-Jacks Pierce, alias "la joya neoyorquina", de padres alcoholicos y drogadictos, por maltrato salio de casa a los trece años, conoció a unas personas que lo introdujeron en el robo, presas actualmente, cuatro años estuvo como carterista y un año en el tutelar de menores por ser descubierto robando, no se levantaron cargos más que una sola persona, al salir del tutelar, entro al robo de autos, actualmente con treinta y dos años es uno de los ladrones con más ganancia y experiencia en el robo no solo de autos, si no también de arte, joyas, venta de armas, drogas y cuenta con una empresa fantasma, para asesinar personas e incriminar a otros... Inocentes.- recalco Mila sentándose cerca de él, encima del escritorio, Julieth se sentó del otro lado.
-Es de verdad asqueroso eso.- le admitió ella, Mila suspiro y metió un pie entre sus piernas, presionando cerca de su miembro, lo vio tragar saliva con dificultad.
-Te seguí desde hace tiempo, entraste al cuartel por un auto, burlando la seguridad y solo por eso, he estado investigandote.- movió el pie de un lado a otro- Y no me canso, no como otros. Haré lo que pueda para hacerte confesar. Solo es decir, si, yo lo hice.-dijo como si nada -Y claro, hablar de tus negocios.
-Se lo dije a ella, y te lo digo a ti, no dire nada hasta que no tenga a mi abogado.- recalcó, Mila apretó la mandíbula y empujo a Jacks con el otro pie, haciendo que la silla quedara en diagonal, siendo sostenida por el pie de Julieth y el de ella, causándole daño en las muñecas a Jacks por las esposas ganchadas a la mesa.
-Yo te dire a ti algo.-lo hizo volver a su lugar de golpe - Me importa una mierda lo que digas, estoy aquí para que admitas haber hecho lo de Washington, Julieth esta aquí para que admitas que conoces y le has vendido a Greg, así que si tenemos que sacarte un órgano lo aremos, a diferencia de ti, yo respeto a mi país, lo amo y haré por la paz lo que sea que tenga que hacer, nadie vendrá a vender drogas a adolescente y a vender niñas, no si lo puedo evitar.- le dijo claro, se puso de pie y tomo una caja que estaba en la pared, la dejo frente a él para que la viera- Yo no me siento cómoda haciéndolo, no cuando pase mucho tiempo y conocí un lado diferente de ti... Pero debido a quien eres, podre hacerlo. Solo habla antes de que pasen cosas peores.
-Se darán cuenta que fui golpeado en la corte.- amenazo, Julieth bajo de la mesa y negó tomando un cuchillo de doble filo.
-Podemos decir que te pusiste violento, todo lo que digamos sera tomado en defensa propia, después de todo, ¿quienes somos?- le preguntó pero no contestó- Militares, de las mejores, contra algo que dice un narcotraficante.- recordó ella.
-No tienes como ganarnos Jacks.- comentó Mila empuñando un cuchilla al igual que Julieth, se acerco a Jacks y lo paseo por su cuerpo- No me asusta usarlo. Ni siquiera porque siento algo por ti. Tal vez estoy enamorada, pero mi país es primero, siempre estarán las vidas de millones primero que la de un hombre como tu.-soporto las ganas de llorar, el dolor que sentía dentro de ella por hacerle eso era mayor al que podía imaginar antes, pero era su deber, no por amarlo lo iba dejar salir tan librado de todo.
-Te amo.- susurro él, pensando que se detendría de causarle daño, pero solo lo miro a los ojos y ladeó la cabeza.
-Entonces confieza.- contestó Mila presionando el cuchillo en su hombro, pudo sentir como se rompía la ropa al paso del filo y como la carne de Jacks dejaba pasar el cuchillo, lo vio apretar los dientes y cerro los ojos, Julieth le había advertido que usaría cualquier cosa para distraerla, pero así como había amado a ese hombre, anteriormente lo había odiado, no podría pasarnpor alto una lista larga de delitos solo por un par de sentimientos, era su primer amor, pero lo superaría tarde o temprano.
-Sera necesario más de eso para hacerme hablar.- comento con mal humor, tratando de controlar su cuerpo y mente para no gritar del dolor, Mila se alejo de él sacando el cuchillo, lo dejo en la mesa y fue a la puerta con paso firme, esta se abrió y ella salio pero regreso de inmediato, detrás de ella, una mujer entraba.
-Ella es una muy buena amiga de Julieth, hizo hablar a un militar que traiciono a su país en muchas ocasiones, sera pan comido para ella hacerte hablar.- Siena ladeó la cabeza, con la mirada fija en Jacks, había investigado de él, no parecía ser fácil para interrogar, su vida había pasado por mucho, estaba segura que todo lo que ella le haría, ya se lo habían hecho a él, y de diferentes maneras.
