❝🌹†Daddy†#03🌹❞

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—Nos vemos luego, Jimin— Levantó la mano hacía su amigo para luego cerrar la puerta detrás de ella. Caminó con hastió hasta la cocina dejando que su morral se deslizara por su hombro.

—Buenos días, Hana— Giró la cabeza encontrándose con su padre entrando a la cocina. Llevaba una camisa ligera y unos pantalones ajustados oscuros, Hana asintió en muestra de respuesta mientras habría el frigorífico buscando comida.—No he cocinado...— Aclaró al mismo tiempo en que la menor cerraba la puerta bufando. Ella se partía el lomo en el colegio mientras él jugaba a la jardinería, sin olvidar a sus folla amigas.

—No importa, no tengo hambre— Mintió.

—Hey— Se acercó a ella antes de que se fuera, la tomo con sutileza por el brazo dejando que la piel de la chica se crispara—¿Qué sucede? Te comportas muy extraña— Hana negó— Si fueras la verdadera Hana estuvieras a mis pies llorando porque te diera...— Pauso— Comida.

—Hoy no tengo ganas, Jeon.— Y con eso, la soltó.

Pero aun así no la dejo escaparse y sin predecirlo— o más bien sí— La tomo por la cintura y dejando que su morral cayera al suelo la sentó de sopetón sobre el mesón.

La mirada de la menor era apagada, débil, como si hubiera sucedido algo que de repente la entristeció. Jungkook se mantuvo mirándola con atención hasta que pensó; ¿Será que ahora comienza a extrañar a su madre?

—Hana... Si sucedió algo puedes decirme...—Descartó la idea de Jimin al haber escuchado como se despedían— Sabes que...

—¡¿Quieres callarte de una jodida vez?!— Atacó tomándolo desprevenido. Sus ojos negros se abrieron inexpresivos mientras veía como su hija echaba humo por la orejas.

Se molestó...

Se metió descaradamente entre sus piernas, haciendo que la menor dejara de respirar, la miro ferozmente como si quisiera comérsela. Tomo su mentón con uno de sus gelicos dedos e hizo que sus miradas mezcladas se conectaran, Hana trago saliva, sabía lo que había hecho, pero el simple hecho de tener a Jeon así hizo que no se arrepintiera.

—Hana...—Llamó, su semblante era hostil, pero aún mantenía el mismo interés del principio.— Si vuelves a siquiera pensar en gritarme juro por Dios que azotare tu culo en medio de la sala... ¿Entiendes, no?—Preguntó dejando un aire juguetón al final de su amenaza.

La chica asintió lentamente.

—Ahora, dime que sucede.

—Nada.

Y en realidad, era nada. Hana no estaba triste ni mucho menos molesta por algo, simplemente no había comido, estaba harta del colegio y el pensar que Jungkook estaba aquí con sus amiguitas, la hartaba más, lo quería para ella sola, pero si las cosas por más fáciles que parecieran eran más complicadas aún.

—De acuerdo—Se alejó de ella sin presionarla más, aunque no quería. Dejó que se bajara del mesón, el hecho de que su falda levemente se levantara al saltar lo inquieto de golpe, no entendía como antes no había sentido esto con Hana.

—Puedes irte.—Soltó, dándole la espalda para comenzar a cocinar. Sabía muy bien que la había embarrado al no ser un padre responsable, pero, si solo las amigas de su difunta ex esposa no hubieran aparecido el tranquilamente hubiera cocinado.

—Ahora no quiero, más bien explícame...— Musitó de repente haciendo que Jungkook curioso la observara.— ¿Por qué no habías cocinado...?

—Las amigas de tu madre llegaron a la ciudad al mediodía y quisieron visitarme... Sí siquiera supieras lo que paso...

Hana torció los ojos, un gesto que definitivamente Jungkook odiaba.

—Vale, ya veo cuales son tus prioridades con respecto a tu vida.— Jeon le miro confundido—Prefieres tus amiguitas que cuidar de mí. Perfecto, Jeon.— Levantó los dos pulgares soltando una sonrisa falsa. Sabía que de antemano que a él no le gustaba ese tipo de comportamiento, pero, ya no aguantaba sus celos y mucho menos ahora que aquellas víboras estaban de regreso en la ciudad.

