"El internado". -Blasnior- <EN PAUSA>

Plan perfecto parte II

Andrés comenzó a explicarnos cada detalle. No sabia como de esa cabecita podían salir tantas ideas disparadas.
- ¿Cortar las cámaras? ¿Estas loco boludo? Hay seguridad las 24 horas del día.- dijo Bruno algo temeroso
- Ya veo porque nunca se divierten ustedes.-
- Ey, soy el rey de las fiestas, no te pases conmigo.- dije agrandadome mientras sacudía mi hombro con una mano
- Pero el de los planes acá es papá .- dijo señalándose a si mismo con ambos pulgares, guiñando un ojo.
Estuvimos hablando y planeando la idea cuando nos dimos cuenta que ya eran las 4: 30 am y que decidimos que era hora de dormir. Ese mismo día empezaría la acción.

Sábado 8:15 am:
Nos levantamos con los golpes de la puerta y el sonido de los altavoces. Era la hora del desayuno. Los tres nos cambiamos y fuimos al comedor como de costumbre. En la mesa nos tirábamos algunas miradas, mientras "chequeábamos" de reojo a todos los demás. Esa tarde tocaba matemáticas y clases de música después del almuerzo. El día transcurrió normal, pero nosotros ya teníamos todo el plan ideado.
Entramos a clases 14:15 pm. Clase aburridisma, como todas las semanas. Tirábamos algún que otro chiste para no levantar sospechas. Luego de treinta minutos de recreo fuimos a clase de música.
- ¿Vas vos? ¿Seguro?- preguntó Andrés en voz baja
- Si, quiero revisar bien todo.-
- Bueno, ya sabes cuando salir.-
Los tres nos miramos y asentimos. Bruno caminó despacio hacia una tarima donde se encontraba posada una batería. De repente el ruido de los platillos y los bombos se escuchó fuerte, invadiendo toda el aula. Sabía tocar, pero no tanto como para que fuese felicitado.
Aun así, todos comenzaron a gritar y a cantar mientras reían. Sabíamos que armarían alboroto, les encantaba el quilombo y más hacer enojar a los profesores. Ellos sin saberlo estaban haciendo que el plan funcione perfecto.
- ¡¿Señor Quiroga que cree que esta haciendo?! ¡Bájese de ahí ahora mismo!.- dijo la profesora mientras intentaba que el resto se callará.
Bruno siguió tocando mientras nos sonreía. Andrés se unió a el con una pandereta en su mano. Entre tanto ruido, nadie notaria que faltaba un alumno, así que aproveche y me escabullí por una de las puertas traseras que se encontraba semi abierta.

Caminé por los pasillos esquivando y escondiéndome de cada guardia que me encontraba hasta llegar a la oficina de la directora que estaba llena de cámaras. Pero eso no era problema, Andrés había cortado los cables esa misma mañana mientras los demás almorzaban. Yo por mi parte, me encargué de averiguar los horarios de la directora para no encontrármela de sorpresa en el despacho. Se encontraba en clases de equitación con los mas chicos, que terminaría en quince minutos, así que me daría el tiempo suficiente para encontrar lo que necesitaba.
Entre y cerré la puerta con llave.
<En los estantes detrás del escritorio, están las carpetas con toda la información de cada alumno dentro. Busca por apellido> recordé las palabras de Andrés.
Comencé a buscar desesperadamente donde este me indico, con la esperanza de que algún dato me lleve hasta a Blas. Revolví todo durante unos minutos hasta que encontré una carpeta escrita con una etiqueta: Transferidos.
La abrí para buscar rápidamente entre todas las hojas.
- La Q... q...q.-dije mientras buscaba la letra de su apellido. - bingo, Quevedo.- sonreí triunfante. Leí atentamente cada dato anotado en la planilla. -¿Martin?.- sonreí al ver su segundo nombre. Ahí estaba toda su información, la cual pensaría en quedarme leyendo si no tuviese tan poco tiempo. Baje el dedo por el papel hasta buscar el nombre del internado al que lo trasladaron.
- Buenos aires, Argentina.- leí y respiré aliviado.
<Por lo menos no lo sacaron del país> pensé
Continue deslizando el dedo para no perder la vista hasta encontrarme con un nombre en letras resaltadas.
- Internado de Mortem.-
<Genial, lo metieron en una secta> reí cuando leí el nombre.
Comencé a poner todo en su lugar tal y como lo había encontrado, cuando me sobresalte al escuchar el ruido de una llave que amagaba con abrir la puerta.