"El internado". -Blasnior- <EN PAUSA>

Falsa felicidad

Nos quedamos acariciandonos y durmiendo un largo rato hasta que Blas se fue para que nadie sospeche nada.
El día se paso muy rápido. Hice mis actividades correspondientes al igual que los días anteriores, siempre quejándome. Pero por dentro estaba feliz, por dentro sabía que mañana volvería a ser todo como antes y estaría de nuevo cerca de Blas. Eso me animaba más de lo normal.

Día 5, 8:30 am:
Había puesto mi alarma mas temprano que de costumbre, realmente estaba ansioso por volver a mi antiguo cuarto. Comencé a acomodar la ropa que me había llevado por esos días para luego darme una ducha caliente.
Salí justo del baño cuando el ruido de la puerta me indico que ya eran las 9:00 y algo, porque entre esa hora y las 10:00 siempre traían el desayuno.
Y como de esperarse...
- El desayuno, sr.- dijo Pol
- Gracias.- agradecí entre dientes
- La directora me pidió que le avisara que realizara las dos primera actividades de hoy y luego podrá volver a su cuarto.-
Una sonrisa invadió mi cara sin querer.
- Bien, me prepararé .- dije intentando ocultar mi alegría interior. Cuando cerré la puerta la sonrisa se me volvió a formar, mientras tarareaba canciones, como hacia siempre que estaba feliz.

Termine de desayunar y me prepare para salir al campo, en un horario distinto al de todos. La primera actividad era golf. Nos hacían jugar dos o tres veces por semana dependiendo el tiempo que nos lleve. Decían que era un deporte de disciplina y concentración que nos ayudaría a mejorar. ¿Se imaginan que obliguen a una persona como yo, después de haber estado en tantas fiestas y bares, rodeado de alcohol y drogas, a jugar al golf? Les juro que no es lo mío.
La segunda actividad era aprendizajes de modales. Creanme que las ganas de levantarme y huir no me faltaban. Cuando hacía la actividad grupal, siempre era el que eructaba o hacia ruidos raros, para que los demás rían y los directores solo enfurezcan, pero hacerlo solo era de lo mas aburrido.
En fin, el día termino luego de 4 largas horas entre ambas actividades. Eran casi las 4:45 de la tarde cuando volví a mi cuarto para descambiarme y volver a preparar las cosas que me faltaban.
Unos tres golpes se escucharon sobre la puerta. Caminé rápido hasta ella y la abrí para encontrarme a la directora como siempre con una postura seria y firme. Rodee los ojos y fingí sonrisa.
- ¿Esta listo, señor Guerrico?-
- Nunca estuve tan listo.- sonreí, esta vez, con una verdadera cara de felicidad.
Caminamos en silencio hasta mi antiguo cuarto hasta que rompí en silencio:
-¿Y como están mis muchachos?- pregunté riendo por lo bajo, refiriéndome a mis compañeros.
- Conozco esa tonada de perversión y estoy aquí justamente para recordarle algo: que ni se le ocurra alguna otra de sus travesuras.-
Mordí mi labio inferior lanzando una mirada hacia arriba, sin que ella lo note.
- Por supuesto que no, soy todo un angel.- dije sarcásticamente.
- Bien, espero que haya aprendido la lección.- dijo frenándose frente a una puerta para luego abrirla.
<Habitación 21 como te extrañe> pensé
- Adelante.- agregó para luego cerrarla e irse
Allí estaban Bruno y Andrés, sentados cada uno en su cama haciendo nada, como siempre.
- ¿Me extrañaron mis amores?- dije riéndome
para que acto seguido se levanten los dos a festejarme.
- ¿Que haces bro? ¿estas bien? ¿no te lavaron el cerebro?- dijo Bruno golpeándome la cabeza
- Suena hueco eso amigo- dijo Andy mientras los tres reíamos.
- Cállense los dos .- dije tirando las cosas sobre mi cama hasta que me acorde de lo mas importante. - ¿y Blas?- pregunte sonriendo mientras miraba alrededor del cuarto. Ambos chicos se miraron entre ellos, sus caras se opacaron de un momento a otro.
- ¿Qué pasó? ¿porque se miran?- dije preguntando medio nervioso.
- ¿No te dijeron nada?- logró pronunciar Bruno haciendo que me levantara bruscamente de la cama.