1.4

1K 84 0
                                    

Se acomodó mejor en la banca, mirando como partía el avión de Julieth, se había despertado desde temprano y le había preguntado a Patrick la hora de su vuelo, después de unas cuantas palabras, se la dio, pero no había llegado a tiempo para verla, estaba más tranquilo y entendía el porque huía, la peor parte era para ella, porque no estaba acostumbrada a darle su corazón a un hombre, pero estaba feliz pues ese hombre era él, solo necesitaba esperar para que ella volviera, siempre estaba seguro de todo, una de esas cosas era que ella volvería por él y él estaría ahí para ella, para tomarla entre sus brazos y besarla como si no hubiera mañana.

Necesitaba creer en ellos como creía en su arma, con seguedad y entereza, sin importar que, solo necesitaba aferrarse a la idea de que no lo haría a un lado, a pesar de las palabras que dijo, necesitaba ordenar su vida primero para después aceptar todo lo que viniera con ella, era obligatorio sacar todo a la luz para así no hubiera chantajes, Ximena no cabria más en su vida, lo difícil seria decirle a su madre que estivo acostándose con su mejor amiga por todos esos años, alejar a Ximena era primero que empezar la vida con Julieth, ella podía ser una amenaza en la vida de ambos, era controladora y posesiva como él con Julieth, no le gustaba que alguien más la tocara, pero también Ximena era como él, cuando la alejo la primera vez, fue una catástrofe, estuvo apunto de decírselo a su madre, pero entendía algo, por más que fuera su amiga, ella tenía más que perder, se lo dijo Siena, él era el hijo, siempre se perdonaría todo, pero a una amiga, era otra cosa diferente, cintando que solo tenía quince cuando comenzaron, podía tomarlo como violación y así él saldría librado, pero necesitan estar seguro de causar todo eso, seria una bomba que no sabría como controlar, pero lo haría, solo tenía que poner en orden todo para que no explotara en su cara.

Subió a su camioneta y manejo hasta la casa de su madre, los domingos solía estar ahí y pasarla viendo algo en la televisión o con sus perros en la piscina, le gustaba visitarla, pero de vez en cuando era insoportable pues lo abarrotaba con preguntas de cuando se casaría y un sin fin más, bajo y entro saludando al ama de llaves.

—¿Mi madre?— pregunto guardando las llaves de la camioneta.

—En la piscina.— respondió ella—¿Gusta algo de tomar?— le preguntó quedándose de pie, negó caminando por el pasillo que llevaba a la piscina, abrió la puerta y miro a su madre sentada en la orilla de la piscina, los perros descansaban a un lado de ella y parecía hablar con ellos, se acercó a ella y cuando estuvo a punto de hablar, miro a alguien nadar.

—Hola Mike.— saludo Ximena sonriente, usaba un traje de baño en dos piezas, antes le parecía atractivo, en ese momento solo le parecía inadecuado para una mujer de su edad.

—¡Hijo!— saludo su madre poniéndose de pie, se acerco a ella y beso su mejilla sin dejar de mirar a Ximena

Fuerzas Especiales: Julieth [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora