podía preocuparse, pero un mal presentimiento le evitaba eso.
Cualquiera que lo viera creería que estaba loco, se recortaba en el sofa, leía un tramo de un libro, caminaba por la Sala de Ravenclaw y otras vez al sofa.
La única vez que había sentido esa desesperación fue cuando su hermana una noche había tenido mucha fiebre, pero ahora no tenía forma de saber si la ojigris estaba bien o no. Ojala pudiera entrar a la Sala Común de Gryffindor o que alguien hiciera que pase.
Esa morocha que tanto rondaba en los pensamientos del pelinegro caminaba de la mano con el niño que sobrevivió, sabía que ya no quedaba mucho y que debían enfrentarse a Snape, y que Harry debía hacerlo, ese era el problema. Harry
Le costaba soltarlo, no quería que nada malo le sucediera, en todo este año se había encariñado lo suficiente para preocuparse por la vida del azabache.
Sus pensamientos se esfumaron al ver a un Troll inconsciente, Snape ya lo había derrotado. Igualmente sonrió, gracias a un Troll ahora tenía a Hermione como amiga, y deseaba tenerla por siempre.
Llegaron a una sala con siete botellas: una te llevaba de regreso y otra hacía la Piedra, fue difícil adivinar el acertijo de Snape pero la ojigris lo logro, en la botella se veía que solo alcanzaba para un sorbo; pero Harry insistió en que si alcanzaría. Aunque Rachel se aseguró que Harry bebiera más, él era el único que podía sacar la Piedra de allí.
—Rach—la llamó Harry—. Apúrate
Ella asintió y vio la botella, quedaba muy poco, casi nada. Dio un suspiro y bebió lo poco que quedaba en la botella.
