"El internado". -Blasnior- <EN PAUSA>

¡Buen viaje!

¿Que se hace cuando un chico no para de portarse mal? ¿Cuando rompe todas las reglas habidas y por haber?
Junior era así, se la pasaba haciendo de las suyas en todo momento. Hacia fiestas, consumía droga, se emborrachaba y era un total desagradecido.
De chico murió su madre y su padre lo abandono a sus pocos años de vida. Muchos dicen que su comportamiento se debe a eso. Otros dicen que su tío Diego, quien quedo a cargo de el y de sus dos hermanos, Dante y Romeo, lo malcriaba demasiado. La familia Guerrico era algo especial.
A pesar de haber crecido junto con ellos, Junior se crió como un hijo único: le daban todo lo que quería, lo consentían y lo mimaban.
El dinero y los lujos siempre lo rodearon, y eso no ayudo en absoluto.

[Narra Junior]

Me levante con el sol pegándome justo en la cara. Mi sonrisa se ilumino al recordar que era Sábado. Eso no significaba otra cosa que no sea FIESTA. Mi tío se iría de viaje con su nueva esposa, Marilina, y con mis dos hermanos quedaríamos a cargo de la mansión.
- Desde acá se te nota la sonrisa, y ya se lo que estas pensando y es un NO.- dijo el hermano mayor
- Dale men ¿que te pasa? Se va el tío y ustedes ni eso aprovechan.-
- Aprovechamos, pero sabes que la ultima fiesta que hicimos en el playroom termino mal.- entro Dante que al parecer había escuchado la conversación
- Fueron dos desmayados y el resto alcoholizado, nada mas.-
- Si, y la casa hecha un quilombo, botellas por todos lados, cosas del tío rotas...- contesto el mayo
-Bueno bueno esta va a ser tranquila se los prometo.-
Siempre decía lo mismo. Mis fiestas siempre eran las mejores del barrio. Venia mucha gente de todos lados, hasta familiares y amigos de amigos.
Baje a la cocina por el desayuno. Ahh estaba Lucre esperando que llegue Javiera de comprar las cosas.
- Desayuno, ya, tengo hambre.- dije mientras me sentaba en la barra
- Por favor se dice, ¿no?-
- Cuando hay hambre no pienso en nada mas, menos en ser educado.- dije con un sonrisa
- Nunca lo sos, ni con ni sin hambre.- dijo Lucre revoleando los ojos.
Muchas veces me peleaba hasta con el personal de la casa. Era así, insoportable como todos me decían. No sabia porque lo hacia, pero eran actos de rebeldía que ni yo lograba entender.
Entraron mis hermanos y desayunaron conmigo cuando Javiera llego para preparar todo.
Estábamos hablando cuando una voz nos interrumpió
- Hola chicos buen día.- dijo el tío mientras arrastraba una valija enorme
- Buen día.- saludamos al unísono
- Bueno yo ya me voy, esta por llegar Marilina.- hablo mirando a Lucre para luego desviar la vista a nosotros.- No quiero lios en esta casa mientras no estoy, ¿escucharon?.-
- Si tío tranquilo.-
- Si tío.- dijeron Dante y Romeo. Yo no respondí.
- Junior... te hablo a vos mas que nada. ¿Escuchaste?.-
- Ajam.-
-Junior...-
- Te dije que si.- respondí de mala gana.- ya soy grande deja de repetirme las cosas 28 veces.-
- Mas te vale que no pase lo de la otra vez.- dijo saliendo por la puerta de la cocina
Los tres los despedimos para volver a entrar a la mansión.
- Bueno me voy a arriba.- hablé
-Ya escuchaste al tío pendejo eh.- dijo Dante.- no queremos quilombo.- agregó
- Si, si, como digan.-
Me fui corriendo a mi pieza para planear la gran noche. Nadie podía arruinarme nada.