También sabía de antemano que ella no era nadie para juzgar ni mucho menos criticar su vida, y que después de todo era su padre, pero, ahora estaban ellos dos, sólo ellos dos.

—¿Qué pasa?—Molestó, de nuevo atacó.

—¿Qué pasa?—Repitió.— Pasa que estoy harta de tus amistades, de que ellas vengan acá e intenten que tú...— Y se lo tragó, no quiso decir más al ver como la vena de Jungkook se hacía más notoria con el pasar de los segundos.

—¿Qué diablos tienes contra ellas, Hana?— Gritó.

—Me choca que vengan aquí, haciéndose las santas para que te las cojas.

Jungkook calló. Sintiendo un nudo en la garganta recordó con aplomo lo que noches antes había pasado en la sala, cuando él había llegado borracho y, aunque no recordara casi nada tenía una leve curiosidad de lo que había pasado esa noche... ¿Acaso él la tocó?

—A ti no te debe de importar con quien yo "coja", eso es mi asunto...

Entonces, si lo hace, si se acuesta con ellas...

—Si me importa, porque...— Sus ojos brillaron y sintió como sus piernas flaqueaban.— Nunca lo hiciste conmigo.— Jungkook se sorprendió. No porque no lo supiera, si no por el hecho de ser capaz de decirlo abiertamente—Aquella noche no quisiste llegar a más, no solo por Jimin y su llamada, simplemente me tocaste porque estabas borracho y no lograbas distinguir bien, pero ¿sabes qué?...— Se acercó aún más a él, amenazante.— No me importa que lo hagas borracho o fuera de lugar...

—Hana, basta... por favor.

—No.— Protestó.— No sabes cuánto me encantaría que me cogieras a mí.

—¡Hana, silencio!—Gritó molesto.— No quiero tocarte, entiende que eres mi hija, mi sangre. El simple hecho de pensar que pongo mis manos sobre ti me da asco.

Hana se acercó, dispuesta a besarlo, pero, Jeon lo impidió, antes de que los labios de la menor lo tocaran, él la había cacheteado.

Y lloró. Sintiéndose como una estúpida. Acababa de revelarle a su padre que se moría por él y ver como él la rechazaba la cortó.

—Hana, yo...—Llamó, al ver como la menor corría dejando su bolso a un lado, alejándose de él. Aunque no quería herirla era momento de dejarle en claro cuáles eran los papeles de cada quien, aunque en parte lo que haya dicho no era verdad, no podía arriesgarse a intentar algo y que si llegaba a salir mal la alejarán de él. Quiso seguirla, así que tomo el bolso del suelo y se encaminó fuera de la cocina, pero justo antes de terminar de cruzar la sala, el timbre sonó.

Se quedó de pie, planteándose la idea de abrir o simplemente ignorar el suave pitido de la puerta, pero ya cuando sonó por tercera vez se rindió y lanzando nuevamente el bolso al suelo se acercó a revisar. Si era Jimin lo iba a correr...

Pero para su sorpresa no era Jimin, ni nadie que él hubiera llegado a imaginar mientras se acercaba a la puerta.

—Vaya...— Musitó algo confundido, pero, a la vez sorprendido.— No me lo esperaba...— Confesó.

—Ha pasado mucho tiempo, ¿Verdad, Jeon?—Sonrió dejando sus maletas oscuras en el suelo junto a la hermosa grama del jardín.

—Desde su muerte, que no es mucho tiempo.— Aclaró.— ¿Qué te trae por aquí, Yoongi?

Atacó sin escrúpulos.

—Solo he venido a visitar a la familia de mi hermana...— Soltó al tiempo que una sonrisa brillante lo inundaba.

— Bueno, bienvenido seas...— Acortó Jeon.

Después de todo no podía correr al hermano de su difunta esposa. Aún así, Yoongi no le caía nada mal, hasta  ahora...

「Yes, daddy please」 ;+j. jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora