6- "La Flor de la Colina"

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~Una tarde soleada. Llegó, desde un lugar que nadie conoce, al viejo pueblo del Sur...
Era un automóvil muy grande para alguien tan pequeño. Un señor avaro bajó del auto, presumiendo grandeza. Se veía en su traje blanco, en sus joyas y en sus gestos. Aquel hombre miró a su alrededor y pensó "No encontraré nada aquí que valga la pena" . ¡Como se equivocó!.
El viento sopló e hizo volar aquella elegante galera que portaba. Él la corrió. Podía no haberse preocupado por ella. Podía comprar cuantas quisiera. Pero sus piernas corrían. Y corrió una noche entera. Persiguió aquella galera. Y reía divertido. No entendía lo que hacia. Se encontró en lo alto de la colina. Imagina si había corrido. Con un gran salto atrapó su galera y la limpió. Se la colocó y una risa muy suave escuchó. Y miró por todos lados y a nadie vio. Y de nuevo la risa se escuchó. Y detrás de una roca una Flor estaba enredada en el castaño de un cabello muy brilloso. Y descubrió que desde allí provenía aquella risa. "¿De que ríe?" preguntó. La joven lo vio y dijo. "Es usted un niño". El rico se estremeció y se puso molesto. "¿Cómo un niño?", se quejó. "Yo soy un hombre. Maduro como todos". Y la joven lo miró y se acercó. "Acaba usted de correr por una galera todo una noche. Ha saltado, a tropezado y rasgado sus rodillas. A reído y no le ha importado nada. Ha usted vuelto a ser un niño". El rico miraba perplejo. "Y yo me he enamorado de ese niño". Dijo la joven. Él estaba realmente sorprendido pero pensó. <Ella no es para mí>.
La joven lo tomó de imprevisto y lo besó. El rico la apartó sonrojado. "No sea irrespetuosa" dijo molesto. Y ella entristeció. Se sacó la flor del cabello y se la ofreció. "Tenga usted está flor. Para que me recuerde". El rico no entendía.<¿Está loca?> pensó. "Mire señorita, yo no quiero su flor, no quiero nada suyo". "¿No la quiere por qué no está cubierta de diamantes ni oro. Y no me quiere por qué no visto grandes telas ni un corazón avaricioso?. Si usted conociera el amor señor". El rico entristeció pero se enojó. " ¡No me conoce!. Si sé lo que es el amor. Sé lo que es, apreciar lo poco. Sé lo que es, sentirse como un niño...Sé lo que es, que nunca hayas podido jugar con los demás. Dañar tus rodillas. Reír y despreocuparte... Sé lo que se siente que tus padres nunca estén. Que tengas que aplastar a otros para crecer tú. Sé lo que se siente estar solo". El hombre calló, había confesado todo. La joven tomó sus manos y colocó la flor en ellas. "Yo puedo ayudarlo. Puede empezar arrancando los pétalos de esta flor. Cuando arranque el primero diga, riqueza, y cuando arranque el segundo diga, amor, arranque el tercero y diga, riqueza, arranque el cuarto y diga, amor, hasta que quede el último pétalo". El rico comenzó... Riqueza, amor, riqueza, amor, riqueza, amor... Y por último riqueza y el rico miró a la joven y la joven lo miró. El rico estaba asustado no quería que tocase riqueza. Entonces la joven llevó la mano hacia su pecho y le mostró el colgante que traía, el cual tenía un pétalo. Y el rico dijo con la mayor felicidad que allá tenido alguien "¡Tú. Amor!". Y aquella galera reposo cubierta de pelatos en la colina. Donde un hombre tan pequeño dejó atrás su gran riqueza para entregarse a un gran amor, que le sentó mucho mejor.~

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