-Me llamo Siena Garrison, capitán del equipo Delta de las fuerzas especiales en Los Ángeles.- se presento ella, se encamino a la silla frente a él y miro a Mila- Toma asiento.- le ordeno, Mila se sentó algo confundida, Siena movió algunas cosas de la maleta y después suspiro.
Había pasado una hora pero Jacks no hablaba, Siena trataba de hacerlo lo más doloroso posible, sin causar tanto daño para no levantar sospechas, pero no funcionaba, no salía de su boca ni el más mínimo grito o quejido de dolor, ni una sola letra, Mila en cambio, había derramado varias lágrimas, lo comprendía, si ella hubiera pasado por lo mismo con Patrick o Julieth con Mike, estarían en la misma posición, había sido descuidada al enamorarse de él, pero el amor llegaba de golpe y sin importar quien era, lo sabía ella bien, aunque Mila debió alejarse más cuando comenzó a sentirse enamorada de Jacks, tal vez era su trabajo hacerlo creer todo eso, pero era su obligación matar sus sentimientos, Julieth salio de la sala de interrogación dejándolas solas, Mila parecía pensar cosas mientras Jacks trataba de controlar su cuerpo.
-Hara falta más para hablar.- se burlo de ella, miro a Mila y le sonrió con la boca escurriendo de sangre- Sabes bien que no hablare.- le dejo claro a ella.
-Siena, quiero que me hagas un favor. -le llamo, ambas se acercaron una a la otra y le susurro en el oído, algo que incluso a ella misma, parecía dejarla sin aliento, impresionada por la decisión.
-No creo que hable de esa manera, es un hombre solo, creció rechazado por los demás, no le importa nadie, no tuvo un ejemplo de amor.- aclaro Siena tensa.
-Por favor, si realmente le intereso, no dejara que nada pase.- pidió ella, Siena lo pensó un poco, a pesar de todo lo que había dicho Jacks, sus ojos lo delataban, amaba a Mila, no dejaría que le hicieran nada, pero no estaba segura si hablaría para evitarlo.
-Esta bien, pero no me haré responsable de nada.- advirtió ella, Mila asintió y camino a la puerta, tomo una de las sillas del rincón y la atravesó en la perilla, evitando que la abrieran, respiro profundo y regreso a la silla- Julieth se molestara.- dijo tomando dos esposas, Jacks miraba con atención lo que hacía.
-¿Que están haciendo? - preguntó Mike poniéndose de pie, Julieth giró dejando el vaso de agua, Siena estaba esposando a Mila y la puerta estaba trancada con una silla.
-¿Que demonios?.- pregunto ella-¡Abran la puerta!.- grito caminando a esta, traro, pero la silla no se movió de su lugar y la puerta no se abrio, fue a los controles y encendió el micrófono- Siena ¿que estas haciendo?- pregunto asustada.
-Yo se lo pedí. -contestó Mila girando al espejo, no los miraba, solo su reflajo, pero estaban ahí.
-Mila, deja de hacer eso, no hablara, ya lo viste... Sera inútil, solo dejalo así, tendremos los resultados del ADN en las cosas que confiscaron y también las imágenes de las cámaras de seguridad, no hace falta que hagas eso.- pidió ella.
-No Julieth, quiero que hable. -hablo ella.
-Hablara, pero no de esta manera, él no te ama, no es capas de amar a nadie Mila, siempre vivió solo, nadie lo amo y por esa razón no ama... No te arriesgues por alguien que no es capas de defenderte.- Mila la miro a través del vidrio, como si supiera donde exactamente estaba.
-No soy como tú Julieth... Es la primera vez que me enamoro y es de un hombre completamente diferente a mi... Alguien que no se percata del daño a otros y que vende a niñas... No tengo la misma suerte que tú... Mirame, enamorada de un bastardo infeliz... No como tú, enamorada de un gran hombre, que defiende a su país y que te ama de la misma manera a ti... No se que hice para merecer esto, pero si este seria el castigo por enamorame de un hombre como Jacks, es el mejor castigo que me pudieron dar... Así al menos la próxima vez, pensare dos veces antes de enamorarme... Tu tienes a un hombre tan grandioso a tu lado, de verdad Mike es grandioso, no lo dejes ir.- recomendó ella con lágrimas en los ojos, miro a Siena y sonrió- Estoy lista.- Julieth cerro los ojos y se alejó de los controles, no podía respirar siquiera, las palabras de Mila fueron cortas, pocas pero certeras, le causaron más daño de lo que imagino.
-Yo... Iré a tomar aire. -salio de la sala evitando que alguien viera sus lágrimas, no quería que nadie la viera llorar, no era de ella hacer eso.
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Fuerzas Especiales: Julieth [EDITANDO]
RomanceEn un principio todo parecía ser diferente entre ellos, todo menos su trabajo, tal vez tenían diferente entrenamiento, pero se dedicaban a lo mismo, no creyeron terminar en una situación que los rebaso sin darse cuenta, que los dejo expuestos a una...