- ¿Señor Guerrico? el desayuno.- habló la directora del otro lado
Nos miramos con Blas sin saber que hacer.
- Mierda- dije para rápidamente para cambiarnos la ropa .- ¡Ya voy!
- ¿Que hacemos?- dijo este algo espantado, sabia que si lo encontraban ahí se iba a venir un buen castigo, y estábamos cansados de estos.
Comencé a mirar por toda la habitación. No era muy grande así que solo tuve una idea
- La cama- hablé
-¿Que?-
- La cama Blas, tírate ahí abajo.-
Este obedeció al instante y se enroscó como pudo para entrar ahí. Abrí la puerta para encontrarme con la directora y el desayuno en sus manos.
- Gracias.- dije de mal gusto
- Espere.- dijo frenando la puerta con una de sus pies para que yo no pueda cerrarla.- vine a hablar con usted, ¿no le parece raro que yo le traiga el desayuno?.-
Estaba tan nervioso pensando en Blas escondido que no me percate que los conserjes eran los que siempre me lo traían. Logro entrar esquivándome y yo trague en seco para luego cerrar la puerta, rogando que se vaya rápido.
- Veo que esta muy bien en este lugar.- habló
- S.. si, es cómodo, ya se puede ir- contesté poniéndome frente a la cama, con la inutilidad de querer tapar algún rastro del rizado.
-¿Porque el apuro?.-
- Por nada.-
- Vine a decirle que mañana ya podrá volver a su cuarto, logró cumplir casi 5 días aquí.-
- ¿Si? Que... que bueno.- dije nervioso mientras sentía como la mano de Blas subía por mi pierna, acariciando dentro del pantalón. Pegue una leve patada hacia atrás.
- ¿Le pasa algo?-
- No, nada.- dije intentado sonar firme
- Bien, yo creo que ya cumplió su castigo y repenso dos veces lo que hizo.-
Mi mirada frenó en seco. El mayor seguía molestando pero yo ya no le daba importancia, solo seguía mirando a la directora que caminaba observando el lugar.
- ¿Tan grave le parece lo que hice? Le aviso que no me interesa.- las caricias de Blas cesaron, estaba escuchando atentamente.-
- Guerrico, usted vino aquí para cumplir ciertas ordenes y aprender que es lo que en esta vida esta bien o esta mal.- se aclaró la voz.- y lo que hizo, claramente, esta mal.- sonrió
- ¿Porque? ¿Porque no es una chica?.-
- Vinimos a este mundo para respetar ciertas costumbres que nos inculcaron en nuestras familias. Esto fue así desde siempre, todo lo contrario que se haga estaría violando el concepto de la normalidad ¿No le parece?.-
Reí por lo bajo.- No, no me parece.- le devolví la sonrisa.- Ahora váyase que tengo hambre.- mi voz sonaba bastante furiosa
- Conmigo con mucho respeto, ¿entendió?
- Si como diga.- la tome por la espalda dandole un leve empujón en la espalda, llevándola hasta la puerta
- ¿Que esta haciendo? Le digo que...-
- Quiero comer, muy linda visita. Gracias, chau.- guiñe mi ojo y cerré la puerta en su cara, dejándola con la palabra en la boca.
- Uy pero que malote.- habló Blas saliendo de la cama.
- Callate, tengo hambre y esta vieja me puso de mal humor.-
- ¿Porque te enroscas tanto con lo que dice? No le des importancia.-
- Porque su homofobia me pone los pelos de punta.-
El mayor río ante el comentario.- Nose porque tanta importancia. Ni que estuvieras enamorado de algún chico.-
Ambos hicimos silencio, supongo que esperando alguna señal del otro. Giré sobre mis talones para mirarlo y acercarme a el, mientras me sentaba sobre sus piernas. Este me miro con una mueca de extraño.
- Y si estuviera enamorado, ¿que pasaría?- dije mirándolo fijo a los ojos.
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"El internado". -Blasnior- <EN PAUSA>
Fanfic"Nunca imaginé que romper todas las reglas, me llevaría a conocer al amor de mi vida"- Junior Guerrico.- • Historia Blasnior • Smut • Personajes ficticios