P R I C K E D

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Mino

Escondí mi rostro en su cabello, aspirando un delicioso aroma a fresa, ese que tanto me encanta.
Tome con delicadeza su cintura y gire su cuerpo hacia mí, reí un poco al ver que su rostro estaba cubierto por su rebelde cabellera.
Retire cada mechón de cabello hasta poder ver su rostro, mis ojos recorrieron cada parte de su cara hasta llegar a sus labios los cueles bese rápidamente.

GaRae abrió sus ojos al instante, me miró y no pude desifrar lo que significaba esa mirada.

—Otra vez en casa.

Se puso de pie rápidamente y comenzó a vestirse, reí por si acto y negué después.

—Te vas?

—Esto fue un error MinHo.

No me miró, tomo sus cosas y salió de la habitación.

Me puse de pie y estaba apunto de salir pero soy un cobarde, un maldito cobarde.

No hay necesidad de una disculpa, no somos Adán y Eva.

GaRae

Una estúpida parte de mí pensaba que el saldría a detenerme, pero no fue así, el no salió.
Caminé por las sucias calles recordando una infinidad de cosas que pase en este barrio, la mayoría malas.

"—No se puede tener una buena vida a su lado—"

Sacudí mi cabeza y después me golpeé mentalmente por no hacer caso cuando aún estaba a tiempo.

Sentí un tirón y un fuerte golpe en la cabeza, un ardor en mis brazos que indicaban que me había raspado, alce la mirada y dos tipos estaban frente a mí, los reconocí al instante.

—Por fin te encontramos.

Uno de ellos hablo mirándome de pies a cabeza haciéndome sentir incómoda.

—Ese imbécil no sabe lo que le espera.

—Cuanto crees que se tarde en pagarnos cuando sepa que tenemos a su premio mayor?

—Yo no tengo nada que ver con Mino.— El de capucha negra se acercó a mí y me tomo del brazo con fuerza. —Sueltame imbécil.

Le escupí en el rostro, error.
Estampó su puño en mi cara, al instante sentí como salía un líquido de mi nariz.

—Esta muñequita tiene agallas.

"—Estar con el no te traerá nada bueno—"