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El fin de semana comenzó con un viernes tranquilo, al menos para todos los demás, no para ella, la noche fue interrumpida por el desvelo de no saber que hacer, de no saber que llevar y no saber como decirle a los demás que se iría, toda esa semana se la paso fuera, lejos de ellos, no abrió la por erta cuando fueron a llamar, no contesto cuando su celular y teléfono sonaban, salio por algunas horas y regreso para terminar de acomodar sus cosas, era definitivo, se iría por un tiempo de Los Ángeles para abrirse paso, pero no tenia claro como se los diría a los demás, hasta ese momento.

Estaban todos reunidos en la casa de Siena y Patrick, los niños estaban dormidos y todos hablaban de su semana, cuando apareció por la puerta, fue como si todos hubieran visto a un fantasma, era justo pues parecía uno después de una semana de desaparecida, la cansaron con preguntas y las miradas que le daba Mike no eran para nada buenas, además de dolor por dejarlos, sintio rabia pues no estaba solo, había una rubia sentado con él y se miraban muy apegados, de los demás, se podía decir lo mismo, no dejaba de mirarlos y sentir que los extrañaría, no podría verlos un buen tiempo y eso le hacía sentirse muy mal, pero creía en las palabras de Robín, solía decirle que los pequeños sacrificios, eran grandes recompensas y eso la animaba más, quería pensar eso y darle para adelante y saborear la victoria de la lucha que enfrentaría, olvidar lo que sentía por Mike y crecer como mujer y militar.

—Que me han habló. —dijo imitando el asentó español, todos rieron mientras dejaban de lado lo que hacían para prestarle atención, extrañaría eso, que dejaran de hacer todo para mirarla, fruncio los labios y respiro profundo, tenía que ser fuerte —Hace unos días me hablaron de la CIA.— dijo orgullosa, escucho una ola de sorpresas por parte de todos, pero nadie dijo nada, ella miro su cerveza y después sonrió —Me propusieron unirme en un caso, me dieron hasta ayer por la noche para responder, lo pensé durante toda la semana, llegue a una sola respuesta que creo es lo mejor.— miro a Siena, ella era la más sonriente, esperaba con ansias la respuesta de Julieth —Acepte la propuesta, mañana a primera hora salgo a Nueva York.

Mike se quedó helado, no habían hablado de eso, no le dijo nada de una propuesta y menos de la CIA, eso la catapultaba sin duda alguna, sabía de sus inseguridades, pensaba que era débil pero no creyó que lo fuera, le dolía saber que no le había comentado nada, que no le había prestado la atención , le dolió en el alma saber que en su vida solo era quien le daba un orgasmo y ya, que no significó nada para ella, pensó mucho de ella, pero no eso, la Julieth que había conocido no era nada parecida a ella, le gustaba pensar que estaría mejor, se sentiría mejor siendo más grande que su equipo, pero un nudo en el estomago le hacia sentir que estaba dejando ir su vida entera, no quería, pero debía dejarla ir, había invitado a Claire para que viera que no le dolía, pero no era verdad, le dolía que lo hiciera a un lado, que creyera que no le importaba, porque era lo contrario, Julieth se había metido muy debajo de su piel y estaba causando en él el dolor más grande que sentir como una bala entraba por tu piel en eedio del estomago.

—Eres la rubia más inteligente y valiente.— comento Patrick abrazándola, beso su frente y ella cerro los ojos, le habían dado los mejores años de su vida, nunca se había separado de ellos y sentía que seria para toda la vida.

—Siento no haberles dicho nada.— se disculpo, Patrick se alejo y la tomo por los hombros.

—No tienes nada de que disculparte, estas haciendo tu camino, como nosotros lo hicimos, es tu vida y tarde o temprano lo harías, además, no hay que privar de tu inteligencia a la CIA, estamos hablando de un nivel más alto que todos.— le reconoció, Julieth sonrió mirándolo a los ojos, tenía que hacerlo, a pesar de haberse perdonado espiritualmente, no se perdono a ella misma por decirlo tal cual, tenía que hacerlo de una vez pues sentía no volvería.

—Siempre quise que estuvieras orgulloso de mi, que miraras en mí lo especial más allá de como mujer. —se sincero, Patrick sonrió y tomo su mejilla, ella había sido como una hermana por más que quiso ser más —Pero nunca lo logre, estuve escondida detrás de ustedes a la espera de algo, que me ocuparan, hasta ahora que me doy cuenta.

—Julieth, estuve orgulloso de ti, te convertiste en una hermana para mi, tenía que estar orgulloso, fuiste especial y lograste mucho en poco tiempo, no me importo que estuvieras escondida, esperaba un día salieras, un día tomaras el valor para salir y tomar todo por ti misma. No tengo nada que perdonarte, lo que paso con Siena ya paso, ella te perdono y yo también, estate tranquila en cuanto a eso, vive como quieras, ama a alguien que te corresponda y pelea por lo que quieres sin importar nada.— le confeso él, podían gustarle las palabras, pero le dolía pensar que no podía, por más que quisiera, no podía hacer eso.

—Irme es lo mejor, pero no lo hare por un amor, ya lo deje atrás y me hizo mal no saber si era o no amor, si era bueno y correcto, no cometeré el error de hacerlo nuevamente y esconderme detrás, saldré a ver que me depara el destino y cuando sea prudente, si es amor de verdad, sabré y sabrá esperar.— comentó ella mirándolo, Patrick asintió abrazándola nuevamente— Solo quiero que cuides mucho a Siena y los niños, también a Mike, que no se meta en problemas.

—Vete tranquila.— le guiño el ojo y la dejo ir.

—Mi rubia natural.— dijo Jack, Ben estaba detrás de él, mirándola con tristeza —Te vas a una liga mayor. —le dijo para que entendiera, Julieth asintió tímida, como pocas veces se miraba.

—Cuidado con los de la CIA, ellos disparan si se sienten amenazados por una belleza como tú.—bromeo Ben, Jack y ella rieron un poco y se tomaron de las manos— Prometeme que no te meterás en problemas y que no harás llamadas para que salvemos tu trasero.

—Ustedes me llamaran a mi para pedir ayuda, soy la mujer del grupo y la que acapara todo en el lugar.—dijo ella moviendo su melena rubia, Jack río y miro a Ben.

—Ben piensa que tienes algo con Mike, pero si lo tuvieras, cosa extraña, no te irías, te conozco bien para decir que si quieres o amas, te aferras.—le comento Jack.

—De vez en cuando no es bueno aferrarse a alguien de esa manera, duele cuando te das cuenta que no es lo que pensaste... Y no quiero cometer el mismo error.— admitió ella sin mirar a Mike, quien no se había parado de su silla y no decía nada como los demás.

—Tienes miedo, pero eres valiente, cuando creas que es momento, volverás.— le recalcó Jack, ella suspiro y asintio.

—Julieth, deberías recomendarme...— escucho a Robín, ella rió.

—Tratare de hablar de ustedes para que los tomen en cuenta.—se burlo, Marcelo y Jeremy estaban con él.

—Sabes como dejar con estilo, CIA... Es realmente otro mundo, debes de ser demasiado buena para entrar y una joya para ser solicitada.— comento Marcelo, Julieth se alzó en hombros, no supo como había llegado hasta ahí.

—Robín, esperame para la siguiente ronda en póquer. Marcelo, mi casa necesita unos cuántos muebles y tu...— apunto a Jeremy— Despeja tu mente, vive libre y bien. Hay unos bares a los cuales van mujeres hermosas.

—De eso que ni que.— dijeron todos al mismo tiempo, entre risas y abrazos.

Fuerzas Especiales: Julieth [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora