O5:17 a.m

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Le pagué al taxista y rápidamente bajé del auto corriendo hacia la entrada del hospital, la puerta era de cristal, al estar delante de esta me quedé viendo mi reflejo pensando en si era correcto estar ahí luego de lo que ha pasado, después de unos segundo me armé de valor y empujé la puerta haciendo que esta se abra.

Al entrar pude ver a varios doctores caminando por todas partes, al parecer tenían mucho trabajo que hacer, giré la cabeza hacia la recepcionista que parecía agobiada por todo él trabajo eso se hacía notar por su apariencia, cabello despeinado y con ojos hinchados de sueño, estaba hablando por teléfono, por ello decidí ir a buscar la habitación de Lisa por mi cuenta.

Pasé por un pasillo habían varias puertas que llevaban a distintas habitaciones, caminaba a paso veloz viendo a hacia los costados.

Avanze tan rápido que creo que vi una silueta femenina en una cama de una habitación que ya había pasado, retrocedí y de reojo vi hacía dentro de la habitación, la puerta estaba entre abierta. Observé la espalda de un hombre con la cabeza agachada al lado de la cama en la que se encontraba postrada Lisa.

Entré intentando no hacer mucho ruído, pero Kunpimook sí se percató de mi presencia, giró su cabeza hasta el límite en el que podía llegar para darse cuenta de quien era y volvió a mirar a Lisa, una lágrima cayó por su mejilla seguida por otra al otro lado, sus ojos comenzaron a tornarse rojizos la tristeza llenaba todo su ser además del dolor, empezó a intentar borrar esas lágrimas pasando sus manos cerradas, mostrando sus puños, por sus ojos, los sollozos no faltaban y estos mostraban lo que sentía en ese momento.

Comencé a acercarme más hasta quedar a unos centímetros atrás de Kunpimook, mientras avanzaba pude ver más de cerca a Lisa la piel no tan normal como ella la tiene se notaba más pálida y sus gruesos labios secos, sus ojos totalmente cerrados hacían notar sus largas y hermosas pestañas, la miró fijamente con los ojos totalmente abiertos y cristalinos intentando mantener la compostura.

Kunpimook se dio la vuelta pasando al lado mio dirigiéndose a la puerta sin mencionar ninguna palabra. Me quedé solo con Lisa, empecé a acercarme hasta quedar al lado de la cama, me arrodilló para estar a la altura de su rostro.

El sonido que emitía él monitor cardíaco me ponía nerviosos y a la vez tranquilo ya que el sonido de <<beep... beep... beep...>> le decía que ella aún seguía con vida, pero al cambiar por un <<beeeeeeep...>> le daba a entender que Lisa ya se estaba yendo.

Miré su bello rostro con detenimiento admirando lo que tal vez nunca volvería a ver. Mis ojos seguían cristalinos, intentaba contenerme las lágrimas pero una logró caer por mi mejilla.

Me acercó cada ves mas a su rostro hasta poder darle un beso en sus suaves labios.

Lisa tiende a tener la personalidad y imaginación de una niña de 5 años, pensaba que los cuentos y las historias de amor se hacían realidad, su favorita era la de "La bella durmiente" en donde la princesa es hechizada teniendo así un sueño profundo en él cual no puede despertar, la única opción para deshacer el hechizo era un beso de "amor de verdad" vaya tontería pensé en ese momento pero ahora al verla solo podía cumplir aquella ilusión de ella.

Mi corazón es tuyo; m.yg + ll.m + km.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora