Caída libre (One Direction y tu)

Capítulo 6.

Narra Zayn

Me dolía la cabeza.

No sólo había discutido con Perrie por la llegada de _____, si no que a demas ella había querido quedarse a dormir y yo le he dicho que no, cosa que no ayudó para nada en su mal humor. Habia pasado toda la jodida tarde escuchando a Perrie gritándome, y luego de eso no quería escuchar sus ronquidos a la noche, no con este dolor de cabeza que era peor que la resaca.

Cuando he cerrado la puerta de la casa, y Perrie se ha ido, he sentido un alivio indescriptible. Suspire y me tiré en el sofa, dispuesto a descansar y a sacar el zumbido que habia dejado mi novia en mis oídos.

¿Es que acaso no entendía que no era decisión nuestra que se quedase aqui? A demas, la chica era simpática y una cria, no comprendía como es que mi novia podria estar celosa. Era linda, si; pero una niña, y yo no era justamente asalta cunas.
Simón nos la había encargado, debido a que su padre era el jefe de el.
Un hombre importante por lo que nos había contado, este le había dicho a Simón que la cuidara y la dejará con personas confiables, no quería que su hijita tenga ni un rasguño, ni sentimental ni fisico. Y a Simón se le había ocurrido la genial idea de dejar a una adolescente de 16 años con 5 chicos que no sabían ni siquiera manejar los cambios de humor de una mujer, mucho menos de una adolescente.

Debía dejar de pensar en Perrie y deshacerme de este dolor de cabeza. Me levanté de la cama y fui hacia el baño para tomar una relajante ducha. Me desvesti, abri el grifo del agua caliente y un poco de agua fría. La bañera se lleno, cerré el paso del agua y me adentre en ella. Mi cabeza descansaba sobre el borde de la bañera al igual que mis brazos, el resto de mi cuerpo estaba sumergido.
Hacía tanto tiempo que no estaba en esta paz absoluta, con el silencio tan placentero y el agua caliente relajando mis músculos.

Narra ______

-Ya vuelvo, ire a preguntar a los chicos que quieren de cenar- Ya comenzaba a hacerse de noche, y no sabía si los chicos preferirían ordenar la comida o cocinar algo, Liam asintió y poso su vista en el jardin mientras yo salía del balcón.
Fui hacia la habitación de Niall, y he encontrado que no estaba ni el ni Louis, y los platos con los panqueques tampoco. Decidí ir a la pieza de Harry que era la más próxima a la que me encontraba. Toque dos veces la puerta y escuche un pase.

Cuando me adentre en la habitación me encontre a mi compañero tumbado en la cama, usando su celular; al entrar, poso su vista en mi, y sonrió de lado. Una increíble sonrisa sensual.

-¿Que te trae por aquí pequeña?

-No soy pequeña ¿Si?, y quería saber si preferías cocinar algo o pedir la comida fuera.- Se me hacía incómodo que Harry me llamase pequeña luego de lo que me había dicho cuando me habia brindado su ayuda, era algo extraño.

-Podriamos pedir pizza.- Dice el, sosteniendo su perfecta sonrisa.

-Pizza suena bien.- Sonrió y salgo de la habitación, para luego dirigirme a la de Zayn.

Me da mala espina entrar aquí, tal vez aún siga la novia y al verme tocar la puerta de la habitación del morocho, se tensen aún más las cosas.
Se sentia como si existiera un hilo, y cada vez se desgatara un poco mas. Si la rubia estuviera alli dentro, y me ve tocando la puerta de su novio, estoy segura que agarraria una tijera y cortaría directamente ese hilo, y supongo que tambien podría aprovechar para cortarme el cabello. Deje el dramastimo de lado y toque la puerte, se oyó un pase y obedeci.

Mi boca se abrió levemente al encontrarme un Zayn con el pelo empapado y su cuerpo igual, con una toalla atada a la cintura y su torso perfectamente trabajado, al descubierto. ¿En que pensaba Simón al dejar a una chica con las hormonas totalmente revolucionadas con 5 chicos completamente atractivos? Pero, en momentos como este, me gustaba que Simon no pensara.

Cuando por fin reaccione, gracias a que Zayn se acerco y paso la mano por en frente de mi rostro, me ruborize completamente. Le había quedado viendo con una cara de depradadora sexual, que vergüenza. El al ver que reaccionaba nuevamente sonrió. Mierda, su sonrisa no ayuda en circunstacias como esta.

- Yo he venido a ver si querías que encargaramos unas pizzas.- Me sorprende el no haber tartamudeado, conociendome, en situaciones como esa, no podía casi articular palabra.

-Pizza suena bien- Yo asiento y me doy la vuelta para salir de esa habitación. Una vez fuera y con la puerta cerrada; me apoyo sobre la última y me dejo deslizar al piso. Mierda, ¿por que era tan atractivo? Y aparte de esto, para darme cuenta de que el destino me odia, tenia novia, y yo vivía con 4 chicos más, que tambien eran muy lindos. No sabía si me encontraba en el mismísimo infierno o en el cielo. Tal vez, una mezcla de ambos.